“Hemos pasado de un mercado de oferta a uno de demanda. Antes eran las empresas las que lanzaban productos y servicios al mercado, pensando en sus competidores, y ahora son los clientes los que deciden qué, cuándo, cómo, cuánto y por qué comprar. Esto obliga a los emprendedores a desarrollar proyectos que respondan a las necesidades no cubiertas de los clientes”, afirmó Javier Escudero, redactor de la revista Emprendedores, que participó en las IV Jornadas de Empleo y Emprendimiento organizadas por el Ayuntamiento de Alcobendas.
Escudero recordó a los emprendedores que asistieron a la mesa debate sobre ‘La corriente emprendedora de startup’, moderada por Nieves Cuesta, jefa de desarrollo económico, fomento del empleo y comercio del Ayuntamiento de Alcobendas, que “al cliente, que ahora es multicanal, no le interesa ni tu producto ni tu solución; sólo le interesa su problema. Y ahí es donde radica gran parte del éxito futuro de un proyecto. El emprendedor debe resolver el problema del mercado. Muchas veces, la solución (el producto y/o servicio) que desarrolla un emprendedor no coincide con el problema real que demanda el mercado. Y cuando eso se produce, el fracaso está a la vuelta de la esquina”.
Escudero enumeró las principales causas de fracaso de los emprendedores: “Falta de formación y experiencia de los promotores, escasez de recursos, mala planificación financiera, mala relación entre socios, insuficiente propuesta de valor y dificultad para generar ingresos”.
También apuntó que “los emprendedores no deben olvidar que nadie les está esperando en el mercado. Muchos lo apuestan todo a su idea de negocio sin haberse parado a pensar si realmente hay un mercado dispuesto a comprarle. Se lanzan, esperando a que, desde el primer día, entren hordas de clientes en su negocio y la realidad es cruda en la mayoría de los casos: los clientes no llegan o tardan muchos meses en llegar y mientras tanto tienen que invertir unos recursos que, en el mejor de los casos, tienen y que, en el peor de los casos, carecen”. En su opinión, “la solución a muchos de los problemas pasa por preguntar, analizar, investigar, probar, validar, iterar, volver a probar, validar, validar, validar…”.
Startup revolution
Emilio Martínez, manager de la aceleradora StartUp Alcobendas, señaló que estamos asistiendo a una startup revolution: “Se ha producido un cambio brutal en el mercado. Ahoras las pequeñas empresas tienen enormes posibilidades de competir de tu a tu con las grandes, gracias, sobre todo, al acceso a la tecnología”. Y citó el caso de dos empresas que nacieron modestamente y se han convertido en dos gigantes en sus respectivos mercados: WhatsApp y Mil Anuncios. Recordó también que montar una startup es una carrera de fondo, pero también de alto riesgo, porque se mueven en la incertidumbre. “Muchos de los errores que se cometen se pueden evitar con el apoyo de los diferentes agentes sociales que ayudan y prestan su apoyo a los emprendedores en cualquiera de sus fases de desarrollo”.
En ese sentido, Martínez explicó las oportunidades que ofrece la aceleradora StartUp Alcobendas: “Hemos abierto la segunda convocatoria para dar acogida y acelerar a nueve proyectos. El plazo estará abierto hasta el próximo 17 de mayo” [Más información en http://startupalcobendas.org].
Visión internacional
Pedro Lalanda, presidente de Blue Star Commodities, subrayó que “las startups deben nacer con visión internacional porque el mercado es el mundo y los competidores no son locales, sino globales”. Recordó que, tradicionalmente, las empresas se internacionalizaban después de haberse implantado de forma lenta y progresiva, primero, local, luego regional y, por último, nacional. “Y salían al exterior, de forma natural, para vender sus excedentes, o de forma obligada, como salida a la crisis”.
Pero la realidad obliga a las empresas a nacer de forma global: “Las barreras han desaparecido. El acceso a la tecnología y la aparición de redes de cooperación permiten a las startups acceder a mercados a los que antes eran impensables. Se puede y se debe gestionar una empresa de forma remota, de lo local a lo global”. Lasborn global“son proyectos concebidos para vender en el exterior; escasas en recursos, excepto en talento; intensivas en el uso de la tecnología; su ventaja competitiva está en la calidad, no en el precio; tienen muy bien definidos sus nichos de clientes; usan y aprovechan las redes internacionales, y se mueven en el campo de la innovación”.