VeriFactu es el nuevo sistema de facturación con el que la Agencia Tributaria (AEAT) busca combatir el fraude fiscal y garantizar la integridad de las facturas mediante la verificación y trazabilidad de las mismas. Afecta a la mayoría de empresas y autónomos que emiten facturas, obligándolos a utilizar un software de facturación homologado y a enviar a tiempo real los registros de facturación a la AEAT.
¿A quién afecta?
El nuevo sistema afecta a todos los contribuyentes que desarrollan actividades económicas, tanto si están sujetos a IRPF como si lo están al Impuesto sobre Sociedades. Quedan fuera de su aplicación aquellas organizaciones que ya estaban obligadas a utilizar el Suministro Inmediato de Información (SII), como es el caso de aquellas empresas con un volumen de facturación anual superior a los 6 millones de euros, o que estén acogidas al régimen especial del grupo de entidades del IVA/IGIC o las que estén inscritas en el Registro de Devolución Mensual del IVA/IGIC (REDEME).
Quedan también exentos los contribuyentes de territorios forales como País Vasco y Navarra, ya con sus propios sistemas. Algunos sectores específicos, como el agrario y ganadero, así como determinadas operaciones también quedan fuera.
Plazos de aplicación
La implementación del VeriFactu se realizará de forma escalonada conforme al calendario previsto:
Desde julio de 2025. Todos los desarrolladores de sistemas informáticos de facturación (SIF) han tenido de plazo hasta el 29 de julio de 2025 para actualizar sus soluciones, obtener la certificación de la Agencia Tributaria y ponerlas a disposición de sus clientes. Normal que así sea teniendo en cuenta quelas empresas y autónomos dependen directamente de sus desarrolladores de software para cumplir con la normativa.
A partir del 1 de enero de 2026 para empresas con facturación inferior a 6 millones de euros, es decir las tributan en el Impuesto sobre Sociedades.
A partir del 1 de julio de 2026 para todos los autónomos y comunidades de bienes.
Sanciones
El cumplimiento de los plazos permite a los desarrolladores y empresas evitar sanciones. Según afirman en fiskaly, las empresas y autónomos que utilicen un software no conforme pueden enfrentar multas de hasta 50.000 euros por cada ejercicio fiscal, mientras que los desarrolladores que ofrezcan software no actualizado podrían enfrentar sanciones de hasta 150.000 euros por cliente y ejercicio económico. Asimismo, cuando no se certifiquen dichos sistemas informáticos estando obligados a ello, se sancionará con 1.000 euros por sistema.
Además, pueden existir penalizaciones adicionales por manipulación de datos, con multas que pueden llegar a 150.000 euros por ejercicio; o falta de conservación de registros, con sanciones que van desde 600 hasta 6.000 euros, entre otros.
Factura electrónica vs VeriFactu
Aunque tengan una relación muy estrecha, factura electrónica y VeriFactu no son lo mismo con algunas diferencias claras:
Distintas regulaciones
Como explican en Declarando, emanan de diferentes leyes. Así, mientras que la factura electrónica se deriva de la Ley Crea y Crece y persigue digitalizar la facturación entre autónomos y empresas y combatir la morosidad, el VeriFactu es un reglamento que procede de la ley antifraude y regula los requisitos técnicos que deben cumplir todos los programas de facturación en España. Es la abreviatura de «verificación de facturas”.
Obligatoriedad
Mientras que la factura electrónica será obligatoria, acogerse al mecanismo del VeriFactu es opcional, aunque tiene un compromiso mínimo de permanencia. Lo que sí es obligatorio es que, aquellas empresas que se acojan al sistema, utilicen un software de facturación homologado y certificado por la AEAT.
Exenciones
Mientras que VeriFactu aplica todo tipo de operaciones y contempla excepciones, la factura electrónica se aplicará solo en operaciones B2B y en toda España.
Entrada en vigor
El proceso de implantación de una y otra siguen calendarios distintos y fases de implementación diferentes.
En cualquier caso, el sistema del VeriFactu seguirá siendo un complemento útil para garantizar que las facturas en formato electrónico son válidas y seguras dado que para facturar electrónicamente a otros autónomos y empresas deberás usar un programa de facturación que cumpla VeriFactu.