El mercado laboral español se recupera sin prisas, pero sin pausa. En el último año se crearon 433.900 puestos de trabajo. España lleva tres trimestres consecutivos sumando nuevos empleos. En total, hay ahora 17.569.100 ocupados (3.078.000, autónomos). Pero todavía quedan 5,4 millones de parados. Si se contabilizasen otros tres millones más en una nueva legislatura, como promete Rajoy, el mercado laboral se habría recuperado totalmente de los efectos de la crisis. ¿Puede cumplir el presidente esta promesa? “Eso supondría alcanzar un ritmo de crecimiento del empleo de unos 600.000 puestos al año, semejante a los crecimientos observados en los años de la burbuja, en los que el PIB crecía a un ritmo medio anual del 3,5%. No creemos que esos ritmos sean alcanzables en los próximos años, ya que hay elementos que van a seguir limitando nuestra capacidad de crecimiento como el desendeudamiento o la consolidación de las cuentas públicas. Es difícil que el ritmo medio de crecimiento del PIB en los próximos años supere el 2,5%. Y es poco probable que alcancemos los 20,5 millones de empleos que había antes de la crisis en un plazo inferior a ocho o diez años”, explica María Jesús Fernández, analista de Funcas. Y no lo dice sólo ella. Ningún informe avala las palabras de Rajoy.
Desempleo juvenil
Una de las principales lacras del mercado laboral español es la enorme tasa de desempleo juvenil (el paro afecta al 23,7% de la población activa; en el caso de los más jóvenes al 51,8%). La receta del Fondo Monetario Internacional pasa por reducir más el Salario Mínimo Interprofesional (que en España está en 648 euros mensuales) y los costes laborales a través de una rebaja de las cotizaciones sociales. Medidas que, según este organismo, contribuirían a reducir el desempleo juvenil entre un 3% y un 11%. Para Fernández, “dadas las condiciones actuales de nuestra economía es lo más realista, unido a programas de formación laboral para favorecer la inserción en el mercado de trabajo de aquellos que no tienen ninguna cualificación”. Para esta analista, el principal fantasma del mercado laboral español está en el desequilibrio entre los costes laborales y la productividad. “Lo que destruye capacidad para generar riqueza es el crecimiento de los costes laborales por encima de la productividad, ya sea de todos los trabajadores en su conjunto o de diferentes segmentos en función de su experiencia laboral”, dice.
La reforma pendiente
¿Reducir los costes laborales incentivando la contratación de trabajadores fijos con 500 euros como propone el Gobierno servirá, entonces, para reducir el desempleo y acabar con la tendencia a la contratación temporal y a tiempo parcial? Son medidas que se llevan haciendo años y no producen resultados. “El efecto de este tipo de medidas es muy escaso. Lo que hay que cambiar es la regulación laboral. El principal punto negativo de la reforma laboral es que no ha abordado un cambio que se oriente hacia el contrato único o limitar la contratación temporal exclusivamente a actividades de esa naturaleza”, añade Fernández.