De tal palo, tal astilla. Ignacio Catalán, hijo Antonio Catalán, presidente de AC Hotels by Marriot, demuestra la misma iniciativa emprendedora que su padre.
Hace algunos días contábamos que el empresario hostelero quiere revisar la propuesta de algunos de sus establecimientos para desarrollar el ‘Zara’ de los hoteles, un modelo basado en la conjunción de alojamiento asequible y accesible para cualquier persona y el respaldo de una marca que garantice ciertos estándares de calidad y un potente programa de fidelización.
La propuesta de su hijo es más rompedora. Según informa El Confidencial, Coming to Town, la empresa fundado por Ignacio Catalán y su socio Salvador Torrens, va a convertir en hotel una antigua iglesia en desuso en Madrid. El inmueble se emplaza en pleno centro de la ciudad, a escasos metros del Museo del Prado.
Cuando el plan presentado para la transformación sea aprobado definitivamente por el Ayuntamiento de Madrid y se autoricen las obras, el proyecto promovido por la compañía de Ignacio Catalán contempla la realización de obras de sustitución de las edificaciones existentes mediante una demolición parcial y la ejecución de una obra nueva.
Dichas actuaciones conllevarán una inversión en torno a cinco millones de euros. El resultado final será un hotel de 65 habitaciones, con una ocupación máxima hotelera de 112 plazas. Asimismo, dispondrá de alrededor de 20 plazas de aparcamiento.
Según el estudio financiero, al que ha tenido acceso al diario, Coming to Town prevé unos ingresos de 1,8 millones de euros en el primer año, fijando un precio de 125 euros por noche de alojamiento. Y una década después espera facturar casi tres millones, fijando la tarifa en 162 euros por noche. El beneficio de gestión se moverá en este periodo, según sus previsiones, entre 800.000 euros y 1,6 millones de euros, con un margen operativo entre 77.000 y 650.000 euros entre el primer y el último año de este plan decenal.
El Confidencial indica que la empresa de Ignacio Catalán confía en que el hotel comience a funcionar en el primer semestre de 2025, ya que espera que la aprobación definitiva del plan por parte del ayuntamiento tarde unos en cuatro meses, a los que habrá que sumar alrededor de un año hasta la obtención de licencia de obra y otros dos años de obras de transformación de los inmuebles.
El proyecto contempla un complejo con dos edificios que se comunicarán por la planta sótano. El primer edificio tendrá en su planta baja la recepción, las oficinas de administración y salones comunes. También tendrá un sótano donde se ubicarán el aparcamiento, aseos y los cuartos de instalaciones y de servicios generales, como vestuario de personal y cocina.
Desde la recepción se podrá acceder al patio de manzana, con zonas comunes para huéspedes, terraza, jardín, piscina y comunicación con el otro edificio. Las plantas superiores se destinarán a habitaciones, al igual que el edificio contiguo.
Según explica dicho medio, el ayuntamiento admitió a trámite y dio aprobación inicial al Plan Especial promovido por Coming to Town a finales de abril. Dicho plan contempla el cambio de uso de dos solares adyacentes situados en las calles San Pedro, nº 3, y calle de la Verónica, nº 11, pasando de dotacional religioso a hotelero.
Los edificios existentes en dichas parcelas pertenecen a la Sociedad San Vicente de Paul, una organización benéfica católica, que ha autorizado a Coming to Town para la tramitación de dicho plan especial. Y lo más previsible es que la empresa se quede posteriormente con la gestión hotelera una vez que concluyan las obras, a la vista del plan de negocio elaborado por la compañía.
El diario ha podido confirmar que los dos inmuebles que actualmente ocupan la parcela están prácticamente en desuso. De hecho, la iglesia está desacralizada. Los edificios ocupan en su totalidad el patio de manzana y cuentan cuenta con una superficie total de 1.266 metros cuadrados y una edificabilidad máxima de 2.492 metros cuadrados, ligeramente superior a la edificabilidad que tendrá la nueva edificación, que será de 2.486 metros cuadrados.