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Marc Randolph: “No se trata de elegir entre lo bueno y lo malo, sino entre lo bueno y lo mejor”

En esta entrevista en exclusiva al cofundador de Netflix, uno de los grandes emprendedores de la historia, nos desvela sus mejores secretos

Marc Randolph: “No se trata de elegir entre lo bueno y lo malo, sino entre lo bueno y lo mejor”
Jorge Branger, colaborador de Emprendedores, en la entrevista a Marc Randolph.

Marc Randolph es todo un emprendedor en serie, además de inversor y consejero de empresas. Cofundador de Netflix junto a Reed Hastings, Randolph ha fundado más de 50 startups.

Entre sus últimos proyectos, está Looker Data Sciences, una compañía de software analítico.

Como mentor de proyectos, Marc Randolph es miembro de la organización sin ánimo de lucro National Outdoor Leadership School y del grupo medioambiental One Percent for the Planet

Preguntarse el porqué

Jorge Branger: ¿Cuál ha sido el mejor y el peor consejo que has recibido?

Marc Randolph: He aprendido más observando a la gente que por lo que me han dicho. No hay un consejo puntual que haya cambiado mi vida, sino una acumulación de aprendizajes viendo a otros. Por naturaleza queremos hacer todo perfecto, pero lo más valioso fue aprender a probar cosas reduciendo la dificultad de hacerlas. No intentar prever el futuro, sino preguntarme: “¿Cuál es la forma más simple de hacerlo funcionar ahora?”. Creo que esa mentalidad es clave para emprender.

J.B.: ¿Cuáles son, en tu opinión, los tres ingredientes fundamentales que todo emprendedor debe tener?

M.R.: Lo más importante es tener una predisposición a la acción. Las mejores personas no se quedan pensando en el problema, actúan. Porque uno de los grandes problemas es la ‘sobreplanificación’, ‘sobrepensar’, crear comités… Los mejores emprendedores preguntan: “¿Qué podemos hacer ahora?”. Lo segundo sería el enfoque. Aunque haya cien cosas saliendo mal, saber cuáles: una o dos deben salir bien. Y tercero, lo que llamo ‘triaje’, que es saber elegir en qué enfocarte. No siempre es obvio, especialmente, en una startup. Pero saber cuál es el siguiente paso importante es una habilidad crítica.

Saber decir “no

J.B.: ¿Cómo haces para mantener el enfoque y saber decir que no a tantas oportunidades?

M.R.: Es muy difícil, porque me encanta decir que sí. Pero aprendí que no se trata de elegir entre lo bueno y lo malo, sino entre lo bueno y lo mejor. Hay que saber decir no a muchas cosas buenas para poder tener espacio mental y enfocarte en lo que realmente importa.

J.B.: ¿Cómo defines la figura del emprendedor?

M.R.: Alguien que ve un problema, se pregunta por qué nadie lo ha solucionado y decide intentar arreglarlo. Es ver el mundo como un lugar imperfecto y no conformarse con ello.

J.B.: Si pudieras hablar con tu yo de 14 o 19 años, ¿qué le dirías?

M.R.: Le diría: “Relájate”. No tienes que tenerlo todo claro. Yo no supe lo que quería hacer hasta mis veintitantos, y ni siquiera fue lo que acabé haciendo. Hoy en día, los jóvenes sienten mucha presión por tenerlo todo claro. Mi consejo sería: “No hace falta. La vida se va desvelando poco a poco”.

Jorge Branger y Marc Randolph

“Saber soltar, dejar cosas sin terminar, también es parte del éxito”
Marc Randolph, cofundador de Netflix

Centrarse en lo importante

J.B.: ¿Hace falta trabajar 24/7 para construir algo grande como Netflix?

M.R.: No. Soy anti-hustle. Esa idea de estar todo el tiempo trabajando me parece peligrosa y dañina. Me gusta mi vida personal, mi familia, salir a la montaña… No quiero trabajar todo el tiempo. Aprendí que correr todo el tiempo no suele marcar la diferencia. Saber soltar, dejar cosas sin terminar, también es parte del éxito. Lo importante es saber en qué cosas centrarte de verdad y dejar ir lo demás.

J.B.: En torno al ‘no’, ¿tienes ‘no negociables’ en tu vida?

M.R.: No soy rígido, pero tengo claras mis prioridades. Una es mi relación de pareja. Y para protegerla, aprendí a salir del trabajo a las 5, a rechazar reuniones, a poner límites. Las startups lo demandan todo, pero uno tiene que decidir qué es realmente importante.

J.B.: ¿Crees que hay que ir a Silicon Valley para cambiar el mundo?

M.R.: No. Puedes empezar donde estés: Madrid, un pueblo pequeño, da igual. Lo importante es dejar de poner excusas. Pero si puedes elegir, sitios como Silicon Valley te dan ventaja por el efecto red. Todo ocurre más rápido allí. No es una obligación, pero puede ayudarte a acelerar.

El papel de la IA

J.B.: ¿Qué opinas sobre la inteligencia artificial?

M.R.: Me entusiasma. Está alterando todos los sistemas y vuelve vulnerables a las grandes empresas. Es una gran oportunidad para los emprendedores. Aun así, creo que ciertos aspectos humanos –como la conexión emocional, la empatía– no podrán ser sustituidos. Profesiones como derecho, medicina, educación… deberán adaptarse y centrarse en lo que solo los humanos pueden hacer. El resto lo hará la inteligencia artificial.

J.B.: ¿Qué diferencias hay entre conseguir los primeros 1.000 clientes y escalar a nivel global?

M.R.: Los primeros clientes son los más difíciles y los más divertidos. Aún no sabes si tienes product-market fit, así que necesitas encontrar personas que deseen tanto resolver ese problema que estén dispuestas a ayudarte, incluso con un producto incompleto. Luego, escalar es otra historia: ya tienes que sistematizar, crecer, profesionalizar…

J.B.: ¿Hay algún consejo típico que se le da a emprendedores y que tú no compartas?

M.R.: Sí, la obsesión con el tamaño del mercado. No me importa si el primer mercado es pequeño. Lo que busco es aprender. Si eso me da permiso para ir luego a algo más grande, perfecto. El error es buscar algo gigante desde el día uno que emprendes.

Mejor en un proyecto que en cien

J.B.: ¿Y errores comunes de los emprendedores novatos?

M.R.: Esperar a tener todo perfecto antes de lanzar. El producto puede estar a medio hacer. Solo hay que identificar la parte más crítica y enfocarse en eso. No intentes arreglar cien cosas a la vez. Debes concentrarte en dos y hacerlas bien.

J.B.: Si pudieras cenar con cualquier persona, viva o muerta, ¿quién sería?

M.R.: Con mi esposa, sin lugar a duda. Y tengo la suerte de hacerlo casi todas las noches. No soy de idolatrar figuras históricas. Me fascina la gente normal, con historias interesantes.

J.B.: ¿Cuál ha sido tu mejor inversión? ¿Y la mejor por menos de 50 dólares?

M.R.: Las habilidades que más me han servido: escribir y hablar. Son esenciales para comunicar ideas y liderar. Y puedes practicarlas en todo momento sin gastar casi nada.

Disfrutar del esfuerzo

J.B.: ¿Qué le dirías a un niño de 5 años?

M.R.: Relájate. Sal a jugar. Ensúciate. Llora. Haz cosas difíciles que al principio duelan y luego te llenen. Aprender a disfrutar del esfuerzo y a retrasar la gratificación es una habilidad para toda la vida.

J.B.: ¿Y a un joven emprendedor?

M.R.: Deja de buscar excusas. Puedes empezar esta misma tarde. Y spoiler: tu idea probablemente es mala y tu trabajo es descubrir por qué. Hazlo hoy. Sin dinero. Sin permiso.

J.B.: Sin duda, has cambiado el mundo con tecnología. Pero si pudieras ser recordado por una sola cosa, ¿cuál sería?

M.R.: He tenido mucha suerte: Netflix, Looker, varias salidas a Bolsa… Quiero que se diga que se puede tener éxito sin perder lo importante: que puedes construir grandes cosas y seguir casado con la misma persona, que tus hijos te quieran, que salgas a surfear, escalar, vivir. No necesitas sacrificarlo todo para tener éxito. Puedes hacerlo todo.

J.B.: Gracias, Marc. Ha sido una conversación profundamente inspiradora. Eres un gran emprendedor, pero aún mejor ser humano.

M.R.: El placer ha sido mío. Y déjame añadir una última cosa a esta entrevista: te dije que no varias veces, pero insististe con sinceridad. Eso demuestra en ti enfoque y persistencia. Muchas gracias a ti.

Jorge Branger y Marc Randolph

“Esa idea de estar todo el tiempo trabajando me parece dañina”

Marc Randolph, cofundador de Netflix

Su libro sobre Netflix

Eso nunca funcionará: El nacimiento de Netflix y el poder de las grandes ideas, de Marc Randolph.

El libro narra la fascinante historia del cofundador de Netflix, Marc Randolph, y cómo, junto a Reed Hastings, dieron vida a una de las empresas más innovadoras del mundo.

Randolph desglosa los primeros días de Netflix, desde la idea inicial de alquilar DVDs por correo hasta los innumerables desafíos y fracasos que enfrentaron en el camino.

Iteración y la adaptabilidad

Una de las ideas centrales del libro es el poder de la iteración y la adaptabilidad.

Randolph enfatiza que Netflix no nació como el gigante del streaming que conocemos hoy, sino que fue el resultado de una constante experimentación, pivotes y aprendizaje de los errores.

La frase Eso nunca funcionará (que da título al libro) fue una objeción recurrente que escucharon, lo que resalta la mentalidad de superar el escepticismo y la resistencia al cambio.

Riesgos calculados

El autor comparte anécdotas personales sobre la cultura de la empresa en sus inicios, destacando la importancia de la creatividad, la audacia y la toma de riesgos calculados.

También aborda temas como la recaudación de fondos, la competencia con Blockbuster y la evolución del modelo de negocio, incluyendo el paso del alquiler de DVDs a la suscripción y, finalmente, al streaming.

En esencia, el libro es una lección sobre emprendimiento, resiliencia y la importancia de la visión a largo plazo. Randolph ofrece una perspectiva honesta y sin adornos de los altibajos de construir una empresa desde cero, mostrando que el éxito a menudo surge de la persistencia frente a las adversidades y de la creencia en una idea, incluso cuando otros dudan de ella.

Los mejores consejos

Algunos consejos de Marc Randolph extraídos del libro Eso nunca funcionará y de sus experiencias como cofundador de Netflix, que pueden ser útiles para otros emprendedores:

Predisposición a la acción y evitar la sobreplanificación

Marc Randolph destaca que lo más importante es tener una predisposición a la acción. Los mejores emprendedores no se quedan pensando en el problema, sino que actúan y se preguntan “¿Qué podemos hacer ahora?”. Sugiere evitar la “sobreplanificación” y “sobrepensar”.

Definición de un emprendedor

Un emprendedor es alguien que ve un problema, se pregunta por qué nadie lo ha solucionado y decide intentar arreglarlo. Es ver el mundo como un lugar imperfecto y no conformarse con ello.

Establecer límites para la vida personal

A pesar de las demandas de las startups, es fundamental proteger la vida personal y las relaciones importantes, como la de pareja, poniendo límites como salir del trabajo a una hora fija o rechazar reuniones.

Los primeros clientes son los más difíciles y divertidos

Al principio, aún no sabes si tienes una adecuación producto-mercado, por lo que necesitas personas que deseen tanto resolver el problema que estén dispuestas a ayudarte incluso con un producto incompleto. Escalar es diferente, ya que implica sistematizar, crecer y profesionalizar.

Saber decir “no” a lo bueno para enfocarse en lo mejor

Es difícil, pero Marc Randolph aprendió que no se trata de elegir entre lo bueno y lo malo, sino entre lo bueno y lo mejor. Hay que saber decir no a muchas cosas buenas para tener espacio mental y enfocarse en lo que realmente importa.

No es necesario trabajar 24/7

Marc Randolph es anti-hustle y considera que la idea de estar todo el tiempo trabajando es peligrosa y dañina. Aprendió que correr todo el tiempo no suele marcar la diferencia y saber soltar y dejar cosas sin terminar también es parte del éxito. Lo importante es centrarse en lo que de verdad importa y dejar ir lo demás.

Enfoque y triaje

Aunque haya muchas cosas saliendo mal, es crucial saber cuáles son las dos cosas que deben salir bien y enfocarse en ellas. La habilidad de elegir el siguiente paso importante, lo que él llama ‘triaje’, es crítica.

Relájate y no intentes tener todo claro desde el principio

Dirigido a su yo más joven, pero aplicable a emprendedores novatos, aconseja relajarse, ya que la vida se va desvelando poco a poco. No es necesario tener todo claro desde el principio.

No es obligatorio ir a Silicon Valley

Aunque lugares como Silicon Valley pueden dar una ventaja por el efecto red y acelerar los procesos, no es una obligación estar allí para cambiar el mundo. Lo importante es dejar de poner excusas y empezar donde uno esté.

Deja de buscar excusas

Para un joven emprendedor, su consejo es dejar de buscar excusas y empezar esa misma tarde. Suelta el spoiler de que la idea inicial probablemente es mala y el trabajo es descubrir por qué, y hacerlo ya, sin dinero y sin permiso.

Jorge Branger y Marc Randolph

La IA como oportunidad

Le entusiasma la inteligencia artificial porque altera los sistemas y vuelve vulnerables a las grandes empresas, creando una gran oportunidad para los emprendedores.

Por cada buena idea, hay miles que son malas. Y, a veces, resulta difícil diferenciarlas

Como cuenta Marc Randolph en su libro, las mejores ideas muy rara vez se te ocurren en la cima de una montaña con el fogonazo de un rayo [la ‘inspiración’]. Se hacen patentes más lenta y gradualmente, con el paso del tiempo. Y cuando tienes una, puede que no te des cuenta durante mucho tiempo.

No obsesionarse con el tamaño del mercado inicial

No le importa si el primer mercado es pequeño; lo que busca es aprender. El error es buscar algo gigante desde el primer día.

Errores comunes de emprendedores novatos

Lanzar antes de la perfección: aconseja no esperar a tener todo perfecto antes de lanzar el producto. El producto puede estar a medio hacer; solo hay que identificar la parte más crítica y enfocarse en ella, concentrándose en hacer bien una o dos cosas en lugar de cien.

Hay que invertir en habilidades fundamentales

Las mejores inversiones de Marc Randolph han sido en habilidades como escribir y hablar, ya que son esenciales para comunicar ideas y liderar, y se pueden practicar sin gastar casi nada.

Éxito sin sacrificarlo todo

Se puede tener éxito construyendo grandes cosas sin perder lo importante en la vida personal, como la familia y las aficiones.

No te pierdas el vídeo

Aquí puedes ver la entrevista íntegra a Marc Randolph.

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