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iVoox, el negocio que se anticipó tres lustros al mercado

Han tenido que pasar 14 años para que en iVoox, la primera plataforma de pódcast en español, puedan decir que han empezado a volar. Esta es su historia.

06/11/2023  Ana DelgadoIdeas de negocio
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Más que de una necesidad, iVoox nace de una apetencia de su fundador, Juan Ignacio Solera. Físico de formación, había desarrollado para la empresa en la que trabajaba entonces el primer equipo de rayos X enfocado en el sector de la alimentación al objeto de identificar en la línea de envasado la presencia de posibles anomalías que alterasen los estándares de calidad, seguridad e inocuidad de cada producto antes de ponerse a la venta. 

Como artífice del ingenio, luego le tocó a Solera desplazarse por las distintas fábricas para coordinar e inspeccionar la instalación.

“En ese tiempo tuve que viajar mucho –cuenta–. Iba solo, en el coche, y me aburría. Entonces no existían aún los smartphone, pero sí estaban los Nokia que te permitían subir archivos en mp3 para escuchar música. Pero claro, llega también un momento en el que te cansas de tanta música y te apetece oír otra cosa. Yo quería aprovechar el tiempo al volante aprendiendo. Y entonces pensé: ¿si en este nokia me puedo subir música, por qué no cargar un mp3 de audio de alguien que cuente cosas que me interesan?”.  Este es el germen de iVoox, la primera y todavía única plataforma de pódcast de España.

Pero tener una idea no es suficiente, ni siquiera es lo más complicado. Lo difícil es creer en ella y atreverse a dejarlo todo para tangibilizarla. Que quería democratizar la radio para que cualquiera que tuviese algo interesante que contar pudiera hacerlo en un entorno fácil y gratuito, Solera lo tenía claro. Pero también lo estaban las rotundas certezas de sus 40 años, sus tres hijos, la falta de recursos y el desconocimiento total del mundo emprendedor.

“Todavía me sonrojo cuando recuerdo el día que me presenté en el banco con un powerpoint para pedir un préstamo. Tu sabrás si quieres hipotecar tu casa, pero creo que esta no es la vía, me dijeron”. El coste de oportunidad era demasiado elevado, pero no por ello dejaba Solera de machacarse las meninges con la idea de negocio.

Bajo el auspicio del grupo Intercom

En una de estas, coincide a la puerta del colegio de sus hijos con otro padre, informático de profesión. Le cuenta lo que gustaría montar y el amigo le facilita el teléfono de contacto de una compañía emplazada en Sant Cugat del Valles a la que ellos ofrecen servicios de ofimática y que se dedica a montar negocios en internet. Solera pide una cita; se la conceden y al poco se ve sentado enfrente de Antonio González-Barros, presidente del Grupo Intercom y uno de nuestros grandes emprendedores, hablándole de pódcast, de audio y de un nuevo mercado. “Nos caímos bien y me dijo: toma 200.000 euros”, resume Solera el encuentro.

Con ese dinero es con el que arranca la construcción de iVoox en 2009. Lo que no imaginó Ignacio Solera es que ese dinero, habiéndolo dejado ya todo, tendría que estirarlo durante años antes de empezar a monetizar. Bastaba con enfocarse en el crecimiento orgánico de una industria entonces inexistente en España y ver que cada año había más gente interesada por el consumo de podcast en nuestro país.

Siete años sin monetizar en iVoox

Así se mantuvo iVoox durante más de siete años, con tres empleados y evangelizando sin más, con barra libre tanto para los creadores de contenido, como para los oyentes sin que las circunstancias -no siempre favorables- minasen la voluntad de Solera. Ya se vería luego la forma de obtener dinero.

La hora de monetizar llegó y lo hicieron en base a la publicidad. “Pasamos de ser una plataforma de distribución donde el objetivo era democratizar la radio, para luego trabajar la distribución con nuestra app. Ahora tenemos varias capas para capitalizar el negocio, desde la inclusión de contenidos publicitarios hasta el micromecenazgo por parte de la audiencia que apuesta por un modelo freemium. Básicamente es un mixt”. 

También el Covid fue un revulsivo importante para la industria del pódcast en todo el mundo, provocando la entrada de grandes players en el mercado y del que iVoox se pudo aprovechar. Actualmente, la plataforma cuenta con más de 700.000 creadores de contenidos en español, alrededor del 40% de procedencia latinoamericana. La audiencia hace tiempo que superó los 5 millones de usuarios registrados y la plantilla se eleva ya a cerca de 30 personas. “Ahora ya empezamos a volar”, asegura Solera. 

Hacia dónde se dirigen

Atrás quedan ya aquellos tiempos en los que iVoox se movía en nuestro país como el llanero solitario. Con el desembarco de actores de la talla de Spotify, Youtube, Amazon Music, Podium Podcast…la competencia se vuelve feroz. Solera, más que lamentar el escenario actual, agradece a las grandes la dinamización de un mercado en el que, cree, hay sitio para todos. “Hay más competidores, pero también el mercado es más amplio. Al menos, mi padre ya entiende a lo que me dedico”, bromea el CEO.

En cuanto a los planes de iVoox para distanciarse de la competencia, pasan por la identificación editorial apostando por el perfil del pódcast de autor. “Queremos huir un poco del jijijaja y de los pódcast de celebrities y centrarnos en otros de carácter más divulgativo y profesional donde los oyentes buscan algo más que pasar un rato. Creemos que hay un hueco para hacer esa diferencia editorial. Lo que sería ridículo es ponerse a competir con Spotify pensando que podemos ganarles”.

Para impulsar y ayudar a crecer al tipo de creadores que persiguen, iVoox contempla la posibilidad de garantizarles un mínimo de ingresos que les permitan seguir creando esos contenidos y, a partir de ahí, explotar con la publicidad y compartir beneficios. Para aquellos creadores que decidan publicar en iVoox en exclusividad, el mínimo sería mayor. “Lo que creamos en realidad es un ecosistema en el que el creador decide cuánto se casa con nosotros y cuanto puede llegar a ganar y te aseguro que algunos viven perfectamente de esto», concluye.

Ana DelgadoLarga trayectoria en el oficio del periodismo. Sé poco de mucho y mucho de nada
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