La historia de Sa Tuna Gin es breve, pero intensa. Esta marca de ginebra apenas tiene 5 años de vida y comenzó a gestarse cuando sus fundadores, Ferran Monfort, Arnau Viusà Cassanyes y David Río Mendoza, que trabajaban en el sector de la hostelería, empezaron a interesarse por las preferencias de los clientes al pedir una gin-tonic.
Esto dio pie a un trabajo de investigación para su proyecto de final de Bachillerato, germen de la que después sería su marca de ginebra.
“Esa curiosidad inicial nos llevó a experimentar con un pequeño alambique de 10 litros, combinando botánicos y aromas en un proceso de aprendizaje constante mediante prueba y error”, según cuentan en su web.
Y empezaron a testarlo de una manera bastante especial. “El primer prototipo de ginebra no sólo era un fruto de nuestro esfuerzo, sino también nuestro secreto mejor guardado. Escondido detrás de las barras de los restaurantes donde trabajábamos, este licor artesanal se convertía en protagonista cuando un cliente especial —un sumiller o el propietario de un restaurante destacado— pedía un gin-tonic después de una comida”, explican.
“Sin decir nada, servíamos nuestra ginebra y observábamos con expectación sus reacciones. Las sonrisas y el feedback entusiasta de estos catadores inesperados fueron el combustible para seguir perfeccionando la fórmula”, añaden.
Lanzamiento de Sa Tun Gin al mercado
Un par de año después, con el perfeccionamiento de la fórmula y tras la elaboración de varios lotes, comenzaron los trámites legales para llevar a Sa Tuna Gin al mercado.
A la par, iniciaron las obras de su destilería en Forallac (Gerona), donde instalaron un alambique de 100 litros, reflejo de su ambición.
La compañía trabaja en exclusiva con un distribuidor, Darnés-Disbesa, que mueve su producto en el canal hostelero y de la alimentación Además, Sa Tuna Gin ha empezado a penetrar en el retail, gracias a un acuerdo con la cadena de supermercados catalana Bonpreu i Esclat.
Pero el canal más importante es la hostelería, sobre todo en la provincia de Gerona, aunque la marca cada vez está adquiriendo más presencia en el resto de la región, especialmente en Barcelona.
Según informa La Vanguardia, entre sus clientes se cuentan más de 250 restaurantes, algunos de ellos tan famosos como El Celler de Can Roca de los hermanos Roca, con tres estrellas Michelín, o el Via Veneto de la familia Monje, con una de estas estrellas.
Por otro lado, Sa Tuna Gin ha sido escogida como ginebra oficial en varios eventos del ocio y la cultura, como el Festival de Cap Roig, Nits de Barcelona, Cerdanya Summer Fest, Mas Sorrer y The Santa Market.
La pujanza de la marca ha despertado el interés del ecosistema startup. La compañía ha sido acogida por la aceleradora de empresas emergentes Aticco Lab.
Además, ha cerrado una primera ronda de inversión de 250.000 euros, ya que el proyecto se había financiado hasta ahora con recursos propios, tal y como recoge el citado medio. Y sus fundadores sobrepasan por poco la veintena, por lo que son firmes candidatos para nuestra lista de Emprendedores menores de 35 años más brillantes.
Inspiración mediterránea
El Mediterráneo es la principal fuente de inspiración para los creadores de Sa Tuna Gin. Empezando por el nombre de la marca, que recoge la denominación de una cala de la Costa Brava.
Después, por la receta, ya que entre sus botánicos predominan las notas cítricas de la corteza de limón y naranja, que se complementan con hinojo, cardamomo y comino, redondeándose con notas dulces de arándanos rojos y canela.
También se extiende a la botella, ya que el nombre aparece codificado con letras y números, simbolizando la matrícula de una ‘menorquina’, una embarcación típica de aquella misma zona. Asimismo, la parte superior de la etiqueta muestra el relieve de la costa gerundense.
Además, presenta un toque de color azul turquesa, evocando las cristalinas aguas del Mediterráneo que bañan la cala de Sa Tuna.