El nuevo grupo empresarial LEW Brand, (Let´s Eat Well Brand) comienza su andadura este mes de marzo, fruto de la estrategia de expansión de Pedro López Mena, fundador de la cadena Brasayleña.
LEW Brand se convierte de este modo en la marca paraguas que dará soporte a las actuales cadenas de restauración del grupo (Brasayleña, La Burratina y Pollo Criollo) así como a otras enseñas en las que la compañía ya tiene planes de desarrollo muy avanzados, como adelantan desde la firma. “A través de LEW Brand vamos a generar múltiples sinergias que permitirán dar un importante salto tanto cualitativo como cuantitativo a nuestro proyecto empresarial”, explica López Mena, CEO del grupo.
LEW Brand nace sobre la base de sus 25 restaurantes Brasayleña –»la única cadena de rodizios al estilo brasileño de España y la primera de Europa»–, un restaurante La Burratina –una trattoría pizzería 100% inspirada en la cocina napolitana– y su marca más joven, Pollo Criollo. Esta última cadena entró en funcionamiento a través de dark kitchens (cocinas fantasma) hace apenas un año y cuenta con 20 puntos de venta a escala nacional a través de agregadores, desde los que distribuye sus productos a toda la región.
Pollo Criollo ofrece múltiples oportunidades cruzadas con Brasayleña, «al tratarse de un concepto de cocina internacional tematizada y especializada en pollo a la brasa, que se complementa con una amplia oferta de productos venezolanos como tequeños, arepas, empanadillas, etc».
Con esta misma filosofía, el equipo de I+D de LEW Brand se encuentra desde hace más de un año inmerso en el desarrollo de nuevas marcas, todas ellas focalizadas en un tipo de cocina internacional y de gran demanda por el consumidor español, así como en continuar impulsando Brasayleña, un modelo de negocio con casi 15 años de vida, muy implantado en Madrid –15 restaurantes–, con presencia también en Barcelona, A Coruña, Pontevedra, Murcia y Sevilla.
Gracias a esta iniciativa, el nuevo grupo de restauración «ha superado las cifras de ventas previas a la pandemia», subrayan desde la central. «Y desde que iniciamos el proyecto Delivery, en el verano del 2021 hasta el pasado febrero, hemos duplicado la facturación en este canal».
Ya de cara al 2022, el objetivo es superar la facturación de 24 millones de euros, «el 30% más que la alcanzada durante 2021”, explica López Mena.
Para dar cobertura a toda esta actividad, LEW Brand cuenta con una plantilla cercana a los 700 empleados, con un equipo en su central «cada vez más experto en las nuevas tecnologías y en el uso de las dark kitchen».