El fracaso en el emprendimiento es un tabú social en España
Más de la mitad de los españoles piensan que se juzga a los emprendedores más por su fracaso que por su éxito. Sin embargo, creen que es una oportunidad para mejorar.

Estamos acostumbrados a escuchar historias de éxito. Por el contrario, es mucho menos habitual que nos lleguen relatos centrados en el fracaso. Y quizá sea un error, porque se puede aprender mucho de estas situaciones.
Es más, debemos aprender del fracaso, dándole la vuelta para convertirlo en una oportunidad de crecimiento, como contaban Rafael Galán y Javier Escudero en su libro ‘El error positivo’.
Sin embargo, aunque nos pese, el fracaso sigue están muy mal visto. De hecho, más de la mitad de los españoles consultados (51,6%) creen que la sociedad juzga a los emprendedores más por sus fracasos que por sus éxitos, según una encuesta realizada por Kantar para e-Residency, el programa para emprendedores globales del Gobierno de Estonia.
Además, los españoles tienen la percepción de que el fracaso al emprender se acepta mejor en Europa que en España. El 44% de los encuestados están completamente de acuerdo con esta afirmación, mientras que el 45% creen que es probable.
Oportunidad para mejorar
Pero esto no quiere que estén conformen con ello. Muy al contrario, 3 de cada 4 de los encuestados (77%) piensan que el fracaso al emprender no sólo no debería ser un tabú social, sino que opinan que es una oportunidad para aprender y mejorar.
Por otro lado, parece que el miedo al fracaso no supone un freno para el emprendimiento. Sólo el 6,7% de los consultados dicen que ese temor es un obstáculo para poner en marcha sus proyectos.
Las principales barreras para emprender que citan los españoles son la falta de recursos económicos (38%) y la burocracia (24%).
“El miedo no es a fracasar al emprender, sino a no tener segundas oportunidades. Los datos muestran que, individualmente, los españoles sí creen en el aprendizaje que deja el error, pero falta un entorno que les permita volver a intentarlo sin penalizaciones”, declara Guillermo Chávez, responsable de e-Residency para mercados de habla hispana.
No obstante, hay que recordar que en nuestro país existe la denominada Ley de Segunda Oportunidad.
Dicha ley contempla la exoneración de deudas y la suspensión de pagos de acreedores. Y también ofrece ayudas a los emprendedores que se ven en esta situación.
Si te interesa saber los requisitos para acogerte a ella, te recomendamos que eches un vistazo a este artículo.
Compartir el fracaso para aprender
El ecosistema emprendedor quiere dar la vuelta al estigma con el que cargan los emprendedores tras un fracaso.
Un ejemplo de ello es el movimiento Fuckup Nights (FuN), puesto en marcha por Scientika, en colaboración con e-Estonia y el programa e-Residency, que trata de desterrar esta imagen mediante la conversación y el ejemplo.
Esta iniciativa nació en 2012 en Ciudad de México, cuando un grupo de emprendedores decidieron compartir públicamente los fracasos de sus proyectos.
Arrancó como una charla informal, pero se acabó convirtiendo en un movimiento global presente en más de 250 ciudades de más de 70 países, con miles de eventos en los que los emprendedores cuentan sus tropiezos con transparencia y humor.
Y aunque el fracaso no aparezca casi nunca en los medios, está ahí. En los encuentros de FuN ya han sido compartidas más de 20.000 historias de fracaso desde que se puso en marcha.
La gira de este curso arrancó en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia. Se seguirá celebrando a lo largo y ancho de todo el mundo en los próximos meses.
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