Si has oído hablar de la gamificación aplicada al mundo de la empresa posiblemente creas, como muchos, que se trata de diseñar juegos para negocios. Nada que ver con la realidad. Se trata de aplicar elementos de juego, como obtener puntos, superar retos, crear rankings, etc., y así hacer más divertidas tareas que resultan monótonas a consumidores y empleados.