El pasado 23 de febrero, Toni Mateos recogía el premio de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas en una de las categorías de los Oscars Tecnológicos. Han tenido que pasar 13 años para recibir este reconocimiento después de fundar en 2010, junto con Pau Arumi, imm sound, una empresa con sede en Barcelona especializada en tecnología de sonido 3D y postproducción para el cine y otras industrias creativas.
Antes de emprender, Toni Mateos estaba involucrado en el mundo académico. Es doctor en Física Teórica y Altas Energías por la Universidad de Barcelona y postdoctorado en el Imperial College de Londres, donde llegó a trabajar como profesor asociado, igual que en la Pompeu Fabra. En la misma época, le nombran director de Investigación en Audio del Barcelona Media Innovation Center y aquí es donde dan con la tecnología de sonido tridimensional envolvente que revolucionaría el sonido del cine hasta hoy.
La industria del sonido
Hay que tener en cuenta que la industria del sonido cambia poco, cada 20 años más o menos. Del mono pasamos al estéreo, de aquí al sonido surround con sistemas como 5.1 y 7.1 hasta llegar al sonido 3D con técnicas de procesamiento de audio que generan una experiencia de sonido tridimensional inmersiva. Esto es lo que habían conseguido Toni Mateos y Pau Arumi en su pequeño laboratorio.
Tras darse cuenta del tremendo potencial de la tecnología desarrollada, una vez patentada intentan licenciarla a otras corporaciones de la industria para su explotación comercial. Como no lo consiguen fundan ellos su propia empresa, imm sound.
El ascenso fue meteórico. A pesar de ser una empresa relativamente joven, pronto consiguieron que las principales salas de cine de todo el mundo instalaran su tecnología con un sistema que mejoraba el formato Dolby, con una experiencia de sonido más envolvente y realista. Al final el gigante tecnológico acabó inclinándose ante el descubrimiento de imm sound y adquiriendo la empresa en 2012 e integrándola en lo hoy es Dolby Atmos.
Desde entonces, uno de los centros de I+D de Dolby se ubica en Barcelona donde trabajan hoy alrededor de 35 personas. En Dolby Laboratories permaneció también Toni Mateos hasta 2019 como director de Investigación, Grupo de Tecnología Avanzada.
La tecnología ha llegado a más de mil millones de personas en más de 90 países, impacto que ahora reconoce la academia con el premio al equipo que contribuyó a este avance.
Ahora a transformar la tecnología blockchain
El motivo que llevó a Mateos a abandonar el trabajo en Dolby fue el descubrimiento de la blockchain y la constitución de un nuevo proyecto emprendedor, muy alejado este del anterior. Tras profundizar en el conocimiento de la tecnología, lo que se propone ahora es trasladar el mismo espíritu innovador y revolucionar la cadena de bloques creando una nueva blockchain desde cero.
Para su desarrollo, Toni Mateos funda junto con Alun Evans, Alessandro Siniscalchi y Fernando Estalella Freeverse una empresa de infraestructura blockchain donde Mateos desempeña el papel de CTO. La blockchain resultante la han denominado LAOS Network, con potencial de revolucionar la forma en que se procesan las transacciones en los principales ecosistemas.
LAOS emerge como una plataforma transformadora que mejora la usabilidad y la interoperabilidad en el panorama de los activos digitales. Se trata de una cadena de bloques de Capa 1 completamente abierta y descentralizada que usa su propio token de utilidad nativo, LAOS, y desplegada como una paracadena dentro de Polkadot (otra blockchain de código abierto).
Marcando la diferencia con Ethereum
Además de heredar la seguridad del sistema de Polkadot, LAOS Network se inspira en la versatilidad de Ethereum, otra plataforma de código abierto que usan miles de desarrolladores de todo el mundo en la creación de aplicaciones descentralizadas. El problema que presentaba ya Ethereum es que se había quedado demasiado lenta, “como una especie de router antiguo utilizado por muchos a la vez, lo que planteaba un problema de escalabilidad”, explica Mateos.
Esta debilidad la han solventado en el equipo de Freeverse con LAOS Network mediante una tecnología que permite hacer muchísimas más operaciones por segundo. “Es como si hubiésemos metido un chip para acelerarlo todo y poder hacer muchas más operaciones como desarrollar metaversos, apps, videojuegos, la identidad digital, coleccionables NFT, activos digitales del mundo real tokenizados y muchas cosas más”, dice el CTO.
Otro de los objetivos que persiguen con su innovación es terminar con el concepto de especulación que se asocia a muchos activos digitales, de manera que el propósito de quienes se adentran en este mercado no sea siempre la ganancia de dinero. “Queremos convertir a LAOS en un bien público que aporte valor en casos de uso reales, no especulativos”, precisa Mateos.
Una vez probada la eficacia de la solución, los fundadores esperan que los usuarios de Ethereum empiecen a usar la LAOS Network como herramienta para construir mejores aplicaciones, con mayor escalabilidad. Esto supondría un espaldarazo internacional a Freeverse y una revalorización exponencial de su propia criptomoneda o token, de la que los fundadores se han quedado unas pocas.
Si la aproximación de Ethereum sucede, genial, porque, aunque aquí no se hable de adquisición, ello permitiría a Mateos vivir una experiencia similar a la que tuvo con Dolby hace más de trece años. Pero, si no ocurre, tampoco pasa nada porque la startup tiene la hoja de ruta marcada para seguir la travesía en solitario hasta consolidar su propio ecosistema para todo aquel que quiera beneficiarse de su infraestructura blockchain que presume de ser no solo mucho más rápida y eficaz, sino también mas segura y económica.