Utópika Labs acaba de levantar 1,5 millones de euros para la apertura la primera escuela de educación consciente que funcionará en España. Su nombre es Terra, ubicada en Valldoreix (Barcelona) y abrirá sus puertas el próximo mes de septiembre.
Terra es el tercer proyecto del hub educativo auspiciado por Borja Vilaseca bajo el nombre de Utópika Labs, una iniciativa que presenta como un conscious venture builder con el que trata de cambiar el paradigma el sistema educativo español ciñéndose a las exigencias curriculares de la enseñanza que establece la Ley Orgánica de Educación (LOMLOE).
¿Qué es la educación consciente?
La transformación no llega, pues, por el cambio de materias o contenidos didácticos, sino a través de su integración en un nuevo modelo basado en la educación consciente. Se trata de una tendencia pedagógica global que apuesta por un enfoque que respeta la individualidad y esencia de cada niño y niña y promueve el aprendizaje experiencial, el autonocimiento, la atención plena y el pensamiento crítico, entre otros, en busca de un desarrollo integral del niño que, además de sabio, le convierta en una persona feliz, sana y responsable.
Utópika Labs nace de la experiencia personal de Vilaseca después de tocar fondo a la edad de 19 años a causa de una crisis existencial. Es entonces cuando se replantea todo abundando en la reflexión y el camino al autoconocimiento, valores que, desde entonces, ha postulado a través de libros, conferencias y proyectos emprendedores y que se materializan ahora en este hub de educación consciente.
“Utópika es la culminación de un esfuerzo que aporta una solución a la escuela para atajar el grave problema del sistema educativo, tanto público como privado, ideado en el siglo XIX para convertir campesinos analfabetos en operarios de fábricas. Y lo cierto es que no ha evolucionado demasiado desde entonces. A los jóvenes de hoy se les sigue educando para afrontar un mundo que ya no existe. El sistema educativo industrial hace décadas que ha quedado obsoleto. Y más que una reforma coyuntural, necesita una transformación estructural”, sostiene Vilaseca.
El emprendedor añade más datos, como la alta tasa de abandono escolar temprano que padece España o el desajuste entre la oferta formativa actual y el mercado laboral. En base a estas necesidades, encuentra la oportunidad de fundar Utópika Labs con la intención clara de “aglutinar a inversores, emprendedores, pedagogos, educadores, padres y madres conscientes verdaderamente comprometidos con transformar de raíz el gran problema de nuestra sociedad: el sistema educativo industrial”.
El ‘hub’
A juicio de este emprendedor, urge un cambio de mentalidad, de estrategia y nuevos vehículos en el ámbito educativo. En esta línea el hub ha puesto ya en marcha distintos proyectos.
El primero es el denominado La Akademia, con el que dinamiza un movimiento ciudadano compuesto por 1.250 voluntarios que promueven de forma gratuita educación emocional y emprendedora para jóvenes de entre 18 y 23 años. Está pesente en 54 ciudades de España, Colombia, Argentina, Bolivia, México, Ecuador y Perú.
En cuanto a los proyectos actuales, se encuentran Kuestiona, una universidad consciente para formar a los formadores, y Terra, el más ambicioso de todos puesto que plasma el trabajo de investigación que el equipo promotor viene realizando desde 2016 en una escuela.
Un enfoque holístico
La escuela de Terra Valldoreix abrirá las puertas el próximo mes de septiembre y, aunque el programa abarca a niños y adolescentes con edades comprendidas entre 1 y 18 años, la incorporación será paulatina, de manera que este primer curso acogerá solo a niñ@s de 3, 4 y 5 años. Como máximo, admitirán a un grupo de 60 niñ@s con dos acompañantes para cada grupo de 20.
El programa educativo se rige por un enfoque holístico e integral en el que, conforme evolucionan los alumnos, se van impartiendo de manera transversal otros conocimientos a los que Vilaseca se refiere como las once dimensiones de la educación consciente. Las tres primeras dimensiones corresponden al mundo interior: espiritual, corporal y emocional, mientras que las ocho restantes se dirigen al mundo exterior y se reparten entre: social, comunicativa, artística, científica, emprendedora, financiera, tecnológica y ecológica.
Añaden a este cuatro valores diferenciales: una arquitectura innovadora para fomentar el aprendizaje activo y colaborativo; atención personalizada; acompañantes motivadas y participación activa.
La expansión
El programa formativo cuenta ya con la homologación oficial del Departament d’Educació de la Generalitat de Catalunya.
No obstante, advierte Vilaseca de que core del negocio no es abrir es ir abriendo escuelas por todo el mundo, sino que el compromiso es transformar la educación por lo que, una vez puesta en funcionamiento la escuela de Terra y, tal vez otra, la intención es expandir el modelo bien franquiciando a otros emprendedores, bien licenciando el software que han desarrollado a otras instituciones educativas interesadas en implantarlo.