No esperes al futuro: Madrid lo está creando hoy

El emprendimiento tecnológico ha vivido un auge sin precedentes: startups que hace diez años eran apenas ideas ahora lideran mercados globales, y los inversores han aprendido a identificar talento y potencial disruptivo en cualquier rincón del mundo.

Este fenómeno ha dejado claro que la innovación es una herramienta de crecimiento económico sin igual.

La revolución de la IA

La irrupción de la inteligencia artificial ha revolucionado sectores enteros: desde la medicina, con algoritmos que detectan enfermedades antes de que se manifiesten, hasta la movilidad urbana, con sistemas inteligentes de gestión del tráfico que reducen tiempos de desplazamiento y emisiones contaminantes.

Paralelamente, el despliegue del 5G y el Internet de las cosas ha permitido que objetos cotidianos se conecten entre sí y con nosotros, abriendo nuevas posibilidades en hogares, fábricas y ciudades.

Madrid, foco de innovación

Madrid ha asumido este desafío con ambición. Espacios como La Nave, Madrid Innovation Lab o Madrid in Game se han convertido en focos de actividad donde se aceleran empresas emergentes y se generan sinergias entre agentes del sector.

Todo este engranaje podría ser la explicación de que la primera cápsula orbital que se lance al espacio diseñada en España lleve sello madrileño o que la IA también sea impulsora de la mejora del bienestar animal, proporcionando estructura, recursos y visibilidad a quienes proponen soluciones disruptivas. 

El resultado de todo este esfuerzo se traduce ya en que el 37,4% del total del empleo tecnológico a nivel nacional se concentra en la Comunidad de Madrid, posicionándose como la 2ª región europea con más empleo tecnológico.

Hace seis años, la ciudad apenas figuraba en los grandes termómetros internacionales de innovación. Hoy, estudios recientes de referencia sitúan a la capital entre los tres polos europeos más estratégicos en investigación e innovación digital, junto a Múnich y París.

¿Cómo hacerlo?

Retener el talento

Para escalar estos resultados, la primera apuesta deber ser la de retener el talento. Los jóvenes han entendido que la ciudad donde escojan vivir puede ser el mejor billete que los lleve al desarrollo de una carrera profesional brillante. La fuga de talento en España sigue siendo un problema estructural.

El crecimiento tecnológico y formación

Al mismo tiempo, la evolución exponencial de la tecnología pone al tiempo en nuestra contra para formar a nuevos trabajadores.

Esto exige políticas activas para que los jóvenes elijan itinerarios científico-técnicos, para que los profesionales se recualifiquen a lo largo de su vida y para que la ciudadanía perciba la ingeniería y la tecnología como vocaciones con propósito social.

Debemos fomentar la formación profesional tecnológica al igual que otras capitales europeas para que la educación responda a las demandas reales del mercado y ofrezca oportunidades de especialización que permitan a los jóvenes incorporarse con solvencia a sectores en crecimiento.

Iniciativas innovadoras

¿Es acaso una locura que como Administración queramos que los ciudadanos emprendan, propongan y desafíen lo establecido? No debería.

Uno de los instrumentos más potentes que se han puesto en marcha en Madrid es la compra pública innovadora. A través de esta estrategia estimulamos la demanda tecnológica y creamos oportunidades reales para empresas que desarrollan soluciones de vanguardia.

Con ello, no solo resolvemos necesidades concretas de la ciudad, sino que impulsamos la creatividad empresarial y la competitividad tecnológica. El avance tecnológico requiere que las administraciones adopten un papel facilitador y actúen como puente entre el conocimiento generado en universidades, centros de investigación y el tejido empresarial.

En este sentido, la colaboración público-privada es más que nunca un elemento clave para acelerar proyectos, potenciar al talento, validar soluciones y reducir la brecha que a menudo separa la innovación de la implantación en entornos reales.

Todo ello, sin olvidar que la flexibilidad regulatoria y la reducción de barreras burocráticas, a menudo, suelen ser los mejores aliados para que el talento y la innovación prosperen en cualquier parte del mundo.

Los retos del futuro

Mirando al futuro inmediato, el reto consistirá en consolidar un ecosistema capaz de atraer nuevas inversiones sin perder de vista la cohesión social.

Iniciativas como DesafIA Madrid invitan a emprendedores a aplicar la inteligencia artificial para resolver retos planteados por la administración local y por entidades privadas con el objetivo de promover soluciones que mejoren la vida de los ciudadanos.

Si lo hacemos bien, Madrid no solo será una capital económica, sino la capital donde se crea el futuro.