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¿Cómo sortean los millonarios rusos las sanciones para seguir disfrutando del lujo?

Las sanciones internacionales impuestas a Rusia como consecuencia de la invasión de Ucrania no están impidiendo que los millonarios rusos sigan disfrutando de los lujos a los que están acostumbrados. ...

11/06/2023  David RamosGestión

Los millonarios rusos tienen un importante peso en el mercado mundial del lujo. Según los datos de Vogue Business, los clientes procedentes de Rusia generan alrededor del 5% del gasto global de este mercado.

El estallido de la guerra de Ucrania y las consiguientes sanciones impuestas a Rusian en el ámbito internacional deberían haber frenado en seco sus compras de bienes de lujo.

Hay que recordar que una de las medidas desplegadas por los aliados de Ucrania ha sido la retirada de determinados bancos del sistema internacional SWIFT, con lo que resulta muy complicado exportar estos productos a Rusia. Asimismo, algunas de las grandes navieras dejaron de mandar sus barcos a los puertos rusos.

Pese a ello, las élites rusas siguen disfrutando del lujo, sirviéndose de algunas argucias. Por ejemplo, están usando otros países como puntos intermedios antes de que los bienes lleguen a su país.

Según explica The New York Times, uno de estos destinos es Dubái, uno de los siete Emiratos Árabes Unidos. Allí llegan los automóviles de lujo de origen europeo, estadounidense o japonés que han dejado de entrar en Rusia como consecuencia de las sanciones.

Y esto da lugar a una curioso anécdota. Los coches que se envían a los países de Oriente Próximo carecen de asientos calefactables, por motivos obvios. Así que los proveedores e instaladores de almohadillas térmicas están ‘haciendo su agosto’ adaptando estos vehículos de lujo para reexportarlos a Rusia.

El diario explica que los compradores se pasean por los concesionarios del país árabe buscando los coches enviados desde los países occidentales. Tras un regateo de precios, los compran en efectivo y los mandan a Rusia.

En ocasiones, son los propios millonarios rusos, que los adquieren para su disfrute personal. Y otras veces son pequeños empresarios, que han visto aquí la oportunidad para enriquecerse con la reventa de los automóviles que cuelan en Rusia.

Incluso algunas concesionarias rusas están organizando su propia red paralela de importaciones, tras perder la concesión oficial de las marcas. Estas importaciones paralelas supusieron el 12% de los turismos nuevos vendidos en el país, según datos de la consultora Avtostat, recogidos en medios locales.

Pero los coches no llegan sólo desde Dubái. The New York Times reseña que las exportaciones de automóviles desde la Unión Europea a Kazajistán casi se han cuadriplicado desde el estallido de la guerra, mientras que las ventas a Armenia se han quintuplicado. Y aunque los fabricantes dicen no saber nada de posibles reexportaciones con destino a Rusia, hay motivos para sospechar que quizá sea ese el destino final de los vehículos.

Asimismo, casi todas las grandes marcas de electrónica y productos de lujo anunciaron el año pasado que se iban de Rusia. Dubái también está siendo una pieza fundamental como lugar de escala para la llegada de estos artículos a Rusia.

Los importadores de este país están contratando trabajadores que hablen ruso, con el fin de atender la creciente demanda de este país. Y los propios comerciantes están aprendiendo el idioma para vender a los clientes que llegan a sus tiendas buscando smartphones, portátiles, drones, etc.

Además, se estima que las importaciones paralelas de smartphones, portátiles y tablets alcanzaron un valor de 1.500 millones de dólares en 2022.

Por ejemplo, el último modelo de iPhone está disponible en los ecommerces rusos, con entrega en el mismo día… ¡y más barato que en Europa! Igualmente, los grandes almacenes siguen vendiendo artículos de marcas como Gucci, Prada o Burberry.

Cabe señalar que el gobierno de Putin promueve las importaciones no autorizadas de productos procedentes de países que han impuesto sanciones a Rusia. Así pues, el Ministerio de Comercio publicó una lista de empresas cuyos productos pueden ser importarse sin el consentimiento de sus fabricantes, como Apple, Audi, Volvo o Yamaha.

Y mientras que los millonarios rusos siguen comprando bienes de lujo, este mercado no para de crecer, tal y como informábamos en EMPRENDEDORES. Gracias a ello, empresas como LVMH o Porsche están disparando sus ingresos y su cotización en los últimos meses.