¿Es un buen negocio tener una administración de lotería?

Desde el año 2010, cualquiera puede ser propietario de una administración de lotería. Aunque sigue siendo un mercado muy regulado, ya no es ese tipo de negocio endógeno al que casi se accedía por herencia.

Hoy, las administraciones de lotería se rigen por un contrato mercantil y se pueden traspasar o vender a un tercero. Pero, ¿qué se necesita para adquirir una administración de lotería? Y sobre todo, ¿es un buen negocio emprender como lotero?

La cuestión es que no todas las administraciones de lotería valen igual ni son igual de rentables.

“En España hay 4.200 administraciones de lotería y según los datos del portal de Loterías y Apuestas del Estado unas 250 cambian de titularidad cada año”, explica Manuel Velasco, fundador de Traslot 102, una consultora especializada en el traspaso de administraciones de lotería. 

Un cambio que se inicia con la tasación de cada administración en particular,  ya que “su valor depende de los metros cuadrados, de la ubicación, de cómo está en ese momento el mercado…”, comenta Velasco. 

Valorar un despacho de lotería

Para profesionalizar al máximo este proceso, ellos han desarrollado una herramienta propia en la que introducen entre 40 y 50 variables con las que obtienen el valor más aproximado del mercado.

“La más barata que he vendido estaría en torno a los 150.000 euros y la más cara 1.700.000 euros. Una lotería vale en función, básicamente, de las comisiones, de los ingresos que recibe por parte de la Sociedad Estatal Loterías y Apuestas del Estado (SELAE) por vender sus productos. Hay administraciones que son puro autoempleo. Ingresan pongamos 60.000 euros y descontando gastos se quedan en 40.000 euros netos. Y hay loterías que tienen medio millón de ingresos al año. Esa es la parte del solomillo. Administraciones que está entre 400.000 y 600.000 euros. Son las que tengo clasificadas como triple A, que serían las más grandes: Doña Manolita, Sol, Maizea, Valdés, El Castillo… Pero eso son una minoría”, explica el fundador de Traslot 102.

“Si nos centramos en lo que representa la mayoría, las que más hay, hablaríamos de loterías que yo clasifico como serie B y que comisionan entre 100.000 y 150.000 euros”. 

Para comprar una administración de lotería, el comprador tiene que reunir una serie de condiciones, como no tener deudas con Hacienda, no tener deudas con la Seguridad Social y no tener otra administración de lotería a su nombre.

Luego, tiene que llegar a un acuerdo económico con el titular del negocio. Y se negocia la administración y el lugar en el que está ubicada. No se puede cambiar de sitio sin solicitar una autorización.

“Si tengo una lotería en la calle Alcalá, 180 y me ha surgido un local en la calle Alcalá 182, lo tengo que solicitar. No puedo cambiarlo por mi cuenta. Miran que no invadas otras zonas. Que no le hagas la competencia a otra administración. Para que te lo aprueben tienes que estar normalmente a una distancia de 300 o 400 metros”, apunta Velasco. 

¿Cómo se determina el precio?

Para ver el precio contemplamos dos tipos de conceptos.

Las comisiones

Por un lado, las comisiones. Este es un negocio transparente. Cuando podemos afirmar que una lotería tiene 150.000 euros al año de comisiones, no es porque el lotero se lo invente, o yo me lo invente, o hagamos un cálculo. Es que dispongo de unas hojas oficiales de Loterías y Apuestas del Estado donde dicen al céntimo cuánto ha comisionado.

Esto es lo más importante. Lógicamente, una administración de lotería que tiene unos ingresos de 100 vale más que una que tiene 80 y menos que una que tiene 120”. 

El alquiler del local

El segundo concepto que marca el precio es el alquiler de local. “Por eso utilizamos el término de traspaso, no es la venta de la licencia para llevársela donde uno quiera, sino que es dónde está.

Poniendo un caso extremo, una lotería con 100.000 euros que tiene un alquiler de 600 euros al mes, tendrá un valor bastante superior a una de 100.000 euros que paga 2.000 euros de alquiler. Porque se tienen en cuenta los beneficios”.

Además, hay otro montón de pequeños detalles que pueden marcar el precio final: en qué ciudad está, en qué barrio, si el local está arreglado, si tiene programas de gestión, si tiene una buena clientela, si tiene mucho paso de gente, el horario… 

Buenos y malos loteros

Y con todo esto, la rentabilidad de una administración de lotería también depende de la capacidad de vender de cada lotero.

“Gestionar bien significa llevar un buen control, hacer horas de apertura, visitar clientes… Un porcentaje alto de la lotería de Navidad no se vende en las administraciones de lotería, sino que se venden en empresas. Esos no van a venir a tu despacho, tú tienes que ir a ellos”. 

“También es importante tener una buena organización. Piensa que estás manejando un montón de dinero que no es tuyo. La característica de ese negocio es que si bien es cierto que lo que recibes por parte del Estado por la venta de sus productos es muy bajo, no llega a una media de un 5 o 6% del total de las ventas, la parte buena es que tú no adelantas dinero, no necesitas capital de maniobra, cero. Todo lo que vas a vender te lo han adelantado, te lo han depositado. Y 10 días después de los sorteos tienes que pagar al Estado la parte que le corresponda”. 

“Cuando compras una licencia de administración de lotería la puedes vender cuando quieras. No hay limitaciones como en los estancos que tienes que esperar 5 años. Tampoco hay limitaciones sobre cuántas veces se puede vender cada licencia. Además, es un negocio transparente y bastante seguro. Ninguna de las loterías que hemos vuelto a vender tras una compra ha bajado de precio. Es un negocio en el que ni vas a pegar un pelotazo ni vas a bajar mucho precio. De hecho, muy pocas terminan cerrando”.