En España, el 49% de quienes tienen ingresos superiores a 600.000 euros residen en Madrid. En Cataluña, el 22,4%. Antes de la crisis esta relación era del 34,3% para Madrid y del 24% para Cataluña. Esto puede corresponder a que la menor presión fiscal de la capital esté provocando “deslocalizaciones de personas físicas” buscando sus propios paraísos fiscales.