La curva de recursos económicos de las pymes españolas repite el mismo patrón en 2025 que en los dos últimos años, según un informe del Banco de España. Tras alcanzar máximos en primavera, los efectivos caen en julio y en agosto.
Las razones que identifican los expertos en finanzas son: el aplazamiento de pagos a proveedores no esenciales, un nivel de ingresos menor debido al periodo estival y el retraso en decisiones de inversión y financiación empresarial hasta septiembre.
Según explica el CEO y fundador de Impulsa CFO, John Belálcazar, “en cada uno de los meses de verano se esfuman entre el 2 y el 3% de la liquidez agregada de las empresas. Eso equivale a dejar de tener alrededor de 10 días de caja libre en empresas con márgenes muy ajustados”.
Además, son valores que podrían tardar en recuperarse por lo menos hasta finales del tercer trimestre. Esto provoca que la solución más común en verano sea la de recurrir al crédito bancario para sobrevivir.
Revisión de efectivos
La última Encuesta de Acceso a la Financiación del Banco Central Europeo explica que el 14% de empresas percibe hoy mayor facilidad para obtener un crédito que hace un año, gracias a la competencia bancaria y a la reciente pausa en la subida de tipos de interés.
Por ello desde la empresa de servicios financieros bajo demanda, Impulsa CFO recomiendan hacer una revisión rápida de la caja antes de que termine septiembre.
“Si en septiembre no se ponen en orden la tesorería y la previsiones, el cuarto trimestre puede llegar con sorpresas desagradables. Las pymes que actúan ahora ganan margen de maniobra para renegociar precios, adelantar cobros y asegurar líneas de liquidez antes del pico navideño”, subraya el CEO.
Algunos consejos para septiembre
En un primer momento, sería recomendable revisar cuánto dinero ha entrado y salido –flujo de caja real– frente a lo que se había planificado, además de evaluar si los objetivos anuales siguen siendo viables tras la pérdida de liquidez en verano.
Si no fuera así, Impulsa CFO recomienda reprogramar el CAPEX –inversiones de capital que crean beneficios–y priorizar proyectos con un retorno más rápido.
Igualmente, también habría que hacer una revisión exhaustiva de la liquidez para los próximos meses; en la que se debe incluir un análisis sobre nóminas, impuestos y compras de fin de año. De no ser suficiente, convendría explorar herramientas como confirming, pólizas de crédito o factoring, y aprovechar que los tipos de interés aún están bajos.
Finalmente, la empresa de servicios financieros anima a auditar los impagos y lanzar una campaña de recobro proactiva que incentive, por ejemplo, el pago rápido con descuentos selectivos y mensajes claros.