Para este experto en coaching, estos son algunos factores necesarios en el proceso hacia una nueva cultura organizacional:
Acostumbrémonos a apoyar la diferenciación. La organización debe arbitrar sistemas y políticas que permitan la diferenciación, estimulando el alto rendimiento.
Tengamos una visión más global. Visualizando y siendo conscientes de lo que ocurre y lo que se necesita en otras áreas, estaremos más preparados para asumir nuevos papeles y responsabilidades.
Mostrémonos dispuestos a aceptar responsabilidades. El sentirse responsable de una tarea u objetivo a conseguir actúa como un generador de ilusión y energía que no podemos desaprovechar.
Desarrollemos nuestra capacidad para asumir riesgos. Una gestión eficaz de los riesgos conduce a la innovación y por extensión al progreso.
Desarrollemos nuestra capacidad de autocrítica y de escucha a los demás.
Seamos gestores de paradojas-ambivalencias. Ya no está tan claro que las cosas sean “o blancas o negras”. El mundo actual presenta una visión en la que podemos encontrar múltiples tonos e intensidades.