El concepto de microcrédito lo ideó el premio nobel Mohamed Yunuf, que descubrió que con un préstamo de pequeña cuantía y bajo interés se podía mejorar la situación económica y social de las capas sociales excluidas de los sistemas crediticios tradicionales. Este tipo de financiación, al principio reservada a los países subdesarrollados, se fue implantando con el paso de los años por Occidente, especialmente desde que comenzó la crisis.
En España, la mayor parte de los microcréditos son concedidos por de cajas de ahorros, entidades sociales, organizaciones no gubenamentales y bancos. Tal es el caso de Microbank, banco social de “La Caixa”, que, desde su creación, ha concedido un total de 225.056 préstamos por un valor de 1.358,6 millones de euros. En su Informe sobre el impacto de los microcréditos 2013 analiza en detalle el papel de las microfinanzas en la promoción del emprendimiento. Estas son algunas de las conclusiones.
Préstamos para emprendedores
Microbank ha experimentado un crecimiento del 40% con respecto al año anterior en las operaciones destinadas a los emprendedores. Estos microcréditos se conceden sin garantía real, su importe máximo es de 25.000 euros y para solicitarlos hay que presentar un plan de empresa para estudiar su viabilidad. La oferta de MicroBank se divide en tres tipos:
– Financiero, dirigido a autónomos y microempresas que necesitan financiación. Pueden solicitarlo autónomos con rentas inferiores a los 60.000 euros y microempresas con menos de diez empleados y una facturación inferior a un millón de euros.
– Social, dirigido a financiar proyectos de autoempleo para personas con problemas para acceder al sistema crediticio.
– Línea BEI, dirigido a autónomonos y microempresas, especialmente proyectos impulsados por jóvenes, que cuenta con la financiación del Banco Europeo de Inversiones (BEI).
Perfil del beneficiario
Los principales beneficiarios de este programa se encuentran en situación económica y familiar más complicada que la que muestra el informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM), aunque presenta una mayoría de características comunes.
El perfil del emprendedor que solicita los servicios de MicroBank es el de un hombre (54%), español (81%), entre 36 y 50 años (47%), con estudios secundarios (46%), que trabajaba como autónomo antes de poner en marcha su negocio (45%) y que tenía unos ingresos netos familiares inferiores a los 2.000 euros mensuales (81%). Por otra parte, la mayoría de ellos no había dirigido antes un negocio (en el 57% de los casos).
Perfil de la microempresa
En un 47% de los casos sirve para abrir nuevos negocios mientras que en un 53% se destina a ampliar el negocio. El 80% no tienen forma jurídica propia, sino que sus empresarios son autónomos. El microcrédito supone el 49% de la inversión inicial y en un 25% de los casos ha representado más del 75% de la inversión para abrir.
En la balanza negativa hay que mencionar que las condiciones laborales de los microempresarios son duras, ya que un 45% reconoce que trabaja entre 10 y 12 horas diarias en el negocio y el 45% trabajan los fines de semana.
En la balanza positiva es importante destacar que el 73% de los negocios impulsados con microcréditos siguen abiertos y que el 34% ha contratado algún empleado desde dicha concesión.
En líneas generales, la mayoría de los encuestados de este informe considera que su vida económica, social y familiar ha mejorado tras la concesión.
Más información en este enlace