¿Cuántas veces has pedido un plato en un restaurante seducido por su foto en la carta y luego te has visto decepcionado al llegar a la mesa? Pues de esto mismo se queja un grupo de consumidores estadounidenses, que ha demandado a Burger King porque cree que las fotos del Whopper son engañosas.
Según informa BBC, un juzgado de Miami ha recibido una denuncia que argumenta que Burger King presenta fotografías adulteradas de sus productos, donde parecen hasta un 35% más grandes de lo que son en realidad.
Además, los denunciantes creen que las hamburguesas se muestran más carnosas y los ingredientes incluso desbordan el pan. De hecho, estiman que el Whopper tiene el doble de carne en las fotos del que realmente se sirve.
Así pues, estos clientes consideran que se trata de publicidad falsa de las hamburguesas y piensan que supone un delito por negligencia y por enriquecimiento injusto, según el texto al que ha tenido acceso BBC.
Sin embargo, el juez ha desestimado las demandas basadas en anuncios de televisión e Internet, alegando que Burger King no promete un determinado tamaño o peso de la hamburguesa en ninguno de dichos spots, por lo que no estaría incumpliendo su palabra.
“Las hamburguesas de ternera a la parrilla que aparecen en nuestra publicidad son las mismas que se utilizan en los millones de sándwiches Whopper que servimos a nuestros clientes en todo el país”, indicaba Burger King en un comunicado posterior a la sentencia.
No es la primera vez que la empresa se enfrenta a acusaciones de este tipo. El año pasado también tuvo que responder ante una demanda presentada en Florida, como recogía Clarín. Y 12 años atrás, Burger King fue requerida por la autoridad publicitaria de Reino Unido porque sus hamburguesas tenían una altura y un grosor menores de los anunciados.
La cadena de comida rápida ha argumentado en alguna otra ocasión que no está obligada a entregar hamburguesas exactamente iguales a las de las imágenes, siempre y cuando estén elaboradas con los mismos ingredientes.
No afecta sólo a Burger King
Este tipo de reclamaciones no son nuevas. Por ejemplo, BBC señala que Taco Bell ha sido demandada recientemente en Nueva York por vender pizzas y wraps que supuestamente contenían la mitad del relleno anunciado.
En la misma ciudad, el año pasado se presentó una demanda colectiva contra de McDonald’s y Wendy’s, en la que fueron acusadas de prácticas comerciales desleales y engañosas. En este caso, la reclamación precisaba que las hamburguesas que salían en las fotos de los materiales de promoción de las dos cadenas eran al menos un 15% más grandes que las realmente son servidas en sus restaurantes.
Pero las imágenes engañosas de los productos no son la única argucia relacionada con el tamaño que utilizan algunas empresas. Por ejemplo, en EMPRENDORES ya hemos hablado acerca del fenómeno de la cheapflation o reduflación, que es cuando los fabricantes sustituyen los materiales o ingredientes de sus productos por otros de inferior coste o cuando se reduce la cantidad de producto en un mismo envase, ofreciendo los productos al mismo precio que tenían antes de esta reducción de calidad o cantidad.
Este recurso se utiliza especialmente en momentos de inflación como el actual, ya que evita tener que subir el precio de venta al público y permite que las marcas que implementan estas prácticas se mantengan en el mercado y conserven su margen de beneficio.
Los perjudicados son los consumidores, que reciben un producto de calidad inferior o una menor cantidad. Y esto puede hacer que se sientan engañados, deteriorando la imagen de la marca y volviéndose en contra de la empresa que hace uso de este recurso.