¿Por qué Uruguay? Son muchas las razones por las que las empresas españolas deberían poner su punto de mira en este país. Por ser un hub logístico con el Cono Sur; por su pertenencia a Mercosur (lo cual amplía su mercado 3,5 millones de potenciales consumidores a 270 millones); por su renta per cápita (15.541 euros), la mayor de América Latina; por su normativa favorable a las inversiones extranjeras; por las inversiones públicas en sectores estratégicos; por su estabilidad económica y política… o simplemente porque ofrece oportunidades de negocio en construcción, energía, industria audiovisual, ingeniería e infraestructuras, medio ambiente, TIC y tratamiento de aguas, según los sectores identificados por el ICEX.
Si eres una grande
Si lo tuyo son las infraestructuras, ingenierías, energías renovables, automoción (componentes), construcción o tratamiento de aguas, en Uruguay vas a encontrar contratos por los que licitar.
El Gobierno de Uruguay ha comprometido 10.760 millones de euros (el 66% con fondos públicos), entre 2015 y 2019, para la mejora de las infraestructuras, energía y vivienda. El objetivo, en palabras del presidente Tabaré Vázquez, “es convertirnos en polo logístico de la zona”, y de paso generar empleo y mantener el crecimiento de su economía, cuyo PIB creció un 4% en el primer trimestre de 2015.
El interés de las energías renovables se centra, sobre todo, en dos: eólica y térmica (desde 2014, hospitales, hoteles y clubes deportivos de nueva creación tienen que llevar una cubierta de placas solares para uso de agua caliente).
Otro proyecto de interés está relacionado con la potabilización de agua en Aguas Corrientes y Laguna del Sauce, en la que Obras Sanitarias del Estado (OSE) invertirá 63 millones de euros.
Si eres una pyme
Encontrarás oportunidades, entre estos sectores: agroindustria (procesamiento de productos agrícolas), inmobiliario (al calor de las nuevas construcciones de viviendas), venta de maquinaria de segunda mano, industria editorial, negocios relacionados con las mascotas y servicios de valor añadido (clínica veterinaria), autolavados (el parque automovilístico es de 2.170.000 vehículos sobre una población de 3,5 millones) o industria frigorífica (mataderos).
A la hora de introducirse en el mercado, una buena forma de entrada puede ser a través del sistema de franquicia o mediante socios locales que te allanen el terreno. Tú eliges.
Un estribo para cabalgar por Latinoamérica
En Uruguay están presente alrededor de 80 empresas españolas de todos los tamaños, operando en seguros, banca, telefonía móvil, infraestructuras. Entre las pymes española, la franquicia también se ha hecho un pequeño hueco. Es el caso de Llaollao (yogur helado), que entró en el país, en 2014, a través de una masterfranquicia al Grupo Soster, y ha abierto dos locales más.
Para Pedro Espinosa, fundador de Llaollao, se trata de un mercado estratégico: ”A partir de Uruguay pretendemos entrar en otros mercados vecinos como son Argentina, Paraguay, Bolivia y el sur de Brasil, puesto que cuentan con cultura y gastronomía similares que las hacen perfectamente compatible con la filosofía de Llaollao”. Idéntica estrategia a la seguida por Grupo Damm (alimentación y bebidas), que entre los primeros países para su expansión latinoamericana, iniciada en 2008, eligió Uruguay, donde hoy tiene una fuerte presencia en hostelería y restauración.
