Hasta hace una década, la mejor forma de aprender idiomas era echarse un novio/a extranjero/a. Ni cursos, ni viajes, sino una relación sentimental en toda regla. Internet ha cambiado las normas del juego. Hasta ahora lo ha puesto más fácil, pero también menos interesante, y, claro, no ha funcionado. Y es en este matiz donde […]