Cómo afecta la ley de la segunda oportunidad a autónomos y particulares con deudas
Aprobada en 2015 y reformada en 2022, esta normativa permite que las personas físicas se liberen legalmente de sus deudas y puedan volver a empezar sin cargas imposibles de asumir.
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Hay muchos autónomos que arrastran deudas imposibles de afrontar tras varios años de actividad, especialmente si han tenido que cerrar su negocio o han sufrido una caída de ingresos.
La buena noticia en estos casos es que la Ley de Segunda Oportunidad también se aplica a trabajadores por cuenta ajena, permitiendo cancelar sus deudas y empezar de nuevo.
Para quienes buscan una solución efectiva y legal, existen despachos especializados que acompañan durante todo el proceso.
Si quieres cancelar deudas con Deudago, es la mejor opción, ya que son un referente en este ámbito y ayudan a autónomos y particulares a recuperar su estabilidad económica y emocional.
Una ley que ofrece una segunda oportunidad real
La Ley de la Segunda Oportunidad, aprobada en 2015 y reformada en 2022, permite a personas físicas, tanto a particulares como a autónomos, cancelar sus deudas sin no pueden pagarlas, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos.
Esta normativa busca equilibrar la balanza entre acreedores y deudores, reconociendo que el fracaso económico no debe ser una condena de por vida.
Hasta su aprobación, en España no existía un mecanismo eficaz para que las personas físicas (como sí ocurre con las empresas a través de los concursos de acreedores), pudieran liberarse de sus deudas de manera legal y definitiva.
Con la entrada en vigor de esta ley, se abrió una vía para que particulares y autónomos pudieran acogerse a un procedimiento judicial que, tras cumplir ciertos requisitos, permite la exoneración total o parcial de las deudas.
La Ley de la Segunda Oportunidad permite a personas físicas, tanto a particulares como a autónomos, cancelar sus deudas sin no pueden pagarlas, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos
Requisitos para acogerse a la Ley de la Segunda Oportunidad
El proceso no está abierto a todo el mundo. Para acogerse, el deudor debe cumplir una serie de condiciones que demuestren su buena fe y su situación de insolvencia real.
Situación de insolvencia real y actual
El primer requisito es estar en una situación de insolvencia inminente, lo que significa que el deudor no puede afrontar de forma regular el pago de sus deudas.
Actuar de buena fe
El autónomo o particular debe colaborar con las autoridades y no ocultar bienes o ingresos ni haber falseado documentos. Además, tampoco debe haber sido condenado por delitos económicos o contra la Hacienda Pública en los últimos 10 años.
Y, por último, la ley de Segunda Oportunidad, exige no haberla utilizado en los últimos 2 años si se pide exoneración con plan de pagos, o 5 años si hubo liquidación.
Más allá del alivio financiero que puede sentir el deudor, esta ley tiene un profundo impacto psicológico y social. Quienes logran acogerse a ella destacan la sensación de liberación, una mejora en su salud mental y la posibilidad de volver a integrarse plenamente en la sociedad y en el sistema financiero.
La deuda, en el momento en el que se convierte en crónica, afecta a todos los ámbitos de la vida. En la familia, la autoestima, las relaciones y la capacidad de emprender nuevos proyectos.
Por eso, este tipo de leyes no solo corrigen una situación económica, sino que también restauran la dignidad de quienes merecen una segunda oportunidad.
¿Qué tipo de deudas puede cancelar un autónomo con la Ley de Segunda Oportunidad?
Esta ley permite cancelar prácticamente cualquier deuda privada, ya sea personal o derivada de la actividad económica.
– Préstamos bancarios como hipotecas, créditos personales, ICO, entre otros.
– Avales personales firmados para el negocio.
– Deudas con proveedores, distribuidores o antiguos clientes.
– Tarjetas de crédito o revolving con intereses abusivos.
La Ley de la Segunda Oportunidad se ha consolidado como un instrumento de justicia social y económica.
Para muchos, representa el punto de inflexión entre la desesperanza y la recuperación. Con el acompañamiento de especialistas como Deudago, cada vez son más las personas que descubren que empezar de nuevo sí es posible, incluso después de una crisis financiera profunda.
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