Siempre lo habíamos sospechado, pero ahora lo confirma una encuesta. Los directivos se aburren en las reuniones. Tanto, tanto, que una tercera parte admite haberse quedado dormido en un encuentro tedioso, datos que se desprenden de un estudio realizado por Crowne Plaza Hotels & Resorts entre directivos británicos. También que lo más habitual es matar el aburrimiento con otras prácticas menos radicales, como mirar por la ventana o hablar por teléfono con familiares (nada menos que el 83% de los encuestados reconoce usar el móvil pasada la primera parte de la reunión, cuando se ha dado la información relevante).
La otra cara de la moneda es que muchos de estos directivos intentan mantener la cabeza en lo que se está diciendo dibujando o jugando con un bolígrafo, aunque la mayoría termina soñando despiertos con las próximas vacaciones o pensando en el programa de televisión que verán por la noche.
Salas para pensar
Para acabar con este problema, algunas cadenas hoteleras en las que a menudo se organizan estos eventos empiezan a tomar cartas en el asunto. Así, Crowne Plaza ha instalado unas salas diseñadas para que los asistentes se concentren desde el inicio de la reunión y que cuentan con herramientas para revitalizar la creatividad. Claro que, según un estudio de la cadena hotelera Holiday Inn, bastaría una simple galleta para mejorar la atención en estos encuentros. Incluso pueden llegar a influir en que un trato se cierre o no, o suavizar el golpe de una mala noticia.