¿Se sabía que la arena que se usa en el arenero influye directamente en la salud de los gatos, en la limpieza del hogar y en el tiempo que se dedica a mantenerlo todo en orden?
Cada vez son más las familias con gatos que están dejando atrás las arenas convencionales de bentonita o sílice y apostando por fórmulas vegetales que ofrecen mayor rendimiento, más higiene y una experiencia más saludable para todos.
¿Qué problemas tienen las arenas de sílice o bentonita?
Durante décadas, la arena de arcilla (bentonita) y la de cristales (sílice) han dominado el mercado. Sin embargo, los usuarios más exigentes y los veterinarios más actualizados coinciden en la detección de varios de sus puntos débiles:
Generan polvo; el polvo fino que desprenden es perjudicial para las vías respiratorias, especialmente en gatos sensibles o en hogares pequeños.
Olores persistentes; aunque lleven perfumes, no neutralizan realmente el amoníaco de la orina.
Se consumen muy rápido; puesto que hay que cambiar todo el contenido del arenero frecuentemente, lo que implica más gasto y más trabajo.
Impacto ambiental; ya que su extracción es altamente contaminante y no son biodegradables.
Las arenas vegetales conquistan hogares en todo el mundo
En aquellos países con mayor número de gatos domésticos; como Estados Unidos, China o Alemania; las arenas vegetales han ido ganando protagonismo y cuota de mercado en los últimos años.
¿El motivo? Ofrecen una alternativa más respetuosa con el planeta y, sobre todo, mucho más cómoda y eficiente para el ser humano. A diferencia de las arenas minerales, los pellets vegetales (como los de tofu o maíz) forman grumos compactos, poseen un poder de absorción superlativo, controlan mejor el olor y duran mucho más. Esto permite atenuar el riesgo de contraer las enfermedades atribuibles a un arenero mal mantenido, las cuales pueden ir desde infecciones bacterianas y parasitarias hasta problemas respiratorios y fúngicos.
TofuMeow: arena vegetal que funciona de verdad
TofuMeow, la arena premium de la marca española MichiCat, es un ejemplo de esta nueva generación de productos. Fabricada a partir de residuos vegetales de la industria alimentaria, no contiene químicos ni perfumes artificiales, no genera polvo y elimina los olores desde el primer uso.
Además, su rendimiento es uno de sus puntos fuertes:
Una sola bolsa puede durar hasta 4 semanas, ya que solo se retiran los grumos y el resto se mantiene limpio.
No se pega al fondo ni a la pala.
No deja huellas ni residuos fuera del arenero.
Una solución ideal para hogares que buscan lo mejor para sus gatos sin renunciar a la limpieza ni a la practicidad.
Una nueva forma de entender el cuidado felino
La arena es uno de los productos más importantes (y más olvidados) del día a día con un gato. Elegir una buena opción no solo mejora la higiene y reduce olores, sino que simplifica tareas, reduce residuos y mejora la convivencia.
En un contexto en el que el vínculo humano-gato es cada vez más estrecho, la innovación también llega al arenero.