Cultura: “Asia oriental es muy homogénea respecto a unos valores culturales: respeto a los mayores, sociedades patriarcales, concepto del honor colectivo en el que cada cual aporta dignidad o vergüenza a su familia, control de las emociones y decisiones por consenso del grupo: el individualismo está mal considerado”, señala Carlos Alba.
La comunicación entre asiáticos y occidentales se complica muchas veces por el distinto significado de números, colores y otros conceptos simbólicos. Por ejemplo, el 4 es gafe en China y Japón, pero el 8 da buena suerte. En varios países el blanco se asocia al luto. Muchos animales tienen un referente simbólico distinto al occidental, al estar asociados a deidades.
Consumo: Los consumidores de productos españoles son, en general, los pertenecientes a la clase alta y media-alta. En sus gustos, “siguen los patrones occidentales”, según Alba.
CHINA
Los datos recogidos en el perfil comercial de Banesto y en el informe Perspectivas y Oportunidades de la Oficina Comercial de la Embajada de España en Pekín, muestran al consumidor chino de clase media como:
– Creciente: Según el informe de la embajada en Pekín, “se está creando una clase media urbana con niveles de poder adquisitivo comparables a los europeos”.
Colectivista: “Los consumidores chinos se ajustan a las normas del grupo al que pertenecen, que una vez adopta un producto, el entusiasmo se propaga rápidamente”, señala el perfil de Banesto.
– VIP: China es el segundo consumidor mundial de productos de lujo y pronto será el número uno. Según el perfil de Banesto, “a menudo el consumo es ostentoso, como prueban las espectaculares ventas de coches de lujo. Es una muestra de la necesidad de reconocimiento”.
– Marquista: “El consumidor chino es muy sensible a las marcas”, según queda reflejado en el informe de Banesto.
– Marca España: España tiene muy buena reputación, entre otros sectores, en calzado, marroquinería y moda.
JAPÓN
El consumidor al que se dirigen las exportaciones españolas es:
– Exigente: “El japonés siempre se han preocupado por el renombre de la empresa y la calidad del producto. No obstante, con unas condiciones económicas más duras, el precio es cada vez más importante”, dice el perfil de Banesto.
– VIP: Japón es el primer consumidor mundial de productos de lujo. Los japoneses son muy marquistas y están muy pendientes de las tendencias de moda occidentales. Eso les convierte en un target de alto interés si se combinan ambos elementos.
– Detallista: “Busca la excelencia junto a la elegancia, importa tanto o más la presentación que el contenido”, señala Carlos Alba. Con el consumidor japonés, no todo vale. En el detalle está la clave.
– Mayor: Japón cuenta con la esperanza de vida más larga del mundo y baja natalidad, por lo que la población está cada vez más envejecida.
– Cibercomprador: Se compran por Internet todo tipo de productos, “incluso hielo, bebidas y tabaco”, indica el perfil comercial de Banesto.