El Banco Mundial nos vuelve a poner en evidencia situándonos entre los peores países en facilidades para crear empresas. Es más, a pesar de las reformas realizadas por el Gobierno, este año nos baja del puesto 44 al 52 en el ranking de su informe Doing Business 2014. Nos adelantan países como Estonia, Ruanda, Perú, Colombia, Montenegro, Kazajistán y Túnez. Pero, ¿cuánto hay de cierto en esta clasificación?
Regulación empresarial
El informe tiene en cuenta las regulaciones locales que impulsan o restringen la actividad empresarial en 189 países. Y lo hace teniendo en cuenta distintas fases del negocio, no sólo el emprendimiento. En concreto: las exigencias para abrir un nuevo negocio, permisos de construcción, registro de propiedades, acceso al crédito, protección de inversores, pago de impuestos, facilidades para la internacionalización, cumplimiento de contratos y nivel de insolvencia. Es, justamente, el hecho de que se trate de un informe basado, sobre todo, en los aspectos formales exigidos para hacer negocios lo que nos deja en una posición ciertamente tan desventajosa. Y, en especial, por tres aspectos que nos hacen perder muchas posiciones.
Insolvencia
El informe penaliza que España haya sufrido entre 2008 y 2012 uno de los mayores incrementos de insolvencia: nada menos que un 182%. Tal y como apunta este documento, sólo en 2012 el número de compañías que se declararon insolventes pasó de 5.666 a 7.780.
Tiempo para abrir un negocio
Otro de los factores que nos penaliza especialmente son las trabas que encuentran las empresas españolas para crear una empresa. Los emprendedores españoles tardan de media 23 días para abrir un negocio (hemos reducido al menos esta brecha, que el año pasado se situaba en 28 días), pero seguimos necesitando 10 gestiones para emprender, mientras en países como Irlanda el más ágil de la Unión Europea) todo se resuelve en un día y cuatro trámites.
Pequeños buenos cambios
El informe destaca a favor los cambios introducidos para eliminar la licencia municipal antes de iniciar una actividad y la mejorar también en las gestiones en el registro comercial. También hemos mejorado en la obtención de electricidad, la protección a la inversión, el comercio internacional y el cumplimiento de contratos. La burocracia es nuestra gran asignatura pendiente y se volverá poner a examen el próximo año, cuando el informe ya pueda valorar los cambios traídos por la Ley de Emprendedores.
Puedes consultar el Informe Doing Business 2014 cliqueando aquí.