
Sergio López Ejarque
Socio área Derecho de Seguros. AGM Abogados
Ciberseguros y cobertura por interrupción de negocio: el escudo que salva a tu empresa tras un ataque
Este experto analiza las claves para garantizar una cobertura efectiva frente a los riesgos digitales y la interrupción del negocio

Partamos de una obviedad que, curiosamente, sigue sorprendiendo a más de uno: la era de la digitalización y de la globalización express en la que vivimos han convertido a los ciberataques en el pan de cada día en el mundo empresarial.
No hablamos de ciencia ficción, sino de una realidad tan cotidiana como incómoda. Cuando sufrimos un ciberataque, los datos reflejan que el mayor perjuicio que sufrimos es el provocado por la interrupción del negocio.
Según estadísticas de la aseguradora Allianz y el broker de seguros Marsh, hasta el 70 % del coste de un siniestro cibernético deriva del tiempo en que la empresa se queda paralizada, y no del daño directo provocado por el ataque en cuestión.
En este contexto, contratar un seguro de ciber riesgo ya no es una extravagancia, sino una necesidad tan básica como tener café en la oficina. Pero, como suele ocurrir, el diablo está en los detalles. Volvamos a las obviedades: no basta con tener una póliza; hay que conocer los riesgos reales de tu empresa y entender qué cubre y qué no cubre tu póliza.
Cobertura de interrupción de negocio (Business Interruption)
La cobertura más necesaria —y la que mayores decepciones puede ocasionar— es la de interrupción de negocio, o Business Interruption (BI).
Esta garantía promete indemnizar la pérdida de beneficios y los gastos extra cuando un ciberataque paraliza la actividad.
Ahora bien, debemos prestar especial atención a ciertos detalles para determinar la cobertura de un eventual siniestro:
- Franquicia temporal: las primeras horas de inactividad corren a cuenta del asegurado.
- Periodo indemnizable: suele ser más corto que en los seguros tradicionales.
- Prueba del nexo causal: hay que demostrar que la pérdida económica deriva directamente del incidente cubierto y no de una gestión posterior mejorable.
Aquí empiezan las complicaciones jurídicas y suele ser terreno abonado para los conflictos: ¿la parada fue por el ataque o por la tardanza en activar el plan de contingencia? ¿La caída de ingresos se debe al ciberincidente o a una tendencia previa del negocio?
En este contexto, la documentación forense y financiera puede ser tu mejor aliada… o tu peor pesadilla.
Contingent Business Interruption (CBI): ¿Qué pasa si el ataque lo sufre tu proveedor?
En la era del “todo en la nube”, muchas empresas dependen de proveedores tecnológicos externos. ¿Qué pasa si el ciberataque lo sufre tu proveedor y tú te quedas sin servicio?
Aquí entra en juego la cobertura de Contingent Business Interruption (CBI), que extiende la protección a interrupciones causadas por incidentes en terceros críticos.
Pero, como siempre, hay letra pequeña:
- Los proveedores suelen tener que estar nominados expresamente en la póliza.
- Sublímites y franquicias menos generosos.
- Limitaciones contractuales: los gigantes tecnológicos suelen blindarse con cláusulas que limitan su responsabilidad a cantidades simbólicas.
- Prueba del incidente: demostrar que la caída del proveedor fue por un incidente cubierto puede ser un reto digno de novela negra.
Retos jurídicos y exclusiones en ciberseguros
El seguro de interrupción de negocio en ciber presenta retos jurídicos singulares:
- Probar el nexo causal entre el incidente y la pérdida.
- Sortear las limitaciones contractuales de los proveedores (donde la acción de recobro de la aseguradora suele ser extremadamente compleja por las limitaciones de responsabilidad y la opacidad informativa del proveedor).
- Gestionar el riesgo de acumulación en eventos sistémicos (un ataque masivo a un hiperproveedor puede generar miles de reclamaciones simultáneas).
- Exclusiones específicas para ciberataques de guerra o eventos globales.
Claves para una cobertura efectiva
¿Qué hacer para no quedarse noqueado ante tantas dificultades y que tu póliza efectivamente cubra el siniestro derivado de la interrupción de negocio?
- Identifica tus dependencias digitales y negocia cláusulas que te protejan ante incidentes en proveedores críticos.
- Prepara pruebas objetivas del daño sufrido (informes forenses que acrediten la causalidad del siniestro, pérdida de ingresos, etc.).
- Revisa contratos con proveedores: evita renuncias totales a su responsabilidad y exige que tengan su propio seguro de RC tecnológica.
- Analiza franquicias y sublímites: contrata la póliza con mejores condiciones (franquicia más baja y mayor sublímite).
En definitiva, la interrupción de negocio es el mayor perjuicio que podemos sufrir en un ciberataque. Las coberturas de BI y CBI son herramientas imprescindibles, pero solo si se entienden, se adaptan y se gestionan con rigor.
El corredor de seguros no es un mero intermediario: se convierte en el sherpa que debe guiar al cliente por la cordillera de las amenazas digitales, anticipando riesgos y evitando que la póliza se convierta en ese coche de gran diseño que, justo cuando más lo necesitas, decide no funcionar.
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