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“Soy MiPyME”: un día para sentirse orgulloso de tu pequeño gran éxito

Tres emprendedores que, al frente de sus micropymes, contribuyen en silencio y casi sin proponérselo a la economía nacional y al bienestar general.

27/06/2025  Ana DelgadoIdeas de negocio
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En marzo de 2025, había en España alrededor de 1.120.720 micropymes, equivalente al 38,02% del total de pymes en nuestro país. Se entiende por microempresas aquellas organizaciones que cuentan con menos de 10 asalariados y un límite máximo de volumen de negocio anual de hasta 2 millones de euros. 

Sin embargo, pese a ser las más frecuentes y su notable contribución al tejido empresarial español, o tal vez por ello, muchas veces pasan desapercibidas a los medios de comunicación. Hoy, Día Internacional de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas, queremos hacer un pequeño homenaje a estos pequeños gigantes a través de tres casos concretos, aún sabiendo que detrás de cada una de esas 1.120.720 micropymes hay una pasión y una historia que merecería la pena ser contada. 

Café-Bar El Cine: gastronomía manchega a otro nivel

Antes de que Gabriel Logrosán Moreno y su mujer, Susana de Ana Crespo, asumieran el control del Café-Bar El Cine, lo regentó el padre de Gabriel, ahora a la sombra pero, como aquel de dice, sin acabar de soltar mando en plaza, que ahora está al frente del huerto y el gallinero. Se trata de un restaurante de, aproximadamente, 300 metros cuadrados en la plaza llamada de La Constitución de la localidad de Belvis de la Jara (Toledo) a poco más de 30 km de Talavera de la Reina. 

«A mí lo que iba era el rock & roll del bar, el día a día, estar con la gente…”

Antes de animarse a seguir con el negocio familiar, Gabriel Logrosán había empezado a cursar un módulo superior de construcción “hasta que me di cuenta de que no me gustaba nada, que a mí lo que iba era el rock & roll del bar, el día a día, estar con la gente…”. A partir de ese momento da un giro radical en su formación pasando por diversas escuelas privadas de cocina. 

Como valor diferencial, llama la atención el esfuerzo por ofrecer productos de kilómetro cero, no solo por razón medioambiental, sino también por preservar la tradición culinaria y apoyar la economía de la zona. “Hemos establecido sinergias muy positivas con productores del entorno que nos proporcionan desde frutas, verduras y hortalizas de temporada hasta quesos, carnes o bebidas. Todo esto, al final, se traduce en el plato”.

Esto no significa limitar la oferta del restaurante ni renunciar a experimentar con otros productos típicos españoles, pero sí que por la cocina de Gabriel y Susana no pasa nada, ni de Castilla-La Mancha ni de ningún otro sitio, que no hayan catado ellos antes para dar el ‘visto bueno’. “Yo me recorro todas las partes de España porque hay cosas que no llegan a mi tierra, pero lo selecciono conforme a mi criterio, no según el establecido”. Así es como Gabriel ha descubierto en Guadarrama unas anchoas tan ricas o mas que las de Santoña. 

Empezaron siendo 4 en el restaurante y ahora están entre 10 y 12 en el equipo, dependiendo de la temporada. Ofrecen menús diarios y de fines de semana a un ticket medio “más que asequible”.

Explorar con lo nuevo

En cualquier caso, tanto en el restaurante como en la zona de tapas, priorizan la promoción de los productos de la tierra “comida, bebida y el cariño de la zona, que es lo más importante”, en palabras de Gabriel. Con esto se refiere a una hamburguesa de carne retinta sin ningún tipo de conservantes ni colorantes; a un cordero a la caldereta; a unas migas del pastor; a una ensalada de tomate de secano aliñada con aceite de Cornicabra o a un lomo de orza que ellos siguen adobando y conservando en aceite en una tinaja de más de cien años. En resumen: un homenaje a las recetas de nuestras abuelas, pero con libertad para explorar y reinterpretar.

Clientes no les faltan, muchos de los alrededores, pero también procedentes de Madrid, especialmente los fines de semana. Con esto se siente Gabriel recompensado, tanto que al preguntarle cuál es su sueño con el Café-Bar El Cine la respuesta es tan sencilla como: “el que estoy viviendo”.

Responsables de Santiago Corrales
Responsables de la empresa Santiago Corrales

Santiago Corrales: el buen hacer de los maestros metalistas

Mantienen el nombre del padre, Santiago Corrales, para identificar a la empresa, aunque hace ya tiempo que tomaron el relevo sus dos hijos: Carlos y Alberto Corrales. Tampoco les quedaba mucha más escapatoria, porque desde muy niños fueron educados en el trabajo y en la obediencia. 

Así es como Carlos Corrales, el hijo mayor, empezó a ganar sus primeras propinas cuando contaba con pocos años de edad ejerciendo de minicamarero con pajarita en algún que otro sarao. Luego ya, con el tiempo, fue aprendiendo el oficio con el que el padre se había labrado antes un nombre en la zona de Castilla-La Mancha ofreciendo servicios desde el pequeño municipio de Villaminaya, en Toledo.

Hablamos de los años 50 y 60 en España, cuando todavía los herreros predominaban sobre los soldadores, una innovación profesional en su momento que aceleraba los tiempos y convertía al, hasta ese momento, “escultor del metal” en “constructor del metal”. Ahora parece que podemos vivir sin estos profesionales, pero en aquella época eran quienes te hacían la estructura, la puerta de tu casa, las rejas de las ventanas, las barandillas de la escalera, el ornamento del balcón o el cabecero de la cama, entre muchas otras cosas. 

La entrada en el mercado de nuevos materiales, muchas veces sintéticos y más baratos, rebajó la demanda de estos profesionales y el progresivo abandono del oficio, hoy con una mano de obra bastante envejecida. Justo ha sido esta escasez de talento la base de la oportunidad de negocio de los hermanos Corrales, dos de los grandes expertos metalistas que quedan en España ahora que se han vuelto a poner de moda las estructuras de metal, tanto en la decoración de interiores como en la arquitectura. 

«A mi los retos me seducen un montón»

Cierto que han seguido estudiando y evolucionando para adquirir nuevas habilidades, aunque haya sido como autodidactas y con mucho tesón, y sin hacer ascos a las tecnologías avanzadas, aunque cada innovación la introduzcan a espaldas del padre.

Prescripción de otros clientes

“A mi los retos me seducen un montón. Cuando recibo un encargo de algo que no he hecho antes, soy capaz de hacerlo todo e ir a cualquier sitio para aprenderlo. Si es por trabajo, voy donde haga falta. Si es por ocio, sin sacar provecho, no me doy tanta libertad. Cuando te han educado en el trabajo, cogerte tiempo propio para disfrute personal te parece casi como un sacrilegio”, dice Carlos Corrales. 

De redes, páginas webs ni cosas de esas habla porque no las utiliza. Tampoco les hacen falta porque los clientes les llegan por el boca a oreja. Se mueven dentro de los sectores de eventos, arquitectura, construcción, restauración, paisajismo, interiorismo y escultura. Entre sus clientes figuran el hotel de El Cigarral de Las Mercedes, la catedral de Toledo, Patrimonio Nacional o grandes estudios de arquitectura, aunque, como ellos mismos dicen “por hacer, hacemos de todo”

Alba Ciordia con su perra Claire
Alba Ciordia con su perra Claire

The Doog Life: el bienestar animal

Y si entre los propósitos de Gabriel Logrosán está el de procurar bienestar a los humanos, lo que persigue Alba Ciordia con la fundación de The Good Life es algo similar, pero trasladado a nuestras mascotas desde una perspectiva respetuosa y consciente.

Se trata de una micropyme que encabeza una marca española que fabrica y comercializa productos ecológicos y naturales para el cuidado integral de perros y gatos. Su catálogo incluye cosmética natural, suplementos, higiene dental, accesorios sostenibles y soluciones funcionales para la vida con mascotas. Todos los productos cosméticos cuentan con una de las más exigentes certificaciones ecológicas, Bio Inspecta y Bio Vida Sana. 

Más allá del cuidado físico, trabajan también el bienestar emocional del animal. “Somos especialistas en aromaterapia aplicada al mundo animal, y nuestras fórmulas incluyen sinergias muy concretas de aceites esenciales ecológicos diseñadas para aportar beneficios emocionales como fomentar la calma, reducir el estrés o generar vitalidad”, explica Ciordia posicionando su marca como “pionera y consciente dentro del mercado pet care”.

La idea de negocio surge de su propia experiencia, a raíz de determinados problemas de salud que tenía su perra Claire, entre otros dermatitis y alergias. El nicho lo encontró en la ausencia de alternativas naturales, ecológicas y seguras para su cuidado. Decide así aprovechar su formación en aromaterapia, nutrición natural y educación canina para desarrollar formulaciones propias con ingredientes certificados. Así naceThe Doog Life como marca de The Doog Life Planet S.L. que constituye en solitario el 5 de septiembre de 2022. 

La historia la cuenta en el libro Algo más que compañía, que Alba Ciordia acaba de publicar en la que comparte su historia personal «y cómo el vínculo con Claire transformó mi vida”.

Actualmente, la empresa, radicada en Madrid, cuenta con una empleada a tiempo completo y un equipo de cuatro colaboradores freelance recurrentes y dos o tres perfiles adicionales en campañas o proyectos puntuales. A ello se suman los laboratorios y fabricantes externos con los que trabajan para la elaboración local de sus productos.

Una comunidad comprometida

El modelo de negocio se apoya principalmente en la venta al consumidor final a través de la tienda online, aunque desarrolla en paralelo una línea B2B selectiva con puntos de venta físicos (tiendas, peluquerías, clínicas veterinarias) que comparten comparte con la marca valores de sostenibilidad y bienestar animal.

Desde el lanzamiento y según la CEO, la marca ha tenido una buena acogida contando ya “con una comunidad muy comprometida y fiel, formada por familias que buscan una alternativa natural, honesta y respetuosa para el cuidado de sus animales”. Asimismo trabajan con profesionales del sector como nutricionistas, veterinarios integrativos o terapeutas caninos, que utilizan o recomiendan los productos de The Good Life a sus clientes.

La empresa ha dado ya los primeros pasos para expandirse a escala internacional con el propósito de ser “una marca de referencia a nivel europeo en el cuidado natural de perros y gatos”.

Ana DelgadoLarga trayectoria en el oficio del periodismo. Sé poco de mucho y mucho de nada
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