Por cuarto año consecutivo, la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) ha presentado los ‘Retos I+D+I UC3M para innovar juntos’ correspondientes, en esta ocasión, a 2023. Se trata de un programa impulsado desde el Vicerrectorado de Política Científica UC3M con el que se identifican cada año las 10 principales tendencias/retos de la sociedad y del sector productivo, una iniciativa que se ha convertido en un interesante barómetro para los emprendedores interesados en conocer hacía donde se dirige la innovación y los grandes desafíos a afrontar.
Los 10 retos corresponden al resultado de una profunda reflexión en la que participan prácticamente todos los grupos de investigación de la UC3M atendiendo a sus diferentes ámbitos de conocimiento. Para los de 2023, han participado un total de 57 expertos (40 % mujeres) que representan a 52 grupos de investigación.
“En esta edición, los 10 retos se relacionan directamente con 12 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, con los que está comprometida la UC3M”, señala Juan José Vaquero, vicerrector de Política Científica UC3M en el acto de apertura de la presentación de los retos. María Teresa Riesgo, Secretaria General de Innovación, y Jaime Martorell, Comisionado Especial para el PERTE de Microelectrónica y Semiconductores compartieron la mesa.
“Eventos como este sirven para tender puentes entre el mundo de la investigación y la empresa…y, solo que en el Consejo de Ministros se hable ya de la transferencia de conocimiento y la innovación, es algo sumamente importante”, señalaba Riesgo tras agradecer la colaboración de esta institución académica y felicitar a sus investigadores por el trabajo realizado.

Los 10 retos vs. oportunidades de negocio
Los retos 2023 fueron anunciados ayer, 14 de marzo, en el Parque Científico Universidad Carlos III de Madrid por Carlos Blanco, Vicegerente de Investigación y Transferencia en la UC3M. Corresponde a los siguientes:
1.-Soberanía tecnológica.La Unión Europea quiere situar a la región en el centro del concepto de soberanía tecnológica con el foco puesto en la transparencia y la autonomía estratégica, reformulando la regulación de su economía digital. Con una visión humanista, el objetivo de la UE es promover la competencia dentro del Viejo Continente, pero en base a una serie de derechos digitales, protección de datos personales y la circulación de información a nivel transfronterizo
2.-La era cuántica. De las comunicaciones a la computación. Las tecnologías cuánticas, con especial traslación en la computación cuántica, lleva con nosotros algún tiempo, aunque está siendo ahora cuando los requerimientos de refrigeración y la estabilidad de estos equipos comienza a dar lugar a máquinas capaces de ofrecer cálculos nunca antes viables. La supremacía cuántica, anunciada -y posteriormente rebatida- por varios fabricantes a lo largo de los últimos meses, nos posiciona en un momento trascendental para la adopción real de esta innovación, llevándola de las musas al teatro.
3.-Exoesqueletos y robótica inmersiva, híbrida e inclusiva. Los exoesqueletos han pasado, en unos pocos años, de parecer un objeto de ciencia ficción a ser toda una realidad con importantes y valiosos casos de uso en sanidad, industria o logística. La firma de análisis IDC estima que el gasto europeo en exoesqueletos alcanzó los 283 millones de dólares en 2021 y crecerá porcentualmente a una tasa sólida de dos dígitos hasta llegar a 2025.
4.-Por un mundo cada vez más sostenible y eléctrico. En el marco de la transición verde impulsada por la Unión Europea y que configura uno de los ángulos transversales de los ODS de la ONU, la electrificación se antoja como la punta del iceberg de dicho movimiento.
5.-El fraude online y la biometría como respuesta de confianza. La cada día mayor digitalización de la sociedad ha transformado nuestro modo de trabajar, estudiar, relacionarnos y, como no, adquirir y contratar productos y servicios de cualquier tipo, todo ello con Internet como común denominador. Este escenario, exige nuevas medidas de seguridad
6.-El momento de la disrupción en las industrias culturales. La irrupción de nuevos formatos como YouTube, Netflix, Twitch o TikTok ha ido acompañada de un cambio radical en la manera de producir contenidos dentro de la industria cultural, así como en la forma en la que los usuarios los consumen y se interrelacionan con ellos, pasando de ser sujetos pasivos a activos.
7.-Metaverso ¿ciencia o ficción? El metaverso ha pasado de ser un concepto prácticamente desconocido o vinculado únicamente a la ciencia ficción a acaparar titulares, conversaciones y largos debates, así como a dar pie a nuevos puestos de trabajo e, incluso, líneas de investigación e innovación dentro de las compañías de todos los tamaños.
8.-Inteligencia Artificial para una logística más eficiente. El reto no es otro que incrementar la eficiencia y competitividad de las empresas y, al mismo tiempo, responder a las demandas que la globalización, las ciudades inteligentes o el compromiso con la sostenibilidad plantea nuestra sociedad hoy.
9.-La amplificación del IoT para conectarlo todo. Gartner estima que habrá 20.400 millones de objetos inteligentes en funcionamiento para finales de la década. A su vez, la GSMA estima un mercado global del internet de las cosas valorado en más de un 1,1 billón de dólares para el año 2025. La razón de semejante volumen de negocio radica en el paso del interés de negocio desde la conectividad pura y dura a las plataformas, aplicaciones y servicios
10.- La gran renuncia y la gestión del talento. Aunque al principio se debatió sobre si la Gran Renuncia podría tratarse de algo circunstancial (derivado de la actitud conservadora de los trabajadores durante la incertidumbre de la pandemia), ahora no cabe dudas de que esta ‘gran renuncia’ se debe a factores estructurales de un mercado laboral cada vez más exigente, un mayor reconocimiento de la salud mental en el trabajo y la irrupción de nuevas generaciones (generación Z) en el entorno profesional, quienes priman actitudes y valores -como la sostenibilidad o la flexibilidad- por encima de los alicientes clásicos -salario o ascensos, entre otros
Puedes consultar el documento completo con los retos en este enlace

La soberanía tecnológica: el primer reto
Desveladas las tendencias, se organizó una mesa de debate que moderó Alberto iglesias para afrontar a fondo el reto que encabeza el decálogo: el de la soberanía tecnológica. En esta participaron Guillermo Carpintero, CEO de Leapwave Technologies e investigador UC3M del grupo de Optoelectrónica y Tecnología Laser; Rosa Lillo, investigadora y directora del Instituto Big Data UC3M, y Arturo Ribagorda, Investigador del el Computer Security Lab.
Al panel de la UC3M se sumaron Javier Ponce, Director General del CDTI, José Bayón, CEO de Enisa, y Pedro Mier, presidente de AMETIC.
Entre las conclusiones extraídas del debate caben citarse las siguientes:
Autonomía mejor que soberanía: Aunque el título del reto habla de soberanía, se quiso matizar luego que tal vez fuese más conveniente hablar de autonomía puesto que cualquier medida encaminada en esta dirección ha de contar con el apoyo y la colaboración de la Unión Europea. «El tema de la soberanía hay que abordarlo desde una perspectiva europea, no como país», aseveró Ribagorda.
La transferencia de conocimiento a la empresa: Vamos progresando, pero queda aún un largo trecho. “La Universidad está bien para desarrollar nuevas tecnologías, sin embargo, después la explotación de esa tecnología ya no corresponde a la Universidad porque también el sistema público es bastante rígido y la explotación es difícil”. La opinión expresada por Carpintero, la comparten también Lillo y Ribagorda quien reconoce que “siempre ha fallado el nexo de conexión entre la empresa y la Universidad. Estamos mejor pero nos queda muchísimo”.
Fomentar el doctorado industrial. Otra cosa que lamenta Lillo es la escasa demanda para ocupar un doctorado industrial. Se refiere este a cuando los doctorandos desarrollan la tesis en el seno de una empresa del sector privado o público, así como en la administración pública, un tema sobre el que el CDTI dice estar interesándose en corregir.
Áreas medio conquistadas y a conquistar: Se trata de identificar donde podemos ser más competitivos y luego imbricarlo en un todo. En opinión de Lillo, España está bastante bien posicionada en materia de inteligencia artificial, la ciencia de los datos y ciberseguridad. José Bayón, por su parte, subraya “la cuestión energética” como un sector en el que vamos bastante avanzados respeto a los países vecinos. Asimismo, para Ribagorda somos muy eficientes en los chips y en el desarrollo software. Sin embargo, el mismo profesor señala otras en las que interesa progresar. Una es el desarrollo cloud donde seguimos dependiendo de las grandes tecnológicas estadounidenses.
No solo desarrollar tecnología, también fabricar aquí. “Una vez que desarrollas las tecnologías lo que necesitas es fabricar aquí porque ahora estamos fabricando fuera”, subraya Carpintero. En el caso de los chips, donde ya hemos dicho que llevamos cierta ventaja, seguimos dependiendo en gran medida de Asia, región que absorbe el 65% de la producción mundial.
Recuperar y retener el talento. Muchos científicos, tecnólogos y profesionales españoles han optado por marcharse a trabajar en otros mercados en busca de una mejores condiciones laborales. Sin talento no hay innovación así que urge arbitrar medidas para recuperarlo.
¡Cuidado con la venta de startups!. Es la advertencia pronunciada por el director del CDTI temeroso de que el apoyo al nacimiento de nuevas empresas disruptivas en nuestro país redunde, al final, en beneficio de terceros. “Hemos procurado un buen ecosistema para procurar la creación de startups pero luego no sabemos protegerlas”, señala Ponce, aunque Mier extiende el mismo problema al territorio comunitario.
Ver los retos como una oportunidad: En cuanto a los retos planteados por los investigadores de la UC3M, ha recordado el CEO de Enisa que conviene verlos como oportunidades de negocio y celebra que sean prácticamente iguales a los que se plantea el entorno europeo. “Esto, que ahora parece una evidencia, no ha sido así durante muchos años. Por lo menos esa parte, ya se la hemos mordido un poco al futuro, nos queda toda la parte de ejecución, seguir avanzando con la transferencia y la innovación”.