Linkedin abrió a mediados de 2013 la posibilidad de incluir vídeos e imágenes para crear perfiles más atractivos en todas las cuentas (antes estaban limitados a los de pago). Un poco más tarde, Twitter introducía cambios en la forma de compartir imágenes. Ahora tienen mucho más protagonismo en el timeline de los usuarios, ya que no hace falta clicar en ellas para verlas. ¿Cómo aprovechar estos cambios?
Escoge bien el lugar de envío. Según explica Dan Zarella, autor del libro The Science of marketing, los tuits que utilizan pic.twitter.com, el cargador de imágenes nativo de la propia red, y Twitpic, tienen más del doble de posibilidades de ser retuiteados que los que utilizan otras vías como Instagram o Facebook. Y lo que es más, a los usuarios de Twitter les molesta que incluyas imágenes que les deriven a otra red social. Lo mejor es enviarlas directamente desde alguna de estas herramientas o alojarlas en un blog.
Organiza concursos. Otra alternativa es invitar a los usuarios a que comenten las fotos para generar conversación. Por ejemplo, puedes organizar concursos para que propongan títulos a las imágenes o para que compartan otras relacionadas con el mismo tema.
Utiliza infografías. Una infografía no es una foto, pero es una imagen, ¿no? Aprovéchalo para insertar contenidos de texto con formato de infografía, que están tan de actualidad. Eso sí, que sean escuetas y a poder ser divertidas.
