EMPRENDEDORES: ¿Qué diferencia la formación que ofrece Schiller de la recibida en otras universidades?
Manuel Alonso: Seguimos el sistema de enseñanza de Estados Unidos, que busca crear una estructura mental que permita analizar bien los problemas y muy enfocada a la realización de cosas. A la actuación. Mientras el europeo está más centrado en dar grandes dosis de conocimientos. El fundador de esta universidad comprendió esta diferencia hace muchos años y se dedicó a abrir campus en todo el mundo.
EMP: Una formación más práctica y menos basada en copiar apuntes es lo que propone Bolonia para Europa. ¿No os quita vuestra ventaja competitiva?
M.A.: Sí, el plan Bolonia se acerca más a esta forma de enseñar, pero nuestros profesores están mucho más formados para enseñar a sus alumnos que piensen. El sistema americano está más enfocado a que los alumnos aprendan a transformar las cosas. Esta capacidad transformadora se aprende en clase, los profesores están muy acostumbrados al método de discusión.
EMP: ¿Basta con estudiar en un campus de fuera de tu país para ser un profesional capaz de adaptarse a un entorno global, como el actual?
M.A.: Es más complejo que eso. Al sistema de enseñanza americano, nosotros le unimos el que en un mismo campus haya estudiantes de todo el mundo. Ahora mismo en Madrid hay 22 nacionalidades distintas. Personas que vienen del mundo árabe, de Asia, norteamericanos… Sus procesos de análisis son muy distintos y eso te obliga a estar preparado para hacer las cosas en un mundo multicultural, que es clave si quieres desarrollar una actividad en un entorno internacional, que es a lo que nosotros nos dedicamos. Formación de gente que pueda funcionar bien en ese ámbito. Porque, además, siempre recomendamos a nuestros alumnos que pasen los dos últimos años en cualquiera de nuestros otros campus internacionales.
EMP: ¿Es importante tener un perfil multicultural a la hora de hacer negocios?
M.A.: Absolutamente. No es lo mismo hacer negocios en Brasil que en Alemania. Hay una idiosincrasia propia de los negocios que es distinta. También influye la cultura. Aunque en Europa pensamos que somos iguales, no lo somos. Y luego está la historia. A nosotros nos pesa mucho la historia, como a los franceses, los alemanes… La gente se cree que con hablar bien inglés ya tienen un perfil internacional, pero no es así. Además, tienes que vivir cómo se hacen los negocios, cuál es la cultura, la forma de ser de las personas.
EMP: ¿Qué papel juegan todos estos factores en el espíritu emprendedor?
M.A.: Nuestros alumnos son más emprendedores que la media. Son alumnos muy acostumbrados a viajar y a vivir en entornos distintos. Muchos son personas muy desarraigadas desde el punto de vista nacional, porque han nacido en un sitio, se han desarrollado en otro, han estudiado en otro… La inseguridad fomenta el espíritu emprendedor, mientras que la seguridad lo mata, o lo adormece. Cuando no tienes ni el mapa de lo que va a suceder en el futuro, tienes que tomar decisiones. El espíritu emprendedor requiere una cierta inseguridad en el ambiente. Pero en España y Europa intentamos cargarnos siempre de seguridades.