Pese que todos los trabajadores por cuenta ajena reciben puntualmente su nómina cada mes, muchos de ellos no acaban de entender completamente qué son todos los datos que en ella se incluyen.
Por eso, muchas veces surgen dudas, ya que es frecuente que el importe líquido a percibir varíe de un mes a otro, dependiendo de diferentes circunstancias que impactan en el montante final que se cobra.
Y este desconocimiento es un problema que afecta a muchas personas. PayFit, empresa de gestión de nóminas y RRHH, ha encuestado a 650 trabajadores españoles y ha descubierto que 4 de cada 10 (42%) no comprenden totalmente su nómina.
En concreto, el 41% de los consultados reconocen que no llegan a entender todo lo relacionado con los impuestos de su nómina. Asimismo, el 20% no comprenden los datos incluidos sobre la cotización a la Seguridad Social. Otro 21% dice tener dificultades para entender sus bonus y pagas extras. Y el 16% no sabe cuánto cobrará en caso de baja médica.
De acuerdo con el estudio, el lenguaje técnico de la nómina es uno de los principales inconvenientes a la hora de leer. Muchos empleados afirman que se sienten perdidos ante la jerga y los acrónimos presentes en ella.
Así pues, muchas personas acaban mirando sólo una cosa de su nómina: el líquido a percibir. Y esto es un error, puesto que se trata de un documento que contiene datos muy relevantes para cualquier trabajador.
“Muchos empleados consideran la nómina como un documento que les permite conocer su salario neto, pero es un documento que contiene mucha más información. Es fundamental que comprendan, por ejemplo, la finalidad de las remuneraciones, los costes para la empresa o las cotizaciones a la Seguridad Social, y que comprendan su situación financiera diaria”, afirma Julia Mediano, directora de ventas de PayFit España.
¿Cómo resolvemos las dudas con la nómina?
Según PayFit, cuando un trabajador tiene una duda sobre su nómina, lo más habitual es que acuda al departamento de RRHH o de nóminas (33% de los encuestados). Aunque también es frecuente que pregunten a alguien de su entorno para salir de dudas (15%).
Por otro lado, hoy es fácil encontrar amplia información en internet que nos ayude a comprender mejor nuestra nómina. Por ejemplo, en EMPRENDEDORES publicamos hace algún tiempo este artículo, donde desgranamos todo lo que figura en este documento.
En primer lugar, aparecen los devengos, que son todos aquellos conceptos que forman parte de nuestra retribución. Lo más relevante es el salario base, que es la cantidad mínima que el trabajador percibe según su categoría profesional, establecida de acuerdo con el convenio colectivo correspondiente. Y a dicha cantidad se le pueden sumar complementos por antigüedad, peligrosidad, nocturnidad, etc.
Las pagas extra han de consignarse en una línea de pago distinta al salario base, de forma que el perceptor pueda identificar fácilmente esta cantidad. Si son prorrateadas a lo largo del año, en la nómina debe aparecer la parte correspondiente a cada mes, debidamente identificada y separada del resto de conceptos.
Por último, algunas empresas ofrecen mejoras voluntarias —un beneficio adicional como un plus extra, por ejemplo—, salario en especie —tique de comida, cheque guardería, etc.—, salario variable o indemnizaciones y compensaciones no salariales —dietas, kilometraje…—. Aquí se incluyen conceptos como el plan de pensiones, el seguro de salud o paquetes de acciones, siempre que formen parte de la retribución flexible que percibimos.
El siguiente apartado recoge las deducciones que se aplican en la nómina, empezando por la contribución al sistema de la Seguridad Social. En este punto se engloban diferentes conceptos: contingencias comunes —cantidad de nuestra cotización dedicada a cubrir riesgos comunes, como enfermedades o incapacidades no derivadas de un accidente laboral—; desempleo —para financiar el subsidio del paro—; y formación profesional —destinada a programas de formación para trabajadores—.
En el bloque de deducciones se incluye la retención del Impuesto de la Renta de las Personas Física (IRPF), que se va pagando mes a mes, como si fuera un adelanto de lo que habría que pagar al año siguiente al hacer la declaración de la Renta.
Esta retención depende de varios elementos: salario bruto anual, situación personal —lugar de residencia, si el empleado tiene hijos o personas dependientes a su cargo, si cuenta con algún grado de discapacidad, estado civil…— y cuotas pagadas a la Seguridad Social.
Finalmente, tras la suma de los devengos y la resta de las deducciones, el resultado será el líquido total a percibir, que es el salario neto que recibiremos en nuestra cuenta.