Aunque muchas personas no lo saben, los empleados tienen el derecho de solicitar una excedencia voluntaria para trabajar en otra empresa.
El artículo 46 del Estatuto de los Trabajadores señala que tienen derecho a solicitar la excedencia aquellos empleados con al menos un año de antigüedad en su empresa. El periodo por el cual se puede solicitar va desde un mínimo de cuatro meses hasta un máximo de cinco años. Y no se puede volver a pedir hasta que no hayan transcurrido cuatro años desde el final de la anterior excedencia voluntaria, como contábamos en EMPRENDEDORES.
Además, no es necesario especificar la causa, por lo que es compatible con cualesquiera que sean los motivos personales o profesionales del trabajador. No obstante, hay que señalar que depende de cada situación, puesto algunos convenios colectivos condicionan su concesión a la concurrencia de ciertos motivos que el trabajador debe justificar.
De este modo, el trabajador en excedencia puede prestar servicios para otra empresa. Eso sí, respetando siempre las obligaciones y acuerdos contemplados en el contrato laboral de la empresa con la que se encuentra en tal situación. Por ejemplo, habrá que tener en cuenta si existen cláusulas de no competencia. Igualmente, la excedencia puede ser utilizada para emprender un nuevo negocio.
Así pues, la excedencia es una red de seguridad para el empleado que la solicita, ya que sabe que sigue teniendo la opción de regresar a la compañía donde trabaja si la aventura no le va del todo bien.
No obstante, Pere Vidal, profesor colaborador de los Estudios de Derecho y Ciencia Política de la UOC y experto en derechos de los trabajadores, explica que la empresa no está obligada a aceptar peticiones de retorno anteriores a la fecha de finalización de la excedencia.
Además, señala que muchas compañías, para frenar este tipo de excedencias, optan por posponer la fecha de inicio, con la intención de forzar que el empleado que la solicita para irse a la competencia presente una baja voluntaria.
El retorno tras la excedencia
Hay que tener en cuenta que cuando se solicita una excedencia voluntaria no se reserva el puesto al trabajador, sino un derecho preferente a volver cuando exista una vacante igual o similar a la de su categoría profesional.
Y el regreso tras el paso por otra empresa puede ser complicada. “Al volver al trabajo, puede haber consecuencias sutiles, como el hecho de que la empresa dude del compromiso del empleado porque se ha roto la confianza o se cuestione su lealtad hacia la compañía”, afirma Enrique Baleriola, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC y experto en psicología del trabajador.
“Para las personas, es importante la identidad de pertenencia a un grupo. En el caso de una excedencia, se perturba esta identidad dentro de la empresa y provoca que el empleado ya no sea el mismo o deje de encajar en el grupo”, añade.
Dicha situación de ruptura del compromiso que puede sentir la empresa puede afectar al trabajador de distintas formas. “Puede tener una sensación de exclusión y sentir frustración o infravaloración o incluso puede mostrarse susceptible a los cambios o a los nuevos compañeros. El empleado puede llegar a plantearse qué hace en esta compañía, cuál es su aportación o cuáles son sus valores”, aclara.
¿Cómo facilitar la vuelta?
Con el fin de evitar llegar a este punto, Baleriola reseña que empresa y trabajador deben abordar la situación con una comunicación directa y dejar claras las expectativas de cada una de las partes.
“El empresario debe dar un marco de apoyo para que el trabajador hable de sus experiencias durante la excedencia y pueda expresar sus preocupaciones sobre la vuelta al trabajo”, especifica.
La compañía puede afrontar esta situación y prepararse ante tales circunstancias. Por ejemplo, puede poner en marcha un programa de tutorías para los empleados que regresan de una excedencia, con el objetivo de facilitarles la reincorporación a su puesto de trabajo.
Además, el profesor de la UOC recalca que la empresa también ha de reconocer las habilidades que esta persona ha adquirido durante su excedencia, en lugar entender esta circunstancia como una falta de compromiso.
En cuanto al trabajador, recomienda que tenga “una conversación abierta con sus supervisores y compañeros, para expresar su entusiasmo por conseguir el éxito de la empresa y para alejar posibles dudas sobre su compromiso”.