Cambio de paradigma: 4 visiones de negocio distintas

Orbital Paradigm: logística espacial sostenible

En Orbital Paradigm proveen servicios de logística espacial para transporte de experimentos y laboratorios para investigación en órbita.

La intención a futuro es ofrecer servicios de reabastecimiento en órbita de satélites y estaciones espaciales. La misión, dicen, es conectar a la tierra con el espacio de una forma fluida. 

A este cambio de paradigma obedece el nombre de la startup que capitanea Francesco Cacciatore, CEO y cofundador junto con Víctor Gómez.

Naves de retorno

Desarrollan naves espaciales capaces de volver del espacio a la tierra, con un autopiloto de alta precisión y un escudo térmico reutilizable. El servicio que ofrecen es de transporte, con un modelo que cobra por cada kilo de material transportado. 

El proyecto ha requerido hasta la fecha una inversión de 1.5 millones de euros y la previsión es cerrar el año con 100.000 euros facturados.

Entre sus clientes más importantes citan al Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) de Francia, Alatyr o Frontier Space. Además de europeos, cuentan también con clientes en Japón, Australia y Estados Unidos.

Entre sus logros, se encuentra el de haber certificado para vuelo espacial su primer Producto Mínimo Viable (MVP). Han conseguido, además, un contrato por valor de hasta 3 millones de euros con CNES para transportar sus experimentos. “Vamos a lanzar al espacio nuestra primera misión antes de final de año”, anuncian.

La empresa ha sido también seleccionada por la Agencia Espacial Europea (ESA) en el marco del programa FIRST¡ Reusability para impulsar el desarrollo de tecnologías espaciales reutilizables.

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Bioinicia Cosmetics: cosmética pura del CSIC

Bioinicia Cosmetics es una empresa derivada del grupo Bioinicia, una empresa española que se funda en 2009 como spin-off del CSIC. La impulsa el científico José María Lagarón.

Se dedican al desarrollo y fabricación de materiales a nanoescala, como nanofibras y nanopartículas, utilizando la tecnología de procesado electro-hidrodinámico (EHD). 

Su tecnología es aplicable a diversos ámbitos. Uno de ellos es la cosmética dando lugar al nacimiento de la marca Bioinicia Cosmetics. Su misión, dicen, es convertir la ciencia en belleza.

Para ello, han creado unos parches que incorporan ingredientes activos en forma de nanopartículas, todos de origen natural, sin agua ni aditivos ni excipientes. A esto se refieren cuando hablan de cosmética pura.

El parche, al contacto con la piel humedecida, traslada los compuestos directamente a la piel con una penetración hasta diez veces mayor que un cosmético convencional. Permiten así realizar la rutina diaria del cuidado de la piel en apenas tres segundos.

Asimismo, al encapsular los activos cosméticos dentro de las fibras, todas las propiedades de los ingredientes se mantienen intactas, maximizando su eficacia.

Bioeconomía circular

Se trata de una tecnología disruptiva y de alto rendimiento basada en los logros científicos de un equipo de ingenieros e investigadores. Añaden a la eficacia del producto, el valor de la sostenibilidad que aplican tanto a los ingredientes que utilizan como a los procesos productivos.

En esta línea, lideran en este momento una investigación internacional para desarrollar envases cosméticos totalmente sostenibles.

Los parches pueden ser adquiridos por el cliente final a través de la página web de la empresa. En un modelo B2B, Bioinicia Cosmetic diseña también productos a medida para terceros que quieren aprovechar su tecnología.

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QuantumSec: ciberseguridad ofensiva

En QuantumSec desarrollan soluciones de ciberseguridad, sobre todo en la parte ofensiva. Esto quiere decir que se dedican a buscar vulnerabilidades en empresas y otras organizaciones ejerciendo ellos de hackers ‘malos’.

Aplican las habilidades de un ciberdelincuente para detectar puntos débiles y tomar las medidas de corrección oportunas. 

Se mueven por tanto, como crackers, pero con la finalidad ética por bandera. Lo que hacen es provocar ellos posibles incidencias para después reportarlas a los clientes.

Acompañan también a empresas de determinado tamaño a implementar sus políticas de ciberseguridad conforme a las exigencias legales del compliance y la gestión de riesgos. 

Para aquellas empresas pequeñas que entienden que esto de la ciberseguridad no va con ellos, recuerdan desde QuantumSec que el 43% de los ciberataques se dirigen a las pymes.

Los motivos: la escasa protección y que las cantidades pequeñas son más difíciles de recuperar que las grandes.

Dentro de los numerosos servicios que ofrecen se encuentran la auditoría de código; minería y extracción de datos; investigación de huella digital o mapeo exhaustivo de todos los activos de una empresa (red, servidores, endpoints), entre otros.

Kike Gandía y Juan Vilares son los cofundadores de esta startup nacida en Valencia en 2024. En tan poco espacio de tiempo, la facturación de la startup ronda ya los 100.000 euros. 

Apoyo a pequeños ayuntamientos

Además de especializarse en ciberseguridad ofensiva, en QuantumSec están creando también tecnología defensiva.

Dentro de esta línea de negocio, están poniendo en marcha pilotos con distintos Ayuntamientos de la Comunidad Valenciana con poblaciones de menos de 10.000 habitantes.

Se trata aquí de establecer un sistema de aviso en caso de que surja alguna incidencia.

Con más de cinco años dedicados al hacking ético y a la divulgación en redes sociales, Kike Gandía se ha convertido en una voz autorizada en materia de ciberseguridad.

En este sentido, insta a la responsabilidad de las compañías, pero también a la concienciación social. A veces, un ciberataque se puede evitar con un gesto tan sencillo y gratuito como es el de buscar contraseñas medianamente seguras.

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Additium: impresión 3D industrial

Los hermanos Guillermo y Carlos Navarro son los fundadores de Additium3D. La crearon hace tres años para facilitar a las empresas españolas la posibilidad de fabricar a gran o media escala piezas con impresión 3D.

Como señala Guillermo Navarro, CEO, las empresas industriales están abandonando el molde de inyección para fabricar las piezas con impresión 3D.

Las ventajas son muchas: desde la flexibilidad, hasta la reducción del tiempo de fabricación en un 99% por los casos y el abaratamiento de costes.

Otro de los grandes beneficios que aporta la impresión 3D dentro de la industria 4.0 es la reducción de materiales en la fabricación, “bien porque se generan menos desechos, bien porque las piezas son más ligeras”, explica.

Hablamos de tecnologías, básicamente controladas por ordenador y coordinadas por programas con una gestión eficaz de los recursos. No obstante, a juicio del CEO, todavía queda por delante una tarea de evangelización para su adopción definitiva.

“La impresión 3D es algo que a la gente le suena ya desde hace mucho tiempo, pero se popularizó en unas fases muy tempranas, cuando todavía se trabajaba de manera poco profesional, los procesos eran lentos y caros y los acabados eran malos. Durante los últimos cinco años, la evolución ha sido notable y ahora mismo existe la opción no solo de fabricar prototipos, sino también de industrializar y fabricar tandas cortas, medias y largas”.

“Empresas para que trabajen las máquinas”

En sus tres años de recorrido, Additium3D ha venido creciendo un 300% interanual. Esto se traduce en una facturación cercana al millón de euros que esperan alcanzar al cierre del ejercicio actual.

El equipo lo mantendrán en las cuatro personas que lo integran en la actualidad. “Estas son empresas pensadas para que trabajen las máquinas, no las personas”, dice Guillermo Navarro.

En cuanto a clientes, trabajan con una media de 300, 25 de ellos recurrentes, lo que les garantiza trabajo a más largo plazo.

Entre estos figuran nombres como los de Acierta Retail, donde, entre otras cosas, se encargan de hacer escaparates para marcas de lujo. Han hecho cosas también con Inditex, Indra o el sector de Defensa.