En pocos meses, pasó de facturar 200.000 euros a dos millones, en parte gracias al interés por el fitness en casa que impulsó la crisis sanitaria. Pero no todo es consecuencia de ello, a ver sino cómo se explica tener un 80% de retención de clientes a 12 meses. La startup, ahora impulsada por Wayra, sigue la ruta de un crecimiento que parece imparable.