Las patatas también van al spa: el secreto del éxito de Patatas Meléndez

En Patatas Meléndez se especializan en la producción y comercialización de patatas frescas enteras.

Tienen en Medina del Campo (Valladolid), la factoría de patatas más grande y moderna de Europa: una extensión total de 50.000 metros cuadrados, el equivalente a cinco campos de fútbol. Desde aquí se distribuyen más de 180.000 toneladas de patata fresca al año, el 20% de la cuota de mercado en España.

La ‘joya de la corona’ la ostenta, en este momento, Meléndez 4.0. Así llaman a la fábrica de más de 22.000 metros cuadrados inaugurada en 2023.

Antes de llegar a ‘la meca’ de la tecnología, cada patata tendrá que superar un duro cribado, primero en el campo y en el laboratorio de calidad después.

Luego serán distribuidas y clasificadas según calibre, variedad o uso que se le vaya a dar. En plena campaña, podemos hablar de entre 40 y 45 camiones que arriban a diario a la planta. 

El spa de las patatas

En Patatas Meléndez fueron pioneros en introducir en el mercado, hace más de 20 años, la patata lavada e higienizada. Daban así un salto cualitativo. De aquí que éste sea uno de los procesos más meticulosos tratando a la patata con el mismo mimo que se aplica con una fruta.

El jacuzzi

Las patatas pasan por distintas líneas de lavado. En el primer jacuzzi se les desprende de toda la tierra que puedan traer adherida del campo. En un segundo cribado, pasan por un quitapiedras. Finalmente, son introducidas en unos bombos giratorios gigantes para un tercer lavado solo con agua.

La sesión de fotos 

La cosa no acaba ahí. Antes de pasar al proceso de envasado y empaquetado, se hace un control óptico tubérculo a tubérculo. La inspección, hasta no hace mucho manual, se realiza ahora con visión artificial.

Esta tecnología permite fotografiar cada patata desde distintos ángulos –hasta un total de 50 fotos por segundo– para hacer un descarte y una clasificación final.

La merma, no apta para la alimentación humana o para los patrones de consumo reinantes, la destinan a nutrición animal o la industria de los procesados. 

El chófer

Hecha la clasificación adecuada para el canal retail y el HORECA, el producto se envasa en distinto formatos y se disponen en los palets. Del traslado a la zona de almacenamiento se encargan unos vehículos de guiado automático (AGV). Cada robot puede mover hasta 70 palets por hora. Además de incansables, reducen a cero la siniestralidad en el proceso.

El proyecto “muy personal” de Javier Meléndez

Con lo expuesto hasta aquí, podría decirse que Javier Meléndez, CEO y propietario en solitario, ha conseguido la fábrica de la patata soñada. Aunque la fantasía le haya supuesto un desembolso cercano a los 40 millones de euros. 

Javier Meléndez creció como hijo de agricultor. Los primeros pasos de su carrera profesional los dio en la empresa familiar, ligada también al sector de la patata.

Además de sus progenitores, formaban parte del accionariado él y su hermano mayor. A Javier le tocó la parte minoritaria: un 24% de la propiedad.

Con el tiempo, surgieron desavenencias relacionadas con la gestión de la compañía. Mientras que Javier, de carácter más emprendedor,  abogaba por liderar una sola categoría –la de la patata fresca– y seguir invirtiendo en la modernización, el resto de la familia apostaba por diversificar y el conservadurismo económico. 

En 2017, Javier Meléndez convence a sus socios para que le vendan la parte de la empresa y hacerse él con el control absoluto. A partir de ese momento, despega el vuelo exponencial de Patatas Meléndez con la calidad del producto como elemento vertebrador de todo el proyecto.

Fidelización de los agricultores

Desde el principio, el nuevo CEO firmó acuerdos con distintos agricultores de la zona y de otras regiones. Con ellos estableció una relación contractual, algo infrecuente en ese momento, que le sirvió para ganarse la confianza de los proveedores. Los hay, incluso, que le permiten elegir la finca que quiere para el cultivo de sus patatas.

Digitalización desde el origen

Decir también que la tecnificación comienza en el campo. Cada agricultor dispone de un cuaderno de campo en el que registran de forma electrónica todas las actividades y procesos de su explotación. Expertos agrónomos de la empresa matriz, acompañan a muchos agricultores en la optimización y mejora de sus prácticas. 

La información recopilada en el campo se vuelca luego en la base de datos de Patatas Meléndez. Conocen así la procedencia exacta de cada lote y sus peculiaridades.

El proceso, les permite garantizar la transparencia y trazabilidad del producto en toda la cadena. Desde que se recoge el tubérculo en el campo, hasta que llega al cliente final saben por qué manos ha pasado. Esto es gracias a la tecnología blockchain en aras de ese objetivo de calidad suprema.

Empleados polivalentes

Las más de 260 personas que trabajan directamente en Patatas Meléndez han sido instruidos por la empresa en las habilidades técnicas precisas. Además de adquirir conocimientos nuevos, permite esto que Patatas Meléndez cuente con empleados polivalentes.

Eficacia en costes

Súmese al total aprovechamiento de las instalaciones y de la mano de obra, la reducción del gasto energético gracias a la instalación de placas solares. También ha recortado el consumo hídrico con otra instalación que permite reutilizar el agua y apuntar a la economía circular. Parte de la estrategia de Patatas Meléndez se basa en la alineación con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.

140M€ de facturación

Con esta hilatura ha ido tejiendo Javier Meléndez una empresa que hoy factura 140 millones de euros.

No obstante, afirma el emprendedor que el objetivo final no es facturar más que nadie. “Mi deseo es que todo el esfuerzo revierta en beneficio de la sociedad. Miro el margen, claro, pero también veo a toda la gente y a sus familias que me acompañan en el proyecto”.

Una nueva fábrica

A sus 52 años, dice Javier Meléndez que vuelve a sentir “hambre”. Se refiere a la construcción de una nueva fábrica orientada ésta a la cuarta gama.

Seguirá vendiendo patata fresca, pero ya pelada y cortada para la industria de la hostelería. Lo que persigue con esto es crecer en volumen de negocio.

Los planes son iniciar la construcción en 2026. Se trata de reacondicionar la antigua fábrica de Patatas Meléndez y meter aquí la nueva línea productiva. La inversión prevista será de €10M.

Órgano consultivo

Para gestionar el crecimiento y reforzar el liderazgo, Javier Meléndez se ha rodeado de un consejo asesor de altura. De él forman parte nombres como el de Ignacio González, ex CEO de Grupo Nueva Pescanova, Julio Audicana, de San Telmo Business School, o Bill Derrenger, directivo especializado en el sector de la venta al por menor y senior sdvisor de diversas compañías. 

Claves del éxito

Después de 8 años liderando en solitario Patatas Meléndez, entiende su CEO que parte del éxito se lo debe a lo que llama “un gran equipazo”.

Pero también su visión de negocio y su valentía a la hora de invertir y apostar por las nuevas tecnologías han sido clave. Que está orgulloso de lo conseguido hasta ahora, no lo niega, pero si tiene que quedarse con un solo elemento dice: “haber conseguido crear una empresa con valores  de impacto local”.