Ya está operativo el Código de buenas prácticas de Inteligencia Artificial de uso general de la Comisión Europea, una herramienta voluntaria desarrollada por trece expertos independientes, con aportaciones de más de 1.000 partes interesadas, incluidos proveedores de modelos, pequeñas y medianas empresas, académicos, expertos en seguridad de la inteligencia artificial, titulares de derechos y organizaciones de la sociedad civil.

¿Para qué sirve?
El código está diseñado para ayudar a la industria a cumplir las normas de la Ley de IA sobre inteligencia artificial de uso general, que entrará en vigor mañana 2 de agosto. Las normas pasan a ser ejecutables por la Oficina de Inteligencia Artificial de la Comisión un año después en lo que respecta a los nuevos modelos y dos años después en lo que respecta a los modelos existentes.
Con ello se pretende garantizar que los modelos de inteligencia artificial de uso general introducidos en el mercado europeo –incluidos los más potentes– sean seguros y transparentes.
¿En qué consiste?
El código consta de tres capítulos: transparencia y derechos de autor, ambos dirigidos a todos los proveedores de modelos de inteligencia artificial de uso general, y seguridad y protección, pertinentes solo para un número limitado de proveedores de los modelos más avanzados.
Dado que los modelos de inteligencia artificial de uso general sustentan muchos sistemas de inteligencia artificial en la UE, la Ley de IA ayuda a los proveedores a garantizar una transparencia suficiente. Esto permite a los proveedores integrar estos modelos en sus productos.
El capítulo sobre transparencia del código ofrece un modelo de formulario de documentación fácil de usar, que permite a los proveedores documentar fácilmente la información necesaria en un solo lugar.
El capítulo sobre derechos de autor del código ofrece a los proveedores soluciones prácticas para establecer una política que cumpla la legislación de la UE en materia de derechos de autor.
¿De qué protege?
Algunos modelos de inteligencia artificial de uso general podrían conllevar riesgos sistémicos, como riesgos para los derechos fundamentales y la seguridad, incluida la reducción de las barreras para el desarrollo de armas químicas o biológicas, o riesgos relacionados con la pérdida de control sobre el modelo.
La Ley de IA exige que los proveedores de modelos evalúen y mitiguen estos riesgos sistémicos. El capítulo sobre seguridad y protección contiene las prácticas más avanzadas pertinentes para la gestión del riesgo sistémico.
Próximos pasos
Una vez que el código sea refrendado por los Estados miembros y la Comisión, los proveedores de modelos de inteligencia artificial de uso general que lo firmen voluntariamente podrán demostrar el cumplimiento de las obligaciones pertinentes de la Ley de IA adhiriéndose al código.
Al hacerlo, los signatarios del código se beneficiarán de una menor carga administrativa y una mayor seguridad jurídica en comparación con los proveedores que demuestren el cumplimiento de otras maneras.
El código se complementará con directrices de la Comisión sobre la IA de uso general que se publicarán antes de la entrada en vigor de las obligaciones en materia de inteligencia artificial de uso general. Las directrices aclararán quién está dentro y fuera del ámbito de aplicación de las normas de inteligencia artificial de uso general de la Ley de IA.
¿Qué implica?
“La publicación de la versión final del código de buenas prácticas para la IA de uso general marca un paso importante para que los modelos de inteligencia artificial más avanzados estén disponibles en Europa no solo de forma innovadora, sino también segura y transparente”, afirma Henna Virkkunen, vicepresidenta ejecutiva para la Soberanía Tecnológica, la Seguridad y la Democracia de la Comisión Europea.
Esta experta recuerda que el código “ha sido diseñado conjuntamente por las partes interesadas en la inteligencia artificial, el código está en consonancia con sus necesidades. Por lo tanto, invito a todos los proveedores de modelos de inteligencia artificial de uso general a que se adhieran al código. De este modo, se les asegurará una ruta clara y colaborativa para el cumplimiento de la Ley de IA de la UE”.