Scalpers ha protagonizado una de las historias de emprendimiento más brillantes de nuestro país.
La compañía echó a andar en 2007, cuando un grupo de amigos de toda la vida vieron una oportunidad de negocio y comenzaron a vender corbatas a domicilio, llevándolas en moto a sus compradores, como contábamos en este reportaje.
Enseguida abrieron su primera tienda y poco a poco se fueron convirtiendo en todo un referente en la industria de la moda, con un estilo caracterizado por la elegancia, pero con cierto punto de desenfado y algo ‘canalla’.
El primer gran éxito de ventas de Scalpers fueron sus slippers de terciopelo, aunque la prenda más emblemática y demandada de la marca son las camisas de tejido Oxford con el logo de la calavera a contraste. Todo un hit.
La firma se hizo rápidamente con un hueco destacado en el mercado de la moda masculina, por lo que decidió dar un salto adelante. El siguiente paso fue el desembarco en la moda infantil, en 2012. Y 6 años más tarde, en 2018, Scalpers lanzó su línea de mujer.
En 2021, la empresa alcanzó por primera vez una facturación de 9 dígitos, con unas ventas de 110 millones de euros, casi 40 más que un año antes. Y esto despertó el interés de los inversores.
Enseguida empezaron a publicarse informaciones acerca de una posible venta de la compañía. Sin embargo, Borja Vázquez, presidente y cofundador de Scalpers, nos desmentía en esta entrevista que la empresa estuviera buscando compradores.
“Scalpers no se ha puesto a la venta. Cuando hemos publicado los resultados últimos hemos recibido un aluvión de propuestas de todo tipo de agentes (grupos industriales, fondos, capital de base privada de un tamaño igual o superior al que tenemos). Pero eso no significa nada”, comentaba.
“En el tiempo que llevo en Scalpers me han contactado unos 20 fondos y no siempre había un interés real. El problema de este tipo de cosas es que provoca mucha distracción, solicitan mucha información, a los equipos les tensiona un poco y no tenemos recursos infinitos. Por eso decidimos encargar a una compañía de compraventa de compañías, como Arcano, que filtre el interés y analice las propuestas. Es decir, no hemos puesto un cartel de ‘se vende’, sino que, ante un interés creciente del mercado, hemos decidido sopesar las ofertas y poner a unos asesores expertos en esto”.
Así pues, aseguraba no tener ningún interés en vender, aunque consideraba “inteligente valorar si conviene hacer algún tipo de acuerdo corporativo”, que no tendría por qué concretarse en una venta. “Hay muchas opciones: la entrada de un socio financiero o industrial, una desinversión de una parte accionarial…”, declaraba.
Y esto es lo que ha sucedido. En febrero de este año, Jon Riberas, vicepresidente de Gestamp, adquirió entre el 10% y 15% de su accionariado, de acuerdo con las informaciones publicadas en distintos medios.
El ‘descosido’ del ERE de Scalpers
En los últimos años, la empresa ha seguido creciendo con fuerza, gracias a su expansión internacional. En 2024, cerró con una facturación de 220 millones de euros, el doble que apenas 3 ejercicios antes y un 10% más que un año antes, tal y como informaba Europa Press.
Sin embargo, parece que hay algo que no está funcionando del todo bien, puesto que la compañía ha presentado un ERE que afecta a unos 50 trabajadores. Aunque hay que señalar que Scalpers emplea actualmente a más de 1.500 personas de forma directa, por lo que este ERE afecta a una porción muy reducida de su plantilla.
La reacción sindical no se ha hecho esperar. La Federación de Servicios, Movilidad y Consumo de la Unión General de Trabajadores de Sevilla ha mostrado su descontento en un comunicado en el que manifiesta su “más enérgica oposición a esta medida”, que considera “injusta y precipitada”.
“Los trabajadores de Scalpers Fashion’ han sido fundamentales para el éxito de la empresa y no entendemos por qué se les está sometiendo a esta incertidumbre y miedo”, indica FeSMC UGT.
De este modo, el sindicato exige “que la empresa reconsidere su decisión y busque alternativas para evitar el ERE, que se garantice la estabilidad laboral de los trabajadores afectados y que se cumplan con los procedimientos legales y se respeten los derechos de los trabajadores”. Además, remarca que “se compromete a defender sus derechos e intereses”.