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Kellogg’s: la empresa que nació para combatir el onanismo

Todos relacionamos los Kellogg’s con una marca especializada en alimentos para el desayuno, pero el propósito en sus orígenes fue muy distinto.

23/09/2023  Ana DelgadoEmpresas

Comenzar el día con un desayuno nutritivo, sano y equilibrado. Es la recomendación publicitaria de la empresa Kellogg’s para que los niños arranquen el día llenos de vitalidad. Hoy, es la compañía líder junto a Nestlé en el sector de cereal para desayuno a nivel mundial, pero los motivos que impulsaron su nacimiento fueron muy distintos.

“La historia de Kellogg se inició con el experimento casual de W.K. Kellogg, y su hermano John Harvey Kellogg al crear los primeros copos de cereales por casualidad al olvidar el trigo cocido dentro del horno y tostarlo de nuevo. De esta forma obtuvieron unos copos ligeros y crujientes y obtuvieron la deliciosa receta de Corn Flakes de Kellogg’s”, arranca diciendo la página web de Kellogg’s al contar la historia de la empresa. 

Sin embargo, si se ahonda un poco en la historia real de estos fundadores, nos encontramos con detalles algo más siniestros. La compañía la crea en el año 1906, con el nombre original de Battle Creek Toasted Corn Flake Company, Will Keith Kellogg, basándose en la alimentación de los Adventistas del Séptimo Día, religión que él mismo profesaba. Junto con su hermano John Harvey Kellogg, estaba convencido de que había que sustituir el típico desayuno a base de huevos y bacon por una dieta mucho más saludable con alimentos ricos en fibra, yogur y frutos secos. 

El mismo John Harvey, médico de formación, solía poner en práctica sus postulados nutricionistas con los pacientes del sanatorio de Battle Creek- fundado también por miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día- del que él era director. Además de creer en los beneficios de la dieta vegetariana y el ejercicio físico, era también convencido defensor del uso terapéutico de enemas que irrigaba en grandes cantidades a base de agua y yogur, la primera para limpiar y el segundo para renovar la flora intestinal.

En aquellos casos en en los que sus tratamientos no surtían el efecto deseado, Kellogg le echaba la culpa a la masturbación secreta del paciente, práctica contra que combatió como entusiasmo activista, llegando a recomendar, para su erradicación, métodos como la circuncisión en los niños o la aplicación de fenol puro en el clítoris para las niñas. 

Con todo, su verdadera batalla era contra la masturbación masculina, la cual podía generar, en su opinión, hasta 39 dolencias, alguna graves, como la epilepsia, palpitaciones, falta de desarrollo o la rigidez de las articulaciones, y otras más leves, como acné o debilidad. Se entiende así que el doctor Kellogg practicase la abstinencia sexual y mantuviese un matrimonio no consumado, aunque llegó a ser padre adoptivo de siete hijos, aunque cuidó de muchos más, hasta 40 niños, según algunas fuentes.

La empresa que dio origen a una película

En las excentricidades de John Harvey Kellogg se basa la película de Alan Parker El balneario de Battle Creek, que protagoniza el clave de humor Anthony Hopkins, en el papel del ‘doctor de los cereales’. También la editorial Anagrama publicó un libro con el mismo nombre escrito por T. Coraghessan Boyle y en el que se cita, entre los asiduos clientes del balneario, al prestigioso emprendedor Henry Ford.

Ana Delgado