Obtener el máximo rendimiento no tiene por qué ser el único objetivo al realizar una inversión. Ésta es la máxima que guía nuevas corrientes, como la inversión de impacto social y medioambiental.
Esta tendencia surge por contraposición al ‘capitalismo sin alma’ tantas veces denunciado desde algunos sectores, propugnando una inversión que tenga una repercusión positiva en la sociedad o en el medio ambiente, pero sin que esto signifique dejar de obtener retorno económico.
Así pues, la creciente preocupación del conjunto de la sociedad por el desarrollo sostenible está dando lugar a un incremento de la inversión de impacto, tal y como se pone de manifiesto en un estudio elaborado por SpainNAB y Esade Center for Social Impact, como contábamos en EMPRENDEDORES.
Según el mismo, los activos bajo gestión en inversión de impacto en España crecieron un 58% interanual en 2022, hasta alcanzar 1.208 millones de euros. Y ya hay 32 actores con activos de este tipo.
La inversión católica o faithful investing es una modalidad similar, que atiende a los criterios ESG —respeto por el medio ambiente, los objetivos sociales o el buen gobierno—, pero añade una capa adicional de ética y responsabilidad, en línea con la doctrina social de la Iglesia católica, siguiendo las orientaciones del Mensuram Bonam del Vaticano.
Nuevas opciones de inversión católica
Hace algunos meses informábamos de que la empresa española Altum Faithful Investing iba a desembarcar en el mercado de Estados Unidos para impulsar operaciones coherentes con la fe.
Esto se materializó en el lanzamiento de la plataforma Arimathea, en colaboración con la estadounidense Golden State Asset Management. En concreto, la compañía española es la entidad responsable de proveer el Catholic Screening Research a Arimathea, mientras que la estrategia financiera y de inversión corresponde a su socio.
Ahora, Altum ha dado un nuevo paso adelante, con el lanzamiento del fondo Varianza Altum Faith-Consistent, de la mano de Varianza Gestión SGIIC.
“Este fondo responde a la demanda de varias congregaciones religiosas que buscan ayudar y proporcionar a otras instituciones religiosas y personas de a pie con sensibilidad católica, brindando la posibilidad de invertir de manera ética y responsable, alineada con el Magisterio Católico”, detallan en un comunicado.
Según el folleto publicado por CNMV, este fondo ha obtenido la clasificación de Articulo 8, cuenta con una comisión de gestión de 0,65% y aplica una política de inversión alineada con las Altum Investment Guidelines. De este modo, evita invertir en emisores que atenten contra la promoción de la vida, de la familia, de la dignidad humana y del cuidado y protección de la Creación.
Asimismo, incorpora exclusiones valorativas, por lo que únicamente se invierte en emisores cuyas conductas sean relevantes en materia social, ambiental y de buen gobierno corporativo.
“La misión de Altum es proporcionar a los inversores católicos la libertad de elegir carteras de inversión coherentes con su fe. Colaborar con Varianza en el lanzamiento de este fondo es un paso importante para que todo inversor con sensibilidad católica, independientemente de su patrimonio, pueda invertir de forma profesional sin comprometer su integridad a un precio extremadamente competitivo: 0,65%», comenta Borja Barragán, CEO de Altum Faithful Investing.
Pelayo Gil-Turner, CIO de Varianza, también muestra su entusiasmo. “Estamos muy ilusionados con el lanzamiento de este fondo y poder ofrecer a nuestros clientes un conjunto de criterios que van un paso más allá de ESG y son fieles al Magisterio Católico. Nuestro objetivo es satisfacer las necesidades de inversores que quieren ser coherentes con su fe y están dispuestos a priorizar sus objetivos financieros a largo plazo”, especifica.