El sector de la artesanía española goza de una salud bastante buena. En su conjunto, las actividades artesanales generaron un valor añadido bruto (VAB) de 6.629 millones de euros en 2022 en España, con un crecimiento del 8,7% respecto a la situación previa a la pandemia.
De este modo, la artesanía supone un 4,6% del VAB de la actividad manufacturera de nuestro país y un 0,49% del VAB total nacional. Asimismo, es un sector muy importante para el tejido empresarial de España, ya que hay más de 63.100 empresas dedicadas a exclusivamente a labores artesanales, que generan más de 208.600 empleos, según los datos del informe ‘La artesanía en España: seña de identidad de la alta gama’, elaborado por KPMG, con colaboración con Circulo Fortuny.
Además, la artesanía es un agente fundamental para frenar el vaciamiento de la España rural, ya que ofrece interesantes oportunidades para generar riqueza y empleo, contribuyendo así a fijar población en los núcleos urbanos de menor tamaño. Además, es esencial para hacer pervivir nuestra cultura y las tradiciones seculares de los territorios españoles.
Datos con luces y sombras
A priori, estas cifras son muy positivas, pero también ofrecen ciertos claroscuros. Por ejemplo, la cantidad de empresas de artesanía se ha reducido un 1,3% respecto a 2019. Igualmente, el número de empleos generados por las actividades de artesanía ha caído un 2,2% frente a los datos prepandemia.
Asimismo, la contribución de la artesanía al VAB total de España ha ido retrocediendo ligeramente en los últimos años, pasando del 0,65% en 2015 al 0,49% en 2022. Y lo mismo sucede en cuanto a la contribución de la artesanía sobre el VAB total de la industria manufacturera, cayendo al 4,55% en 2022, frente al 6,25% que suponía en 2015.
De este modo, a pesar del crecimiento del VAB de la artesanía, el sector muestra ciertos signos de estancamiento. “La capacidad de impacto y contribución de la artesanía sobre el total de la riqueza nacional y sobre el total de la industria manufacturera se ha ido degradando, lo que muestra que sigue siendo una actividad vulnerable”, comentaba Enrique Porta, socio responsable de Consumo y Retail de KPMG en España, durante su intervención en los Premios Maestro Artesano.
Claves para impulsar la alta artesanía
El segmento que mejor está resistiendo es la alta artesanía, como contábamos en este artículo, por lo que la consultora reclama que se protejan estos oficios y que se les dote de las herramientas precisas para seguir desarrollándose y contribuyendo a la industria de alta gama, “ya sea como talleres de las principales compañías internacionales o evolucionando del taller a la marca”, afirmaba Porta.
En concreto, KPMG identifica 6 palancas para impulsar la alta artesanía nacional.
Formación
La formación es indispensable para garantizar que el legado se siga transmitiendo de generación en generación, evitando así que los oficios artesanos y el valor que generan corran el riesgo de desaparecer.
Visibilidad
La consultora destaca que la visibilidad de estas actividades en esencial para elevar la percepción de los diferentes oficios y que los artesanos sean conocidos, reconocidos y valorados a nivel nacional e internacional.
Apoyo público
KPMG considera imprescindible que exista y se fomente la colaboración público-privada para dar apoyo a estos oficios, dando soporte a las necesidades de desarrollo del sector con el objetivo de facilitar su continuidad.
Digitalización
La tradición no está reñida con la innovación. Así pues, a pesar de ser oficios tradicionales, la consultora remarca que se deben actualizar mediante el uso y la aplicación de nuevas tecnologías. Eso sí, respetando siempre su esencia.
Sostenibilidad
La sostenibilidad es un factor esencial en nuestros días. Y no hay sector que apueste más por la sostenibilidad que la artesanía, ya que estas actividades fomentan e impulsan el respeto al medioambiente, la diversidad e inclusión y el estímulo de comunidades locales y rurales. Hay que saber aprovechar esto.
Turismo de alto valor
Otro aspecto importante para impulsar la alta artesanía es su asociación con una industria esencial para nuestro país: el turismo. “España cuenta con múltiples destinos atractivos para un visitante de alto valor, más experiencial, que busca conocer y participar de la historia, cultura y tradición de un país tan rico como el nuestro”, indica KPMG.
