
Ana Delgado
Antes que Indra, Flat 101 había recibido otras ofertas de compra, algunas incluso más suculentas que la definitiva, pero con un defecto: ninguna respetaba “lo más sagrado” de la startup, que es su cultura de empresa.
Ana Delgado
Antes que Indra, Flat 101 había recibido otras ofertas de compra, algunas incluso más suculentas que la definitiva, pero con un defecto: ninguna respetaba “lo más sagrado” de la startup, que es su cultura de empresa.