¿Hacienda llama a tu puerta? Cómo prepararte y superar una inspección sin sobresaltos
La mejor manera de afrontar una inspección de Hacienda empieza por llevar las cuentas claras, conocer tus obligaciones, actuar con transparencia y contar con asesoramiento profesional.
Patrocinado por:


A nadie le entusiasma recibir una notificación de Hacienda comunicando el inicio de una inspección. Sin embargo, no es motivo de pánico. La clave está en anticiparse: mantener la contabilidad actualizada, actuar con transparencia y conservar toda la documentación bien organizada. Con una buena preparación, la inspección puede resolverse sin complicaciones en lugar de convertirse en un auténtico quebradero de cabeza.
Tanto si eres autónomo como si diriges una pyme, en este artículo —elaborado con el asesoramiento de Área Jurídica Global, con más de 20 años de experiencia acompañando a empresas y profesionales en inspecciones de Hacienda— te contamos cómo funciona el procedimiento, cómo anticiparte y qué pasos dar si un día te llega la notificación.
¿Cómo me avisan?
La forma más habitual de enterarte de que Hacienda quiere revisar tu actividad es a través de una notificación oficial.
Si estás obligado a utilizar el sistema de notificaciones electrónicas —como ocurre con las empresas—, recibirás la comunicación telemáticamente en tu sede electrónica. Si no estás obligado ni te has suscrito voluntariamente, la comunicación llegará mediante carta certificada.
En esa notificación se especificará el tipo de inspección (limitada o general), los períodos objeto de revisión, los impuestos que se van a comprobar y los documentos o explicaciones que se requieren. Esa primera carta marca el punto de inicio del proceso y te permite organizarte con antelación.
Recuerda que es importante revisar con regularidad el buzón digital o autorizar a tu asesor para hacerlo, porque el plazo legal comienza desde la fecha en que la notificación se pone a tu disposición, no desde cuando la lees.
En general, Hacienda requerirá que lleves la documentación solicitada a una oficina de la Agencia Tributaria, aunque también existe la posibilidad de que un inspector visite tu negocio cuando la naturaleza de la comprobación lo justifique (por ejemplo, para verificar in situ operaciones, inventarios o condiciones de actividad).
Cuando te citen para comparecer, deberás acudir el día y la hora señalada en la las dependencias de Hacienda que corresponda, aportando toda la documentación que al final de la notificación se enumera.
Ponte en manos de abogados especializados, serán tu mejor apoyo durante todo el proceso
¿Qué hago si me llega una notificación de inspección?
Ante todo, mantén la calma. Una inspección es, en esencia, el inicio formal de un procedimiento de comprobación. No implica que hayas hecho algo mal.
Lee la notificación con detenimiento. En ella deben figurar los documentos solicitados, los impuestos y ejercicios afectados, el alcance de la inspección y el lugar, fecha y hora de la comparecencia o entrega de documentación.
Si tienes dudas, contacta lo antes posible con profesionales especializados en soluciones jurídico-financieras para empresas y particulares. Contar con un abogado experimentado te ayudará a delimitar el alcance de la inspección, preparar la documentación y presentar alegaciones en caso necesario.
Prepara con orden la documentación solicitada: contabilidad oficial, facturas, extractos bancarios, libros de registro, contratos, nóminas, justificantes de pago y declaraciones presentadas. Es recomendable entregar copias organizadas y acompañarlas de un índice que facilite la revisión.
Presenta todo dentro de los plazos y conserva los justificantes de entrega, acuses de recibo o correos de confirmación. Estos documentos son fundamentales si más adelante surgiera alguna discrepancia o hubiera que presentar un recurso.
Por último, no firmes actas ni documentos de conformidad sin asesorarte previamente. La firma puede limitar tu defensa en un posible recurso, por lo que conviene analizar cada caso con la ayuda de un profesional antes de suscribir ningún acuerdo.
¿Por qué me puede inspeccionar Hacienda?
La Agencia Tributaria dispone de numerosos mecanismos para detectar posibles irregularidades o incoherencias en las declaraciones presentadas por autónomos y empresas. No siempre se trata de fraudes. En muchas ocasiones, basta con que determinados datos no encajen o se desvíen de lo habitual dentro del sector para que se active una revisión.
Entre los motivos más frecuentes que pueden dar lugar a una inspección figuran:
• Declarar ingresos sensiblemente más bajos que los de empresas similares.
• Presentar descuadres entre los modelos trimestrales y el resumen anual.
• Diferencias entre los modelos 347 de IVA que presentan los clientes o proveedores (operaciones de más de 3.005,06 €) y nuestros modelos 303 de IVA.
• Incluir deducciones elevadas o gastos que no parecen guardar relación directa con la actividad económica
• Acumular retrasos en el pago de impuestos.
• Declarar unos ingresos que no se corresponden con el nivel de vida que reflejan tus cuentas bancarias.
• Posibles denuncias de terceros —clientes, empleados o proveedores— que comuniquen posibles irregularidades a la Agencia Tributaria.
Ten presente que no todas las comprobaciones parten de una sospecha concreta. Muchas se enmarcan en campañas rutinarias o en programas de verificación aleatoria basados en análisis de riesgo y cruces automatizados de información.
En definitiva, una revisión puede derivar tanto de un indicio específico como de un control periódico. Lo importante es mantener la coherencia y trazabilidad en todas las operaciones para poder justificar cualquier dato o deducción ante la Administración.
No siempre hay un motivo específico detrás de la notificación. La Agencia Tributaria realiza inspecciones de forma aleatoria dentro de campañas rutinarias de control
Diferencia entre inspección limitada y general
No todas las inspecciones de Hacienda son iguales y es importante tener clara la diferencia, porque el alcance de la revisión puede variar mucho de un caso a otro.
► Inspección limitada. Es la más habitual y tiene un alcance restringido. El objetivo es verificar la corrección de determinados datos o justificar operaciones específicas, como una deducción concreta o el cálculo del IVA de un año. Estas actuaciones suelen desarrollarse sin necesidad de examinar toda la contabilidad ni realizar comprobaciones presenciales en el negocio.
► Inspección general. Permite a la Agencia Tributaria revisar de forma conjunta varios impuestos y ejercicios fiscales, e incluso analizar el patrimonio personal del contribuyente si está vinculado con la actividad. Este tipo de procedimiento suele aplicarse en empresas con un volumen de operaciones elevado o cuando existen indicios de irregularidades relevantes. La inspección general implica un proceso más largo y detallado, en el que resulta esencial contar con todos los registros contables, justificantes y declaraciones perfectamente actualizados y en orden.
¿Cómo me preparo antes de que llegue?
La prevención es tu mejor garantía. Por eso, lo ideal es anticiparse al posible inicio de una inspección de Hacienda. Estas son algunas buenas prácticas que conviene tener presentes:
1. Mantén tu contabilidad al día
Tener la contabilidad actualizada, los justificantes archivados y los modelos fiscales correctamente presentados es fundamental. Así, si Hacienda te pide información, podrás entregarla de inmediato sin correr a buscar papeles de última hora.
2. Evita gastos difíciles de justificar
No todo gasto puede deducirse. Viajes de ocio, comidas sin relación con tu negocio o facturas con descripciones genéricas pueden levantar sospechas.
Recuerda que un gasto solo será deducible si está vinculado de forma directa e indiscutible con la actividad económica. Procura que las facturas describan claramente el concepto del gasto, en lugar de recurrir a etiquetas imprecisas como “servicios varios”.
3. Sé coherente con tu sector
Hacienda dispone de módulos comparativos y otras herramientas que permiten detectar anomalías. Si tus declaraciones difieren mucho de la media sectorial, podrían generar alertas.
Por ejemplo, ingresos muy por debajo de lo normal resultan llamativos, a menos que puedas aportar una justificación razonable, como una caída puntual de ventas o una inversión significativa en curso.
4. Apóyate en herramientas digitales especializadas
Hoy en día existen muchos softwares de facturación y gestión contable que facilitan la emisión de facturas, el seguimiento de cobros y pagos y el control interno. Usarlos no solo reduce el riesgo de errores, sino que mejora la trazabilidad.
Además, la próxima implantación obligatoria de la factura electrónica en España reforzará la tendencia hacia la digitalización y la exigencia de registros con trazabilidad plena. Con la obligación de VeriFactu —suministro de facturación inmediato a Hacienda— desaparece el riesgo de pérdida que supone el papel.
5. Separa tus cuentas bancarias personales y profesionales
Aunque la ley no exige mantener cuentas bancarias separadas para lo personal y lo profesional, organizarlo así ayuda enormemente a demostrar la transparencia.
Si realizas pagos o cobros en metálico, deja constancia mediante recibos o justificantes que acrediten la operación. Cada movimiento contable debe poder justificarse con facilidad.
Durante la inspección: consejos prácticos
El día de la cita con Hacienda es normal sentirse nervioso, pero si vas preparado no hay nada que temer. Estos consejos te ayudarán a afrontarla con calma:
✓ Sé puntual y lleva todo en orden. Acude con toda la documentación y evita improvisaciones para transmitir seriedad y control.
✓ Responde solo a lo que te pregunten. Limítate a contestar con claridad y precisión. No es recomendable aportar información extra por iniciativa propia, pues podrías abrir la puerta a nuevas comprobaciones inesperadas.
✓ Pide aclaraciones cuando lo necesites. Si alguna pregunta no te queda clara, dilo sin reparos. Es mejor solicitar una explicación, que dar una respuesta incorrecta.
✓ Revisa todo antes de firmar. Si el inspector te presenta un acta o documento para firmar, tómate el tiempo necesario para revisarlo. Puedes solicitar una copia y consultarla con tu abogado antes de comprometerte con la firma, ya que ésta implica efectos jurídicos relevantes, por lo que es mejor analizar cualquier contenido antes de ratificarlo.
✓ Muestra una actitud colaborativa. La inspección no es un juicio. Mostrar disposición y transparencia ayuda a que el proceso sea más ágil y menos tenso.
✓ Mantén los límites. Colabora facilitando la documentación requerida, pero recuerda que el domicilio personal y ciertas zonas privadas tienen especial protección. Si los inspectores quisieran acceder a un domicilio o a dispositivos informáticos que contengan datos personales, necesitarán tu consentimiento expreso o bien una autorización judicial previa. En caso de duda, no cedas sin consultar con tu abogado.
¿Qué ocurre después?
Una vez finalizada la revisión, el inspector elabora un acta con sus conclusiones. Este documento puede confirmar que todo está correcto o señalar discrepancias respecto a lo declarado. Si surgen diferencias, Hacienda puede proponer una liquidación provisional con los importes pendientes, los intereses de demora y, en su caso, una sanción, que siempre se impone por el mero hecho de dejar de ingresar la deuda tributaria.
Antes de dictar la resolución definitiva, es decir, antes de la firma de las actas, la Administración debe abrir un trámite de audiencia por 10 días para que puedas presentar alegaciones o aportar nueva documentación. Si no se detectan incidencias, el procedimiento se cierra sin consecuencias.
En los casos con sanción, la Ley General Tributaria permite una reducción del 30 % si aceptas el acta de conformidad. El hecho de firmar un acta de conformidad no implica que no se pueda presentar recurso, pero si se presenta, se pierde la reducción por conformidad.
Si no estás conforme con la liquidación, puedes presentar recurso de reposición o reclamación económico-administrativa en el plazo de un mes desde la notificación. Tu asesor fiscal será clave para valorar si conviene aceptar, negociar o recurrir según la cuantía y las circunstancias del caso.
Si hay incidencias, tu asesor fiscal es clave para analizar el acta de resolución y decidir la mejor estrategia en función de la situación
¿Puede una inspección de Hacienda convertirse en una oportunidad?
Aunque nadie desea pasar por una inspección de Hacienda, también puede verse su lado positivo. Piénsalo como una revisión de tu negocio, como un examen que, si te preparas con antelación, no solo te ayuda a detectar posibles errores antes de que se conviertan en un problema, sino que también te da la seguridad de estar haciendo las cosas bien.
Además, superar una inspección con éxito refuerza la credibilidad de tu empresa y transmite confianza a inversores, socios y clientes. Esa confianza no tiene precio.
Con un buen sistema contable y el apoyo de profesionales especializados, comprobarás que no hay nada que temer y que una gestión fiscal ordenada es la mejor garantía para el futuro de tu negocio.
Recomendados

PATROCINADO
Redacción Emprendedores
Este mecanismo legal permite a particulares y autónomos dejar atrás cargas insostenibles y empezar de cero. Con el asesoramiento de Área Jurídica Global, te contamos todos los detalles.

David Ramos
Hacienda tiene la potestad de embargar los bienes y cuentas de los autónomos con deudas generadas por diferentes motivos. ¿Sabes cuáles son?

David Ramos
Hacienda no tiene un epígrafe de actividad económica para la profesión de influencer. Aquí te explicamos cómo debes proceder, dependiendo de los contenidos generados y la forma de gestionarlos.

Pilar Ponce de León
No importa si arrancas en el mundo del emprendimiento o buscas profundizar tus conocimientos en finanzas, estos libros te darán las herramientas para tus metas económicas.
