La harina de insectos mueve al año 4 millones de toneladas, con un mercado potencial de 5.000 millones de euros. Esta empresa se dedica, sencillamente, a criar artificialmente moscas para ese mercado.
Durante más de 10 años, estuvieron trabajando en el desarrollo de procedimientos científicos y técnicos relacionados con la cría artificial de dípteros (moscas) y decidieron utilizar dicha tecnología para aportar soluciones a la demanda de proteínas alternativas en alimentación animal y de polinizadores efectivos, de manera que la investigación que realizaban en entomología aplicada ofreciera un retorno a la sociedad, explicaba una de las promotoras de Bioflytech, biotech que nace del grupo de investigación ‘Bionomía, sistemática e investigación aplicada de insectos’ de la Universidad de Alicante, liderado por Santos Rojo, CEO de la compañía.
La mayor planta de producción industrial de insectos
El objetivo de Bioflytech era, desde hace unos años, aumentar su producción. Para conseguirlo, la empresa de base tecnológica instalada en el Parque Científico de la Universidad de Alicante (UA) ha tenido que recurrir a financiación externa. El apoyo económico les llegó el año pasado de la mano de Moira Capital. Según puede leerse en la web de los inversores “Moira Capital participa en el BioFlyTech desde septiembre de 2018. Su unión con el prestigioso entomólogo español profesor Santos Rojo compromete una inversión de 16 millones de euros en esta empresa especializada en la cría artificial controlada de insectos para su conversión en proteínas y grasas de alta calidad. Su objetivo es convertirla en una de las mayores compañías europeas de producción industrial de insectos. Se trata de la mayor apuesta llevada a cabo en este emergente sector en España”.
Moira Capital aporta en una primera fase 6 millones de euros a BioFlyTech, para construir y poner en marcha “la mayor planta en España de producción industrial de insectos que tiene prevista una producción de casi mil toneladas anuales de proteína de insecto. Además, la planta tendrá una capacidad de procesamiento de unas 9,000 toneladas de residuos vegetales”.
Tras esta primera fase, la firma inversora realizará una segunda ampliación de capital de 10 millones de euros, con la que, en 2019, Moira alcanzará el 80% del capital de BioFlyTech, con el objetivo de invertir en la construcción de nuevas plantas industriales e instalaciones de cría de larvas. “Esto permitirá, en un plazo de 6 años, la producción de mas de 20.000 y 5.000 toneladas de proteína y grasa animal de alta calidad respectivamente. Su destino principal será su utilización en acuicultura, que contarán así con un nuevo ingrediente cuya trazabilidad, homogeneidad y alto contenido proteico son muy valorados. El mercado de las piscifactorías supone a día de hoy más del 50% del pescado consumido a nivel mundial y tiene en las harinas de pescado de sus dietas un factor limitativo por su creciente escasez, volatilidad, decreciente calidad y coste. De esta manera, BioFlyTech espera alcanzar unas ventas aproximadas de unos 40 millones de euros en 2024”.
Cuando constituyeron la empresa tenían un plan de negocio muy amplio que abarcaba diferentes líneas de negocio. Pero, con el tiempo, fueron delineando su actividad para enfocarse en dos líneas fundamentalmente: alimentación animal y polinización, sin dejar atrás el desarrollo y optimización de la tecnología de cría.
En el sector de la alimentación animal, sus clientes son fabricantes de piensos de mascotas, principalmente, aves insectívoras, y criadores particulares. A largo plazo, llegarán también a fabricantes de piensos para acuicultura y ganadería en general. Y en el sector agrícola, sus clientes son empresas productoras de semillas. Según declaraba una de las integrantes del equipo hace un tiempo, “en alimentación animal, los dípteros o moscas son una fuente de alimento muy nutritivo y saludable con alto contenido de proteínas, vitaminas, fibra y minerales. Tanto las larvas como los adultos constituyen el alimento natural de muchos animales insectívoros como aves, mamíferos, reptiles y anfibios. El sector de la alimentación animal está en constante crecimiento y requiere, cuanto antes, de proteínas alternativas a las actuales. Si extrapolamos el tamaño del mercado de la harina de pescado, que es la principal fuente de proteínas actualmente, a la harina de insectos, alrededor de unos 4 millones de toneladas de harina de insectos son susceptibles de ser consumidos. De esta manera, la harina de insectos tendría un mercado potencial de 5.000 millones de euros a nivel mundial”.
En cuanto al mercado de producción agraria, algunas especies de moscas actúan como importantes agentes polinizadores, tanto de plantas silvestres como cultivadas. De hecho, en muchas ocasiones se les ha atribuido una eficacia superior a la de los himenópteros como agentes polinizadores, como en el cultivo de colza, umbelíferas, rosáceas, solanáceas y muchas asteraceas y brasicaceas. En cultivos de invernaderos, se destinan, principalmente a hortícolas, como crucíferas (coliflor, col, colza), compuestas (lechuga, escarola, endibia, radicchio), umbelíferas (zanahoria, apio), solanáceas (tomate, berenjena) y liliáceas (cebolla, puerro, espárrago), explicaban. En los últimos años, hemos detectado una necesidad de búsqueda de especies alternativas a los polinizadores tradicionales (abejas y abejorros) debido a un menor rendimiento de estas especies y a su bajo nivel de especialización en un cultivo concreto. El valor económico total de la polinización por insectos a nivel mundial se estima en 153.000 millones de euros, lo que equivale al 9,5% de la producción agrícola.
La mayor planta de producción industrial de insectos
El objetivo de Bioflytech era, desde hace unos años, aumentar su producción. Para conseguirlo, la empresa de base tecnológica instalada en el Parque Científico de la Universidad de Alicante (UA) ha tenido que recurrir a financiación externa. El apoyo económico les llegó el año pasado de la mano de Moira Capital. Según puede leerse en la web de los inversores “Moira Capital participa en el BioFlyTech desde septiembre de 2018. Su unión con el prestigioso entomólogo español profesor Santos Rojo compromete una inversión de 16 millones de euros en esta empresa especializada en la cría artificial controlada de insectos para su conversión en proteínas y grasas de alta calidad. Su objetivo es convertirla en una de las mayores compañías europeas de producción industrial de insectos. Se trata de la mayor apuesta llevada a cabo en este emergente sector en España”.
Moira Capital aporta en una primera fase 6 millones de euros a BioFlyTech, para construir y poner en marcha “la mayor planta en España de producción industrial de insectos que tiene prevista una producción de casi mil toneladas anuales de proteína de insecto. Además, la planta tendrá una capacidad de procesamiento de unas 9,000 toneladas de residuos vegetales”.
Tras esta primera fase, la firma inversora realizará una segunda ampliación de capital de 10 millones de euros, con la que, en 2019, Moira alcanzará el 80% del capital de BioFlyTech, con el objetivo de invertir en la construcción de nuevas plantas industriales e instalaciones de cría de larvas. “Esto permitirá, en un plazo de 6 años, la producción de mas de 20.000 y 5.000 toneladas de proteína y grasa animal de alta calidad respectivamente. Su destino principal será su utilización en acuicultura, que contarán así con un nuevo ingrediente cuya trazabilidad, homogeneidad y alto contenido proteico son muy valorados. El mercado de las piscifactorías supone a día de hoy más del 50% del pescado consumido a nivel mundial y tiene en las harinas de pescado de sus dietas un factor limitativo por su creciente escasez, volatilidad, decreciente calidad y coste. De esta manera, BioFlyTech espera alcanzar unas ventas aproximadas de unos 40 millones de euros en 2024”.