Últimas noticias: Protector craneal en el fútbolIdeas para el cobro de deudasAJE Murcia premia a Votum WorldEmprender en verdeVerano en CASA SEAT y CCG MadridEmprender con discapacidadCómo optimizar el flujo de cajaEl 2 de julio… ¡Conexión CEO!Financiación para emprendedores Descubre tu inteligencia emocional
x
X
Newsletter Emprendedores

Lo mejor de emprendedores semanalmente en tu correo

Contenidos exclusivos, revista física
y muchas más ventajas
Publicidad

La hora de ayudar a las ‘scaleups’ para que todo el esfuerzo no sea en balde

A la par que crecen el número de startups consolidadas, debería aumentar el capital riesgo nacional para acompañarlas en fase de scaleup. En caso contrario, todo el esfuerzo será baldío.

28/10/2023  Ana DelgadoStartups
Compartir

Mientras que el capital riesgo nacional que acompaña a las startups españolas en su fase de creación y desarrollo de producto gana en solidez, se debilita cuando los equipos evolucionan a fases de crecimiento. Llegado este punto son los fondos extranjeros los que toman el testigo. El riesgo de esa disgregación es que en lugar de beneficiarnos nosotros, como país, del esfuerzo que se está haciendo para crear un ecosistema potente, lo hagan otros países con apuestas de inversión más arriesgadas. 

Como declaraba en este medio José Bayón, CEO de la Empresa Nacional de Innovación (Enisa) “No se trata de crear más startups que nadie, se trata de que todo funcione”. Sin embargo, hay algo que empieza a fallar en el engranaje. Mientras que en España siguen progresando las sartups en fases de escalada, la scaleups, “todavía no hay suficiente capital nacional para atender a la nueva generación de fundadores del país”, según se desprende del informe ‘El sector del capital riesgo en España. Alcanzando el siguiente nivel’ realizado por Endeavor.

Es decir, que las startups españolas están madurando antes que el growth capital, lo que significa que los inversores de fuera del país acaban capturando gran parte del valor creado. De hecho, de los 10 principales exits conseguidos desde 2018 en nuestro país, casi 4 de cada 5 inversores en esas empresas no tenían su sede en España. De este riesgo de no aprovechar la rentabilidad de las ideas con valor que ponemos en el mercado, también advertía hace unos meses en este medio.

Para cerrar el círculo virtuoso con las ‘scaleups’

Ahora es Endeavor, comunidad global por y para emprendedores de alto impacto,  a través de su división de investigación, Endeavor Insight, la que, con el estudio mencionado, lanza una llamada a la acción para apoyar “a nuestras scaleups para que el ecosistema español experimente plenamente el círculo virtuoso que surge de la reinvesión de capital y talento”. 

En la ejecución del análisis, Endeavor Insight analizó datos de inversión y entrevistó a más de 40 fundadores, inversores y expertos para desarrollar estrategias a corto y largo plazo. El estudio hace un análisis de dónde no encontramos ahora en materia de capital riesgo y hacía dónde deberíamos dirigirnos

¿Dónde estamos ahora? 

Al nivel de Reino Unido en 2011. Según los datos barajados para la ejecución del informe, actualmente, el ecosistema español, en número de operaciones de capital riesgo, está donde estaba Francia en 2013, Alemania en 2015 y Reino Unido en 2011. 

Escasas operaciones del growth capital. En 2022, en España, sólo el 9% de las operaciones de capital riesgo han sido de Growth/Later Stage (fases de desarrollo más avanzadas), contra el 16% en Francia, 21% en Alemania y 11% en Reino Unido. De dicha comparativa se concluye falta de madurez en el capital riesgo nacional. 

Falta de proyectos buenos. Son varios los inversores que, más que la falta de capital, lamentan la ausencia de proyectos nacional realmente buenos como para arriesgar por ellos. Cierto o no, la realidad es que el número de compañías que han captado rondas superiores a los 10M de dólares (230) es sensiblemente inferior al de Francia (981), Alemania (872) o Reino Unido (2.115), como también lo es el número de compañías cuya valoración haya alcanzado 1.000M$ o el de inversores de capital riesgo con más 100M$ de activos bajo gestión. 

Poco apoyo institucional: Otro punto que pone de relieve el estudio de Endeavor es que, en muchos países, los fondos de capital riesgo se dividen, más o menos a partes iguales entre los fondos públicos, los particulares con grandes patrimonios HNWI /family offices y empresas institucionales y corporativas. Cada pata representaría un tercio de la inversión. En España el menos activo de todos es el tercero, el de las empresas institucionales y corporativas, apuntando principalmente el estudio a inversores institucionales como los fondos de pensiones y las compañías de seguros, las cuales participan aún plenamente en el capital riesgo local.

En lo que respecta a los fondos públicos, ya anunciaba el último Mapa del Emprendimiento en España elaborado por South Summit un aumento de su participación en la inversión de 2 puntos porcentuales respecto a 2020, llegando a representar el 7% de la financiación de las empresas.

La hora de ayudar a las 'scaleups' para que todo el esfuerzo no sea en balde

Los obstáculos y lo que deberíamos corregir para no retroceder

Según el informe, existen una serie de obstáculos en el ecosistema local que están dificultando el capital en fase de crecimiento los cuales son identificables y superables. Son estos:

Regulación: La Ley Nacional de Startups deja fuera de su marco de intervención a las startups que alcanzan ya cierto volumen de negocio delegando esta responsabilidad en otros instrumentos específicos de la Administración. Sin embargo, del estudio de Endeavor se extrae la necesidad de  llevar a cabo reformas de regulación “para facilitar que los fondos de pensiones y seguros locales inviertan en capital riesgo”. 

Se apunta, también, a la “aplicación de reformas normativas que fomenten un cambio en las prioridades de inversión”, lo cual, reconocer “llevará algún tiempo, pero es un objetivo alcanzable. Una vez eliminadas estas barreras, el ecosistema local tendrá mayor capacidad de financiación en fases de crecimiento”.

Más rondas mixtas. Aunque los fondos de capital riesgo locales están creciendo, todavía no hay suficiente capital nacional para atender a la nueva generación de fundadores del país. No se trata, pues, de espantar al capital internacional sino de seguir atrayéndolo para satisfacer la demanda existente de rondas más grandes.  De aquí que sea interesante impulsar rondas mixtas mejorando la relación entre los fondos extranjeros y los locales que garanticen los mejores acuerdos para el ecosistema. Según el estudio, “el mejor equipo de inversión para los fundadores suele ser aquel en el que los inversores locales e internacionales cooperan y se complementan mutuamente”.

Acelerar el apoyo a las scaleups. Existe optimismo entre la comunidad local de capital riesgo, pero no suficiente urgencia en torno a la necesidad de capital de crecimiento.“En nuestra encuesta 2023 realizada a más de 20 sociedades de capital riesgo españolas, casi el 90% respondió que se sentía positivamente sobre el estado del capital riesgo en España. Sin embargo, menos del 5% declaró haber cambiado su enfoque hacia empresas en fase de crecimiento o más avanzadas. Esto sugiere que los inversores locales no son capaces de asumir rondas más grandes”.

Prolongar los rendimientos. Los rendimientos también tendrían que ser elevados durante un largo periodo para interesar a un inversor institucional. Las clases de activos menos arriesgadas, como los bonos corporativos, empezaron a resultar más atractivas que la capital riesgo una vez que subieron los tipos de interés y se redujo la diferencia de rentabilidad entre ambas clases de activos. Y puede que pase algún tiempo antes de que los fondos de pensiones y seguros estén dispuestos a invertir en capital riesgo, incluso si se redujeran las barreras normativas.

Retener al capital nacional. Se observa en el informe que muchos ambiciosos fondos de capital riesgo españoles buscan fuera del país para realizar sus inversiones. En este sentido señala a fondos como Nauta Capital, que despliega un tercio de su capital en España y destina cantidades prácticamente iguales al Reino Unido e Irlanda y al norte de Europa. Asimismo, empresas españolas como Seaya Ventures y K Fund despliegan capital en España y Latinoamérica. Otras, como Samaipata y All Iron Ventures, invierten en toda Europa.

Conclusión

Si España, además de producir cada vez más scaleups, consigue que sean sus propios fondos de Growth los que les acompañen en el recorrido, la economía nacional conservará mayor riqueza y valor, tendrá más capital disponible para futuras scaleups españolas y continuará el ciclo de autopropulsión del desarrollo del ecosistema.

“Los inversores, los emprendedores y los responsables políticos españoles deben apoyar el crecimiento del ecosistema local. Las experiencias de otros mercados demuestran que una combinación de políticas de apoyo,  prioridades de los inversores y una ambición y compromiso de los fundadores de éxito puede desencadenar el círculo virtuoso del desarrollo empresarial. Tenemos el ejemplo de otros ecosistemas que lo están haciendo. Cuando estos elementos converjan finalmente, España podrá convertirse en una potencia para el emprendimiento”, concluye el estudio.

Ana DelgadoLarga trayectoria en el oficio del periodismo. Sé poco de mucho y mucho de nada
Compartir