Cuando pensamos en startups tecnológicas, siempre nos viene a la cabeza Silicon Valley. Sin embargo, hoy tenemos las herramientas necesarias para emprender prácticamente desde cualquier lugar del mundo.
Incluso desde un municipio gallego con algo más de 2.000 habitantes, como se ha empeñado en demostrar Damián Otero, fundador de OteroQA.
La empresa que ha puesto en marcha este emprendedor gallego se encarga de verificar que las aplicaciones, plataformas o páginas web de sus clientes funcionen correctamente antes de llegar al usuario final.
“Una empresa de pruebas de software se dedica a asegurar la calidad de los productos digitales antes de su lanzamiento. Esto implica detectar errores, validar funcionalidades y asegurar una buena experiencia”, explica el creador de OteroQA.
La idea nació en 2023, tras varios años trabajando como tester en distintas consultoras. “Sentía que podía ofrecer un servicio más flexible, personalizado y eficiente. Tenía ya una sólida experiencia en testing manual, automatizado y gestión de calidad”, afirma.
En muy poco tiempo, OteroQA ha logrado llegar a clientes muy relevantes. Aunque no puede compartir sus nombres, entre ellos se encuentra unas de las principales plataformas de comercio electrónico de productos low cost, algunas de las compañías más importantes de apuestas online o una plataforma de streaming de competiciones deportivas.
La compañía tiene en marcha 8 proyectos, todos ellos a largo plazo, por lo que tiene asegurados los ingresos durante un buen tiempo. Además, recientemente ha cerrado un acuerdo con otros dos clientes, gracias a los que su facturación se elevará hasta los 17.000-18.000 euros mensuales.
Pero sus expectativas son mucho mayores, puesto que está negociando un contrato con una aerolínea europea y con una empresa catalana que cuenta con más de 600 academias de inglés, por lo que es previsible que sus ingresos aumenten sustancialmente en el tramo final del año.
Otero tiene claras las claves de su éxito. “Ofrecemos cercanía, flexibilidad y comunicación directa con el responsable del proyecto. Nos adaptamos totalmente a los tiempos y necesidades del cliente, y aplicamos herramientas avanzadas, incluyendo inteligencia artificial, para optimizar los procesos de testing”.
Actualmente, el equipo de OteroQA está compuesto por tres personas, pero la startup incorporará en breve a otras dos personas.
OteroQA apuesta por Galicia
Damián Otero ha decidido emprender desde Boborás, un pueblo del interior de Orense, porque defiende que el talento no necesita emigrar a las grandes ciudades para tener impacto global.
Y está demostrando que es posible hacerlo, ya que OteroQA colabora con empresas de países de todo el mundo y de sectores tan diversos como blockchain, inteligencia artificial y comercio electrónico.
“No estoy rodeado de coworkings ni campus tecnológicos. Aquí solo hay monte y tranquilidad, pero desde Boborás colaboro a diario con equipos en Suiza, India, Estados Unidos o China. Galicia también puede ser territorio tech”, declara Damián.
No obstante, reconoce que emprender desde el mundo rural también tiene algunos inconvenientes. “El acceso a eventos presenciales o redes locales del sector puede ser más limitado”. En cualquier caso, remarca que “al tratarse de un negocio completamente digital, trabajar desde un entorno rural como Boborás no supone ninguna limitación real”. Además, subraya que este entorno “aporta tranquilidad y concentración”.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que hoy en día es posible acceder al talento disponible en cualquier punto del planeta. De este modo, se desdibuja la barrera que supone la escasez de perfiles tecnológicos en el lugar donde la empresa tiene su sede, ya que podemos encontrar a los profesionales que necesitamos en cualquier lugar del mundo y coordinar su labor fácilmente gracias a las herramientas de trabajo colaborativo.
Además, Galicia está demostrando en los últimos años un importante empuje. Por ejemplo, en EMPRENDEDORES hemos hablado de empresas con SunRock Biopharma, Agomab Therapeutics, UARX Space y otras muchas startups gallegas.