El año que acabamos de empezar arranca con muchas incertidumbres. Organismos como la OCDE o el Banco de España prevén que nuestra economía crecerá entre un 1,5% y 1,8% en 2024.
Estas cifras son moderadamente positivas, pero no hacen más que confirmar la desaceleración del crecimiento: 4,1% en el primer trimestre de 2023; 2% en el segundo trimestre y 1,8% en el tercer trimestre.
Además, debemos tener en cuenta que la economía nacional ha estado ‘dopada’ en 2023, beneficiándose de los fondos procedentes de Europa para la recuperación tras la crisis de la COVID-19, articulados a través de los PERTE, y de las medidas desplegadas por el Gobierno para tratar de frenar la inflación.
Aunque los fondos europeos deben seguir llegando y muchas de las medidas anticrisis se han prorrogado, como contábamos en este artículo, las empresas y los autónomos tendrán que enfrentarse a muchos desafíos este año, derivados tanto de tendencias globales como factores domésticos.
Uno de estos últimos es la actualización de los peajes de las autopistas de titularidad estatal bajo concesión administrativa. Desde el 1 de enero, las tarifas suben entre un 5% y un 6,65%, en función de las condiciones específicas de cada concesión, tal y como anunciaba el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible.
La actualización de las tarifas afecta a los usuarios en la AP-51, AP-61, AP-6, AP-53, AP-66, AP-7 Alicante-Cartagena, AP-7 Málaga-Guadiaro, AP-68 y AP-71, AP-9 y AP-46.
Fin a la subvención de los peajes
Según explica el Gobierno, el “incremento autorizado responde, fundamentalmente, al crecimiento del índice de precios al consumo […] y a las medidas extraordinarias y temporales aprobadas a finales de 2022 para limitar el alza de los peajes al 4% en 2023”.
“El año pasado se habilitó una subvención para mitigar los efectos de la alta inflación, ya que se debería haber aplicado una subida de entre el 8,4% y el 9,5%, y se estableció la obligación de eliminar dicha subvención a finales de 2026, es decir, de irla repercutiendo al usuario de forma escalonada en el plazo de tres años, así como, por tanto, de dotar las partidas presupuestarias necesarias para ello”, especifica.
“Hay que tener en cuenta que la subida de tarifas es acumulativa, de ahí la necesidad de repercutir nuevamente al usuario la diferencia que no abonó en 2023, aunque poco a poco, para que pueda ser asumida en mejores condiciones por los ciudadanos. De no continuar en 2024 con las subvenciones ya previstas, el alza de los peajes habría superado el 8,5%”, añade el Ministerio.
De hecho, informa de que “la aplicación de esta medida ha supuesto en 2023 un ahorro de más de 33 millones de euros a los usuarios”. Asimismo, remarca que “el importe que representa la subvención en 2024 se estima en 30 millones de euros”.
¿Se trasladará a la economía?
Sin embargo, esto no será consuelo para los miles de transportistas, trabajadores autónomos en gran parte, que verán aumentar nuevamente sus costes, después de dos años de incrementos en los tipos de interés y los precios de seguros, dietas, reparaciones, componentes, etc.
De hecho, la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA) afirmaba hace unos días que el aumento de los costes en sus negocios, tanto financieros como de producción o energéticos, afecta ya al 80% de los trabajadores por cuenta propia, como informábamos en EMPRENDEDORES.
No hay que olvidar el Gobierno ha retirado este año el descuento al carburante del que se han beneficiado las empresas y autónomos del transporte por carretera, especialmente afectados por el alza del precio del combustible como consecuencia de la guerra de Ucrania.
Y si los costes del transporte suben, es probable que dicho incremento se traslade a las empresas que echan mano de sus servicios. Y éstas quizá tengan que repercutirlo en los consumidores. Igualmente, este aumento impactará en los miles de comerciales que recorren nuestra geografía a diario para visitar a sus clientes. De este modo, habrá que ver cuáles son los efectos que tienen estos incrementos en la inflación y el conjunto de la economía.
Por otro lado, cabe señalar que se prevé un aumento del precio de los alimentos en el segundo semestre de 2024, una vez que se elimine la reducción del IVA de los alimentos básicos, prorrogada hasta junio por el Ejecutivo. También subirá el precio de la electricidad y el gas, al elevar el IVA aplicado del 5% al 10%.