8 fallos habituales al crear contenido corporativo interno

Las empresas se desenvuelven en un entorno muy competitivo, en el que cada vez es más difícil captar talento, así como retenerlo.

Los empleados ya no miran sólo su salario, sino que tienen muy en cuenta aspectos como la flexibilidad laboral, tener un plan de carrera, etc. Por eso, es fundamental contar con contenido corporativo interno relevante que refuerce su motivación y les ofrezca información transparente y formación útil.

Pero no podemos hacerlo de cualquier manera, sino que hemos de tomárnoslo en serio. “Las presentaciones internas tradicionales ya no bastan para informar y movilizar a los equipos. Hoy, los contenidos deben ser interactivos, relevantes y medibles, capaces de generar participación real y ofrecer insights sobre cómo los empleados reciben y procesan los mensajes”, afirma Vidext, empresa especializada en comunicación corporativa

“La inteligencia artificial y la analítica avanzada se consolidan como aliados estratégicos para convertir la comunicación interna en un motor de alineación, aprendizaje continuo y toma de decisiones basadas en datos”, añade.

Problemas en el contenido corporativo interno

La compañía ha detectado que muchas empresas incurren en fallos que dificultan que sus mensajes lleguen realmente a la plantilla. Éstos son los 8 problemas más frecuentes de las organizaciones a la hora de elaborar contenido corporativo interno y algunos consejos para evitarlos.

1. Formatos obsoletos

Vidext ha descubierto que dos tercios (66,8%) de los materiales que hoy producen sus clientes incorpora algún elemento interactivo. Esto nos muestra que las empresas intentan garantizar la comprensión real de los mensajes.

Sin embargo, sólo 1 de cada 5 de las organizaciones (22%) están preparadas para trabajar de forma visual. De este modo, el enfoque textual sigue predominando en el contenido corporativo interno de la mayoría de las organizaciones empresariales.

“Estos materiales, lejos de impulsar la participación, suelen quedar obsoletos rápidamente. Apostar por formatos dinámicos y fácilmente reutilizables es clave para asegurar un acceso más eficiente y moderno”, apunta.

2. Formaciones presenciales que no escalan

La empresa hace hincapié en que de nada sirve formar repetidamente sobre los mismos temas, pues no sólo consume tiempo y recursos, sino que tampoco garantiza que todos los equipos reciban el mensaje de forma homogénea.

Así pues, recomienda digitalizar los contenidos, ya que permite reducir costes, agilizar los tiempos y mejorar la consistencia de la formación interna.

3. Equipos de diseño para cada pieza

Vidext reseña que los departamentos de RRHH, formación o management suelen depender de diseñadores internos o agencias externas para crear materiales visuales.

“Este cuello de botella ralentiza la publicación de contenidos. Contar con herramientas sencillas y potentes permite generar materiales profesionales de forma autónoma y rápida”, anota.

4. Contenido demasiado denso

La compañía especifica que casi la totalidad de las presentaciones internas incluyen entre 75 y 100 palabras por diapositivas, lo que genera una alta densidad de información difícil de asimilar.

Asimismo, precisa que el mejor formato son los vídeos más cortos, de entre 1 y 3 minutos. Según sus datos, el 94,7% de los usuarios los finaliza. Sin embargo, menos de la mitad (49,8%) llegan hasta el final en vídeos de más de diez minutos.

“Al no estar diseñadas para una lectura rápida, disminuye notablemente el engagement. La clave está en simplificar, sintetizar y reforzar el mensaje mediante recursos visuales y narrativos”, apunta.

5. No medir la eficacia

“La realidad es que son muchas las empresas que no tienen visibilidad sobre qué materiales funcionan, cuáles generan interacción o qué temas resultan menos relevantes. Sin datos, es imposible actuar”, advierte.

6. Información desactualizada o repetida

Vidext afirma que al crear contenido corporativo interno es habitual que se dupliquen mensajes dentro del mismo documento. “Esto provoca materiales extensos, confusos y poco prácticos“, anota.

“Revisar los contenidos con sentido crítico y estructurarlos de forma clara ayuda a maximizar la comprensión”, expone.

Igualmente, ha observado que muchos materiales internos permanecen sin revisar durante 12–18 meses. Esto genera desconexión con la realidad de la empresa y reduce su utilidad.

“Simplificar los procesos de actualización, o automatizarlos, es fundamental para garantizar que los mensajes se mantengan vigentes”, explica.

7. Ausencia de jerarquía visual y coherencia de marca

“Cuando no se cuida la jerarquía visual, resulta difícil distinguir lo importante de lo secundario. Tamaños de texto reducidos o contrastes insuficientes dificultan la comprensión del mensaje, especialmente en pantallas pequeñas o cuando se consume contenido de forma rápida”, avisa la compañía.

Como solución, recomienda estandarizar guías visuales o apoyarse en herramientas que las integren, ya que esto asegura claridad y profesionalidad.

8. Problemas de comprensibilidad

Vidext considera que muchas organizaciones cometen el error de no personalizar el contenido al idioma de sus empleados. Por ejemplo, ignorando la diversidad lingüística de su plantilla.

“Garantizar una buena accesibilidad visual y personalización del contenido no sólo mejora la experiencia y retención, sino que ayuda a aumentar el sentido de pertenencia y compromiso entre los empleados, claves para el buen funcionamiento de la empresa”, concluye.