Este italiano de nacimiento, pero afincado en España desde su infancia, lleva la sangre hotelera en las venas gracias a su padre, que dirigió y gestionó durante más de 35 años diversos hoteles de Barcelona y la Costa Brava y supo transmitirle su pasión por este negocio.
Formación y experiencia
Cautivado por ese sector, Lucarini siguió los pasos de su progenitor. Tras finalizar su estudios de económicas y empresariales se puso a trabajar con él. Después hizo un MBA y se centró en la consultoría con la idea de adquirir experiencia empresarial durante un par de años y regresar a la hostelería. Pero la consultoría le cautivó y una propuesta de la empresa para la que trabajaba le hizo viajar y vivir durante cuatro años en Brasil, donde acabó de máximo responsable. Sin embargo, seguía teniendo un especial cariño por los hoteles y el dinero que había ganado le animó a emprender un proyecto que llevaba ideando desde hacía tiempo: Campus Cerdanya, un resort en Puigcerdà (Girona) especialmente concebido para deportistas y amantes de la naturaleza, con 53 habitaciones, SPA, gimnasio, escuela de esquí, ludoteca e instalaciones para practicar diversos deportes.
La inversión final para poner en marcha el proyecto, que tardó varios años en plasmarse, fue de 5,5 millones de euros. Para ello, contó con el apoyo financiero de ocho pequeños socios inversores. Lucarini prevé que el centro facture en su primer año (ya que abrió sus puertas el pasado mes de diciembre) 1,5 millones de euros.